El histórico acuerdo atómico entre Irán y Occidente, una auténtica revolución en la geopolítica mundial, ha convertido a Mohamad Yavad Zarif en el gran "héroe" de la República Islámica, un hombre dialogante y leal que ahora se proyecta como una figura determinante para la política iraní del futuro próximo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán y principal negociador nuclear del país asiático sale de Viena con un triunfo sin precedentes para un diplomático, con una imagen inmejorable en la opinión pública iraní e internacional y con un más que promisorio camino por delante.
Zaerif (Teherán, 1960) es un hombre amable, profundamente religioso, sonriente, dialogante y eficaz que ha logrado el respeto, cuando no la admiración, de gran parte de sus conciudadanos, que lo ven como un salvador y una figura ideal para puestos de mayor responsabilidad aupado por su popularidad, una opción que ven con buenos ojos los sectores moderados-reformistas a los que pertenece.
El ministro ya fue elegido el pasado mes de marzo hombre del año por la prensa iraní, aún antes de lograr el acuerdo nuclear.
Ya entonces, la gente en la calle lo comparaba con Mohamad Mosadegh, el adorado primer ministro que luchó por la nacionalización de la industria del petróleo y cuyo gobierno fue derrocado en 1953 por un golpe orquestado por la CIA, por lo que ahora, con este indudable éxito en su haber, es difícil prever donde estará el límite para este diplomático.
Sus únicos enemigos, los más duros y recalcitrantes elementos del régimen, adversarios de todo acercamiento con Occidente, apenas tienen argumentos en su contra: Zarif defendió a capa y espada y con éxito las líneas rojas de la República Islámica en la negociación nuclear y el propio líder supremo, Alí Jameneí, reiteró estas últimas semanas su respeto y respaldo a su gestión.
Zarif es un hombre del régimen de principio a fin, defensor de la Revolución Islámica del ayatolá Ruholá Jomeini desde el primer momento, sólo que consciente de que la situación interna de Irán debe cambiar para poder preservar sus logros.
Desde que hace casi dos años asumiera la cartera de Relaciones Exteriores, Zarif le dio un completo lavado de imagen en el exterior al país asiático, muy dañada tras los ocho años de gobierno de Mahmud Ahmadineyad.
No solo destrabó las negociaciones nucleares y consiguió llevarlas a buen puerto, sino que con su sonrisa eterna y su tono y rostro de simpático profesor universitario se ganó la confianza de sus interlocutores internacionales.
Entre otros gestos, Zarif llegó a considerar como un "crimen odioso" el Holocausto del pueblo judío, toda una transformación respecto a sus predecesores en el cargo.
Precisamente, durante las negociaciones destacó su buena sintonía con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, con quien, pese a la infinidad de diferencias políticas que mantiene, supo labrar una inmejorable relación de trabajo.
No en vano Zarif se formó íntegramente en EEUU, donde estudió la secundaria, se licenció en la Universidad de San Francisco y se doctoró en la Universidad de Denver.
Sus dos hijos nacieron en EEUU y durante muchos años residió en Nueva York, donde trabajó como embajador de Irán en Naciones Unidas y donde se granjeó una reputación de hombre próximo y alejado de las acartonadas y formales prácticas diplomáticas.
Su conocimiento de la cultura, el derecho y el idioma estadounidenses es abrumador, como quedó patente en los cruces que mantuvo con algunos senadores de EEUU enemigos del pacto nuclear.
Zarif, que ostenta más títulos universitarios estadounidenses que muchos de los legisladores de los EEUU, no ha dudado ocasionalmente en dar lecciones de derecho constitucional norteamericano y relaciones internacionales a los "halcones" del Senado en Washington, a los que dejó sin argumentos.
Álvaro Mellizo, de Agencia EFE
Este es el héroe nuclear de Irán
Sáb, 18/07/2015 - 09:18
El histórico acuerdo atómico entre Irán y Occidente, una auténtica revolución en la geopolítica mundial, ha convertido a Mohamad Yavad Zarif en el gran "héroe" de la República Islámica, un ho