Caroline Wozniacki está viviendo una segunda primavera. Luego de la separación del golfista McIlroy, la carrera de 'Sunshine' despegó nuevamente. La evidencia, el regreso a una final de Grand Slam. En Nueva York, donde hace cinco años llegó a su primera y hasta hoy única final de un torneo grande, la danesa retorna al día decisivo.
Lo lamentable es la manera en que llegó. Wozniacki hizo su trabajo y pese a no estar en sus mejores días, era superior a la china Peng. La europea ganó el primer set en tie-break, no sin antes sufrir el juego de la asiática que sacó para ganar el set y no lo consiguió. Caroline llevó el partido al desempate y ahí mando con su juego para llevarse la primera manga.
En el segundo set se vino el drama. El partido continuó parejo y se encaminaba a, por qué no, otro tie-break. Sin embargo, en el 4-3 a favor de la danesa que tenía el saque, Peng sufrió una descompensación, fue atendida medicamente y regresó. Pero luego de unos puntos, la china se desplomó, hubo miedo en el estadio Arthur Ashe y las autoridades decretaron su retiro.
Peng se retiró llorando, en silla de ruedas y aplaudida por todo un público que quedó estupefacto pero que valoró su esfuerzo. Wozniacki llegó a la final, por la vía que menos pensó pero con un tenis que la puede convertir en campeona.
