La aglomeración de personas en los espacios abiertos del Centro Cultural BOD da el indicio de que algo bueno va a acontecer. Dentro de la Sala de Conciertos se ultiman detalles para que los asistente
La aglomeración de personas en los espacios abiertos del Centro Cultural BOD da el indicio de que algo bueno va a acontecer. Dentro de la Sala de Conciertos se ultiman detalles para que los asistentes disfruten de un momento ameno y con excelencia. En el escenario confluye la cascada de luces, algunos sofás naranjas y grises y dos pantallas con el arte del evento: Venezuela optimista, un encuentro rarísimo. Y vaya que es así. ¿Hacer una reunión como esa –en la que sobreabundan las ideas positivas– en un momento de crisis país? “Eso es algo rarísimo”, pensarían algunos. Pero bien dicen que en los tiempos de crisis, unos lloran y otros hacen pañuelos, y definitivamente, los que organizaron ese encuentro forman parte del segundo grupo. De eso no cabe duda.
El reloj marca las 6:10 pm y las luces de la sala se apagan. Quienes usan sus celulares, los ponen en desuso para contemplar los paisajes que comienzan a proyectarse en las pantallas. Las imágenes son el reflejo de un país atractivo y esperanzador. Además, se escuchan varias voces que giran en torno a un mismo mensaje: “Yo quiero a Venezuela”.
¿Qué viene a continuación? Se ve a Mariaca Semprum ataviada con un vestido negro y líneas blancas, corte a la rodilla y una gran flor en su pierna izquierda. Hace su entrada y saluda: “Bienvenidos a este magno evento. Y lo digo como si fuera un Miss Venezuela”, comenta entre risas. “Estamos llenos de razones para querer luchar, así que yo quiero saber cómo está la Venezuela optimista presente en este recinto”.
La gente aplaude y grita. Ella no se queda sola en el escenario. El economista Pedro Penzini López también hace acto de presenta y comienza a animar junto a ella. “Un amigo del Zulia me dijo: hay que ser bien optimistas para tener un evento así de rarísimo. Es que ustedes están ofreciendo la Pepsi-Cola en medio del desierto”, dice Penzini.
El público disfruta y se engancha con la actividad. El foro, organizado por Analítica y Penzini-Analítica, es un encuentro en el que distintas personalidades dan sus razones para seguir apostando por este país. Por eso es que, como bien lo dice su nombre, se trata de “un encuentro rarísimo”.
Según aclara en su discurso, las personas como él –optimistas– suelen enfrentarse a situaciones complicadas siempre: cuando las cosas van bien, nadie les presta atención; y cuando las cosas van mal, los ven como ingenuos.
Además, agrega que la mayoría de los venezolanos sufre de “esquezofrenia”. “Así como lo escuchan, con ‘e’, porque es así: ‘Es que yo no puedo’, ‘es que este Gobierno es tan malo’, ‘es que no tengo ganas’, ‘es que yo soy así’, ‘es que, es que, es que…’ siempre estamos poniendo excusas”.
Por eso, él ve la situación de Venezuela como una gran novela que ya está a punto de llegar a su desenlace. “Llevo 17 capítulos de puros triunfos de los malos. ¿Voy a dejar de leer el libro en sus últimas páginas, tomando en cuenta que en los finales ganan los buenos? En absoluto”.
Semprun interactúa con cada uno de ellos. Ideas como “el emprendedor debe ser muy terco y creer en sí mismo” y “hay que saber conversar con las personas para poder llegar a acuerdos” salen de este pequeño encuentro.
Termina el momento y la locutora y directora de Política y Proyectos Especiales en Analítica, Marisela Castillo Apitz, toma el lugar como moderadora de un foro entre importantes empresarios del país: Claudia Valladares, cofundadora y directora de Impact Hub Caracas; Horacio Velutini, presidente del Fondo de Valores Inmobiliarios; Carlos Henrique Blohm, presidente de Ama de Casa; Roberto Koenig, director de Prosein; y Enrique Conde Delfino, director principal de Mantex Metrópolis.
Castillo hace preguntas como: “¿Cuánto tiempo le llevó llegar a este punto?”, “toda crisis genera oportunidades, ¿cuál es su visión?” y “¿qué le hace falta a Venezuela para resurgir?” Cada uno de los ponentes da consejos para alcanzar el éxito en medio de este contexto país y deja entrever que siempre existe la posibilidad de ser exitoso, muy a pesar de la tormenta.
Culmina este bloque y Fernando “Nani” Rancel, director de Herbalife en Venezuela, saca sonrisas al público con su testimonio, al describir, de forma jocosa, cómo su gran optimismo lo ayudó a alcanzar el peldaño que ostenta en la actualidad.
Por supuesto, la presencia de Mariaca Semprun en el evento hubiese quedado completa si solo se hubiera limitado a moderar. Por eso, al finalizar todas las intervenciones, toma el micrófono para deleitar al público con su voz. Le canta a los venezolanos que volverán, con A tu regreso, de Henry Martínez; le canta a esta llamada “Tierra de gracia”, con Venezuela, de Pablo Herrero Ibarz y José Luis Armenteros Sánchez; y le canta a los criollos que optan por permanecer acá, con Me quedo en Venezuela, de la agrupación Guaco.
Finaliza el evento con muchos “analíticos” sobre el escenario. los miembros del portal se convierten en los coristas de Semprun, ella improvisa y los otros corean: “Yo me quedo en Venezuela”. Sonríen, bailan, se abrazan y hasta se toman varios selfies. El evento es todo un éxito, y realmente es “un encuentro rarísimo”.
Son pocos los que en Venezuela viven con optimismo, pero es más fácil ver el vaso medio lleno a verlo medio vacío. Así lo hizo Analítica en sus inicios, cuando nadie creía en este tipo de medios; y así seguirá haciéndolo por 20, 50 y hasta 100 años más. En ese momento, seguramente estará en otras plataformas, pero de lo que no cabe duda es que continuará siendo una empresa que contribuye al desarrollo del país.
Fuente: Analítica.com