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Para la gente del interior, la costa es el lugar donde lo mágico se hace realidad.
Fue precisamente en ese macondiano lugar en el que el vallenato, en forma de canción hizo realidad inverosímiles historias de amor en la que se logró conquistar a la mujer imposible.
Prodigiosos juglares, ansiosos por contar historias, lograron dominar un instrumento de viento creado en la fría Polonia pero que sucumbió ante el calor del norte de Colombia, allí, cuenta la leyenda, hasta el mismo diablo fue derrotado por nativos que lograron domar el acordeón, versear, componer e improvisar historias que transmitían a su pueblo.
Si se logró derrotar al mismísimo satanás, enamorar a la mujer imposible y hechizar al acordeón, cualquier cosa puede ser posible. El Festival de la Leyenda Vallenata, es quizá el más claro ejemplo.
En 1966, importado directamente desde Bogotá, aterrizó en Valledupar un prestigioso abogado liberal de 55 años. El ‘cachaco’ llegó a la tierra donde todo se hace realidad para gobernar el recién creado departamento de Cesar, una misión que el entonces presidente, Carlos Lleras Restrepo le encomendó a Alfonso López Michelsen. Leer también: ¿Cuáles son los vallenatos preferidos de los políticos?
Michelsen tuvo entonces que olvidarse de las camisas y las corbatas para empezar a llenar su armario con guayaberas y pantalones de lino. Lejos de convertirse en una carga, la misión que le encargaron se convirtió en su placer y legado; se enamoró de la cultura costeña y hechizado por los sonidos del ‘arrugado’ (como algunos llaman al acordeón) fundó dos años más tarde, en 1968, el Festival de la Leyenda Vallenata.
Desde entonces, el evento ha sido capaz de hacer realidad solo lo que en la costa se puede hacer realidad: poner a bailar – a ritmo de vallenato - a la clase política con el resto de los mortales.
El año en el que se fundó el Festival según cuenta el columnista de Kinenyke.com,Indalecio Dangond, todo conspiró. No solo fue el trabajo de Michelsen, también por aquella época “una joven de 28 años lideraba la iniciativa de impulsar la cultura de la música vallenata hacia el resto del país y del mundo. Estamos hablando de la escritora, política y gestora cultural Consuelo Araujo Noguera, conocida como la ‘Cacica’"
Cuenta Dangon que "eran los tiempos de aquellas famosas parrandas vallenatas debajo de un palo de mango en los patios de las viejas casonas de los Molina y los Pavajeau en Valledupar. Fue en esas parrandas donde las canciones de un compositor de 42 años llamado Rafael Escalona inspiraron a Gabriel García Márquez para que luego escribiera un vallenato llamado 'Cien años de Soledad'.
Como las tres puntas de una pirámide, estos tres amigos –el político, la gestora cultural y el juglar- se unieron para crear el festival de música vallenata. Fue así como un 27 de abril de 1968, en una improvisada tarima de madera, organizaron el primer concurso de acordeoneros con la participación de Emiliano Zuleta Baquero, Alejandro Durán, Luis Enrique Martínez y Ovidio Granados Durán”.
Ese fue el primer paso y desde entonces, la clase política,desde diputados hasta presidentes, ha hecho presencia en el Festival de la Leyenda Vallenata.
Pese a que pertenece a la tradicional clase política y a la arraigada familia bogotana, siempre se ha declarado un enamorado de la cultura costeña.
Durante su mandato se le vio por las calles de Valledupar entonando y disfrutando de las melodías vallenatas. En su discurso habló siempre de la importancia cultural del Festival y de lo que había que hacer para conservarlo.
Su pasión por la Puya, el Paseo, el Son y el Merengue -los aires del vallenato - lo convirtieron en Miembro Especial de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata. "Mi propósito es apoyar a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, especialmente abriendo puertas, ventanas y tendiendo puentes para que se siga logrando el propósito de los creadores del Festival Vallenato" , manifestó.
Según ha dicho en repetidas oportunidades, el expresidente Alfonso López Michelsen, le enseñó de vallenato y de inmediato lo contagió. Ahora lo lleva por dentro.
