Esta semana el Consejo Nacional Electoral decidirá si le devuelve la personería jurídica al Nuevo Liberalismo. Los hermanos Galán (Juan Manuel y Carlos Fernando) están a la espera de lo que ocurra con esta formación en reconstrucción. Desde septiembre del año pasado, fueron varios los miembros militantes del Partido Liberal que renunciaron formalmente de esta colectividad para buscar resurgir las raíces ideológicas del liberalismo; y también participar en las elecciones regionales de este año.
La petición que entregaron ante el órgano electoral se presentó con el argumento de que el movimiento había sido exterminado por una alianza entre la mafia del cartel de Medellín y políticos corruptos, lo que finalmente causó el asesinato de Luis Carlos Galán, Rodrigo Lara Bonilla y aproximadamente a cincuenta dirigentes y militantes del Nuevo Liberalismo de la época en todo el país.
En caso de que la personería jurídica les sea devuelta, el Nuevo Liberalismo tendría los beneficios de tener el financiamiento del Estado, contar con espacios en los medios de comunicación, designar y postular candidatos en elecciones populares. Sin embargo, si le rechazan la personería, los hermanos Galán esperan que el ente falle de fondo y por lo menos les permita constituirse como partido político.
Este movimiento político se forjó en la década de los 80, bajo los idearios de Luis Carlos Galán de reconstruir el sentido liberal, ya que en la época afirmaba que el liberalismo afrontaba una profunda crisis de identidad, puesto que se había convertido en un partido del gobierno y no un partido del pueblo. Muy parecido a lo que sus hijos, treinta y un años después, quieren volver a revivir bajo la misma premisa: "El Partido Liberal se volvió un partido neoconservador y le dio la espalda al liberalismo" afirmó a mediados de 2018 Juan Manuel Galán, al conocerse que la formación liderada por César Gaviria apoyaría la candidatura de Iván Duque a la Presidencia.
