La Unidad Nacional de Protección (UNP) de Colombia, que presta seguridad a algunos excombatientes de la antigua guerrilla FARC, negó este jueves haberle retirado las armas a los escoltas que compone
La Unidad Nacional de Protección (UNP) de Colombia, que presta seguridad a algunos excombatientes de la antigua guerrilla FARC, negó este jueves haberle retirado las armas a los escoltas que componen esa unidad, como lo denunció el martes el excomandante Rodrigo Londoño, más conocido como Timochenko.
El miércoles, Londoño afirmó a través de Twitter que "cuando aumentan las amenazas y los riesgos, el Gobierno decide quitar todas las armas de apoyo" de sus esquemas de seguridad.
En el trino, Londoño compartió una comunicación -con fecha del 2 de septiembre- en la que el director de la UNP, Pablo Elías González, solicita "a los subdirectores de Protección... el reintegro a la bodega de armamento de las armas de apoyo tipo subametralladora", con el objetivo de que se "pueda ejercer un estricto control sobre todas las armas que por ley pertenecen a la entidad".
Para la mencionada devolución fijó como plazo hasta el 13 de septiembre.
La instancia lamentó que la comunicación haya sido filtrada a Timochenko, ya que se trataba de un documento de "carácter privado y reservado".
La UNP agregó que "ni el Gobierno ni la entidad escatiman esfuerzos" para proteger a los excombatientes que integran el partido de izquierda Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC, surgido tras la desmovilización de la guerrilla), de modo tal que "puedan ejercer con seguridad sus actividades políticas en el marco de la democracia".
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La UNP definirá otros esquemas de protección para los miembros de la FARC que aspiran a cargos de elección popular en los comicios de octubre.Según cifras de la FARC y de las autoridades colombianas, desde la firma del acuerdo final de paz, suscrito en noviembre de 2016, y hasta el pasado mes de julio, han sido asesinados en el país 138 excombatientes, 32 de ellos en lo que va de 2019. Con información de Sputnik.-