En diálogo con Kienyke.com, el analista político Alejo Vargas dijo que fue el expresidente López el que "volvió de buena familia a el Festival Vallenato", sin embargo esto no siempre fue así, antes de la intervención de López, "el vallenato era de poca importancia, no solo para los políticos sino para el conjunto de la sociedad costeña".
El profesor de la Universidad Nacional considera que no todos los dirigentes políticos que han pasado por el Festival en estos años, lo hacen por un verdadero interés cultural. "López sí era un verdadero conocedor del vallenato, el tenía unas raíces históricas y culturales muy fuertes en esa región. Después eso (el Festival) se volvió una especie de pasarela para los políticos, ellos tienen que pasar por ahí para no quedar 'out' pero eso no es igual para todos".
"De los actuales candidatos a la Presidencia el único que tiene un poco de relación con el vallenato es Juan Manuel Santos pero uno no se imagina digamos a Peñalosa o Zuluaga que no tienen nada que ver con ese tema, pero seguramente estarán muchos desfilando por esa pasarela".
Al exmandatario le tocó ser testigo de una de las estrofas más tristes de la historia del Festival Vallenato. Durante su periodo de gobierno, el 29 de septiembre de 2001, fue asesinada Consuelo Araujo Noguera, "La Cacica", la única mujer fundadora del Festival fue secuestrada por las Farc y asesinada posteriormente.
Hoy el escenario en el que es coronado el Rey Vallenato lleva su nombre. En 2002 el Festival que ella fundó se hizo en su honor y Pastrana con versos vallenatos despidió a la gestora más querida por el pueblo colombiano.
Así inició Andrés Pastrana el discurso con el que inauguró la versión número 35 del Festival
“Yo tengo una herida muy honda que me duele.
Yo tengo una herida muy grande que me mata.”
Comienzo con estos versos inmortales de Rafa Escalona, los mismos que la Cacica le enseñó alguna vez a Carlos Vives, porque son las palabras que mejor reflejan la emoción intensa que siento esta noche, cuando me encuentro otra vez con mis buenos amigos vallenatos, -como hace exactamente dos años-, en esta plaza entrañable, con su Palo’e Mango y su Tarima Francisco El Hombre, pero con la pena, con la inmensa pena, de no tener, como en aquella ocasión, la compañía alegre, vital, generosa, de mi buena amiga, de nuestra querida Cacica, de la Cacica de toda Colombia: Consuelo Araújo Noguera.
A ella le digo hoy, con el alma en la garganta, desde esta plaza que siempre fue su plaza y este festival que fue su vida:
“Solamente me queda el recuerdo de tu voz,
como el ave que canta en la selva y no se ve.
“Con ese recuerdo vivo yo,
¡con ese recuerdo moriré!”
El expresidente y ahora senador electo ha sido uno de los columnistas más destacados de la revista institucional del Festival de la Leyenda Vallenata, en 2009 escribió “el vallenato representa la creatividad de los colombianos, la alegría como exteriorización del orden, como rebelión contra la violencia. El vallenato nos inspira a buscar una Nación sin exclusiones y sin odios, una Nación alegre y fraterna, donde la monotonía es rota por los acordeones. La música vallenata une nuestras almas y es una de las mejores presencias de la Patria en todos los rincones del mundo”. ¿Cuál es el vallenato preferido del expresidente?
El actual presidente de la República durante el discurso de inauguración de la versión número 44 del Festival demostró sus conocimientos en el género y utilizó versos para hacer un llamado a la paz entre los colombianos.
"Quien no recuerda a 'moralito', inmortalizado por el viejo Mile en la 'Gota Fría', una piquería que tuvo un final feliz y que se zanjó con un abrazo. Ojalá todas las diferencias de los colombianos se arreglaran así, con versos, entre copla y copla, con paseos, sones y generosidad".
