Esta semana se llevaron a cabo los primeros acercamientos entre la oposición y el oficialismo de Venezuela en una mesa de diálogo en Santo Domingo, República Dominicana, país que se ofreció para el encuentro.
Los acercamientos, que continuarán el próximo 27 de septiembre, dan una pequeña luz de esperanza para acabar con años de enfrentamiento político entre las partes, y así disminuir la polarización en el país, que agudiza la profunda crisis social y económica de Venezuela.
[single-related post_id="752024"]
Sin embargo, las conversaciones recién comienza, y lo sucedido esta semana no es más que una serie de enfrentamientos verbales entre las partes, lo que pone en duda la efectividad del proceso.
El presidente Nicolás Maduro se muestra optimista, como dijo en una alocución televisada:"Hemos logrado que después de semanas enteras de conversaciones estemos próximos a un acuerdo de convivencia política, de paz y soberanía entre la delegación de Venezuela y la oposición venezolana, estamos cerquita".
Pero no todos opinan igual. El diputado Luis Florido, líder de la oposición, asegura que hay mucha desconfianza: "Son encuentros exploratorios, la exploración no es un proceso como tal ni de diálogo ni de negociación, nosotros hemos aprendido la lección con el Gobierno, hasta que no esté acordado las condiciones, las garantías y la agenda clara nosotros no vamos a avanzar hacia el proceso de negociación".
El diputado incluso se atreve a dudar sobre el próximo encuentro: "¿Está convocado un encuentro para el 27? Sí. ¿Es el inicio de la negociación? Depende de las garantías".
Los diálogos fueron propuesta del presidente dominicano, Danilo Medina, mientras que el exjefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y al secretario general de las Naciones, Antonio Guterres, sirven de garantes.
Lograr un acuerdo de ve cada vez más difícil, en especial teniendo en cuenta los temas claves que ambas partes quieren defender, y que resultan casi irreconciliables.
[single-related post_id="749851"]
Por un lado, el gobierno pide que se reconozca la autoridad y validez de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que tiene solamente miembros del oficialismo, y que ha sido desconocida por la oposición.
En cambio, los contradictores de Nicolás Maduro esperan que se restablezca la Asamblea Nacional, principal órgano legislativo del país, y que fue cerrada por la ANC.
Otros temas claves son la garantías políticas y la libertad de los presos políticos, temas de difícil acuerdo entre las partes.
