En la noche del martes, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó, en segundo debate, la denominada Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, cuya objeto es permitir la liberación de presos políticos del gobierno bolivariano y dar por terminados los procesos que avanzan contra otros líderes opositores. El Presidente, Nicolás Maduro, ya ha informado que vetará esta iniciativa.
Una de las principales banderas de la opositora Mesa de Unidad Democrática durante su campaña para las elecciones legislativas del 6 de diciembre y la posterior posesión de sus diputados, que conforman una amplia mayoría en el parlamento, era sacar adelante este proyecto que, finalmente, este martes fue aceptado por los asambleístas y que, entre otros, permitiría que críticos de Maduro, como Leopoldo López, salgan de prisión o puedan dar por terminados los procedimientos legales en su contra.
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Horas antes del debate en el congreso, el Presidente de Venezuela había asegurado que no sancionaría esa ley. "Leyes para amparar terroristas y criminales no pasaran por aquí, hagan lo que hagan", aseguró el mandatario en un discurso. No obstante, la Asamblea podría promulgar esta norma sin el respaldo del ejecutivo.
"No queda amnistiado ningún homicida. Son nuestros presos políticos, ciudadanos imputados por el primer delito que se les ocurra", aseguró Delsa Solórzano ,una de las parlamentarias que redactó el proyecto.
Se espera que Nicolás Maduro apele esta aprobación ante el Tribunal Supremo de Justicia, por considerar el proyecto como inconstitucional. Esta entidad ya ha favorecido varios requerimientos del Gobierno, en perjuicio del parlamento.
Hace nueve años, en el 2007, el entonces mandatario, Hugo Chávez, decretó una amnistía para perdonar a quienes participaron en el golpe de Estado que lo apartó del poder, por unas horas, en abril de 2002.