En ese momento algunas zonas del departamento del Cesar estaban sufriendo una crisis luego de la ola invernal que azotó al país, el mandatario dijo que pensó no asistir a la inauguración del evento, sin embargo dijo:
"Pensé que tal vez no era oportuno venir al festival, pero reflexioné, el festival es el símbolo de un pueblo valiente, que no se achicopala con las dificultades, y prefiero traer los versos de La Creciente, de Hernando Marín: '...así como se crecen los arroyuelos, se crecen también la sangre en mis venas'. Que nos crezca a todos la sangre en las venas para enfrentar la tragedia de tantos colombianos. Desde aquí reitero la invitación a nuestros compatriotas a la unidad, para salir fortalecido de este problema".
Michelsen tuvo entonces que olvidarse de las camisas y las corbatas para empezar a llenar su armario con guayaberas y pantalones de lino. Lejos de convertirse en una carga, la misión que le encargaron se convirtió en su placer y legado; se enamoró de la cultura costeña y hechizado por los sonidos del ‘arrugado’ (como algunos llaman al acordeón) fundó dos años más tarde, en 1968, el Festival de la Leyenda Vallenata.
Desde entonces, el evento ha sido capaz de hacer realidad solo lo que en la costa se puede hacer realidad: poner a bailar – a ritmo de vallenato - a la clase política con el resto de los mortales.
El año en el que se fundó el Festival según cuenta el columnista de Kinenyke.com,Indalecio Dangond, todo conspiró. No solo fue el trabajo de Michelsen, también por aquella época “una joven de 28 años lideraba la iniciativa de impulsar la cultura de la música vallenata hacia el resto del país y del mundo. Estamos hablando de la escritora, política y gestora cultural Consuelo Araujo Noguera, conocida como la ‘Cacica’"
Cuenta Dangon que "eran los tiempos de aquellas famosas parrandas vallenatas debajo de un palo de mango en los patios de las viejas casonas de los Molina y los Pavajeau en Valledupar. Fue en esas parrandas donde las canciones de un compositor de 42 años llamado Rafael Escalona inspiraron a Gabriel García Márquez para que luego escribiera un vallenato llamado 'Cien años de Soledad'.
Como las tres puntas de una pirámide, estos tres amigos –el político, la gestora cultural y el juglar- se unieron para crear el festival de música vallenata. Fue así como un 27 de abril de 1968, en una improvisada tarima de madera, organizaron el primer concurso de acordeoneros con la participación de Emiliano Zuleta Baquero, Alejandro Durán, Luis Enrique Martínez y Ovidio Granados Durán”.
Ese fue el primer paso y desde entonces, la clase política,desde diputados hasta presidentes, ha hecho presencia en el Festival de la Leyenda Vallenata.
Ernesto Samper
Pese a que pertenece a la tradicional clase política y a la arraigada familia bogotana, siempre se ha declarado un enamorado de la cultura costeña.
Durante su mandato se le vio por las calles de Valledupar entonando y disfrutando de las melodías vallenatas. En su discurso habló siempre de la importancia cultural del Festival y de lo que había que hacer para conservarlo.
Su pasión por la Puya, el Paseo, el Son y el Merengue -los aires del vallenato - lo convirtieron en Miembro Especial de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata. "Mi propósito es apoyar a la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, especialmente abriendo puertas, ventanas y tendiendo puentes para que se siga logrando el propósito de los creadores del Festival Vallenato" , manifestó.
Según ha dicho en repetidas oportunidades, el expresidente Alfonso López Michelsen, le enseñó de vallenato y de inmediato lo contagió. Ahora lo lleva por dentro.
¿Un evento de conveniencia política?
En diálogo con Kienyke.com, el analista político Alejo Vargas dijo que fue el expresidente López el que "volvió de buena familia a el Festival Vallenato", sin embargo esto no siempre fue así, antes de la intervención de López, "el vallenato era de poca importancia, no solo para los políticos sino para el conjunto de la sociedad costeña".
El profesor de la Universidad Nacional considera que no todos los dirigentes políticos que han pasado por el Festival en estos años, lo hacen por un verdadero interés cultural. "López sí era un verdadero conocedor del vallenato, el tenía unas raíces históricas y culturales muy fuertes en esa región. Después eso (el Festival) se volvió una especie de pasarela para los políticos, ellos tienen que pasar por ahí para no quedar 'out' pero eso no es igual para todos".
"De los actuales candidatos a la Presidencia el único que tiene un poco de relación con el vallenato es Juan Manuel Santos pero uno no se imagina digamos a Peñalosa o Zuluaga que no tienen nada que ver con ese tema, pero seguramente estarán muchos desfilando por esa pasarela".
Andrés Pastrana
Al exmandatario le tocó ser testigo de una de las estrofas más tristes de la historia del Festival Vallenato. Durante su periodo de gobierno, el 29 de septiembre de 2001, fue asesinada Consuelo Araujo Noguera, "La Cacica", la única mujer fundadora del Festival fue secuestrada por las Farc y asesinada posteriormente.
Hoy el escenario en el que es coronado el Rey Vallenato lleva su nombre. En 2002 el Festival que ella fundó se hizo en su honor y Pastrana con versos vallenatos despidió a la gestora más querida por el pueblo colombiano.
Así inició Andrés Pastrana el discurso con el que inauguró la versión número 35 del Festival
“Yo tengo una herida muy honda que me duele.
Yo tengo una herida muy grande que me mata.”
Comienzo con estos versos inmortales de Rafa Escalona, los mismos que la Cacica le enseñó alguna vez a Carlos Vives, porque son las palabras que mejor reflejan la emoción intensa que siento esta noche, cuando me encuentro otra vez con mis buenos amigos vallenatos, -como hace exactamente dos años-, en esta plaza entrañable, con su Palo’e Mango y su Tarima Francisco El Hombre, pero con la pena, con la inmensa pena, de no tener, como en aquella ocasión, la compañía alegre, vital, generosa, de mi buena amiga, de nuestra querida Cacica, de la Cacica de toda Colombia: Consuelo Araújo Noguera.
A ella le digo hoy, con el alma en la garganta, desde esta plaza que siempre fue su plaza y este festival que fue su vida:
“Solamente me queda el recuerdo de tu voz,
como el ave que canta en la selva y no se ve.
“Con ese recuerdo vivo yo,
¡con ese recuerdo moriré!”
Álvaro Uribe Vélez
El expresidente y ahora senador electo ha sido uno de los columnistas más destacados de la revista institucional del Festival de la Leyenda Vallenata, en 2009 escribió “el vallenato representa la creatividad de los colombianos, la alegría como exteriorización del orden, como rebelión contra la violencia. El vallenato nos inspira a buscar una Nación sin exclusiones y sin odios, una Nación alegre y fraterna, donde la monotonía es rota por los acordeones. La música vallenata une nuestras almas y es una de las mejores presencias de la Patria en todos los rincones del mundo”. ¿Cuál es el vallenato preferido del expresidente?
Juan Manuel Santos
El actual presidente de la República durante el discurso de inauguración de la versión número 44 del Festival demostró sus conocimientos en el género y utilizó versos para hacer un llamado a la paz entre los colombianos.
"Quien no recuerda a 'moralito', inmortalizado por el viejo Mile en la 'Gota Fría', una piquería que tuvo un final feliz y que se zanjó con un abrazo. Ojalá todas las diferencias de los colombianos se arreglaran así, con versos, entre copla y copla, con paseos, sones y generosidad".
En ese momento algunas zonas del departamento del Cesar estaban sufriendo una crisis luego de la ola invernal que azotó al país, el mandatario dijo que pensó no asistir a la inauguración del evento, sin embargo dijo:
"Pensé que tal vez no era oportuno venir al festival, pero reflexioné, el festival es el símbolo de un pueblo valiente, que no se achicopala con las dificultades, y prefiero traer los versos de La Creciente, de Hernando Marín: '...así como se crecen los arroyuelos, se crecen también la sangre en mis venas'. Que nos crezca a todos la sangre en las venas para enfrentar la tragedia de tantos colombianos. Desde aquí reitero la invitación a nuestros compatriotas a la unidad, para salir fortalecido de este problema".
