No se ha podido encontrar la manera de bajarle el sueldo a los legisladores a pesar de que se han hecho varios intentos para que sus ingresos vayan acorde de la situación que vive el país. Se han presentado proyectos de ley, el Consejo de Estado tumbó la prima de localización que estaban recibiendo todos los legisladores, a pesar de que solo la deben recibir los que viven fuera de Bogotá.
Aun así el Gobierno Nacional le da una prima de casi ocho millones de pesos, con la que sustituye la prima que tumbó la corte, dejando a todos contentos ya que los congresistas que viven en Bogotá recibirán la cantidad de dinero que venían recibiendo y los que viven en otras regiones recibirán más.
Tienen uno de los salarios más altos de la región con $25.000.000, además reciben beneficios como tiquetes aéreos, carros blindados cuya gasolina la paga el Estado así como los conductores y escoltas. Además los servicios de telefonía nacional e internacional y derechos de franquicia nacional e internacional son subvencionados por el erario.
Los $25 millones los reciben por concepto de:
El sueldo básico de cada congresista es de $5.800.000 con un ajuste adicional de $1.350.000, tienen un límite de gastos de representación por $12.750.000, un subsidio de vivienda por más de seis millones de pesos, primas de salud y bienestar y la de localización, que aumenta la cifra a por lo menos diez millones de pesos.
Sumado a esto tienen derecho a:
Prima de mitad de año, prima de Navidad, El nombramiento de un equipo de colaboradores, que se les llama Unidad de Trabajo Legislativo, UTL, que se conforma por lo menos con cinco personas que ellos mismos escogen.
Y qué decir de los viajes en los que representan al país que son pagados por el Estado o por las entidades internacionales que los invitan.
Este sueldo de senadores y representantes a la Cámara es casi 40 veces más que el salario mínimo que reciben millones de colombianos cuyo aumento anual no se compara con el aumento que reciben los legisladores.
Los legisladores colombianos ganan casi lo mismo que sus pares estadounidenses. Un congresista de Estados Unidos gana unos US$ 174 mil dólares al año, es decir unos 330 millones de pesos, que divididos en 12 meses dan 27.5 millones de pesos. Así Colombia tiene el tercer mejor sueldo del continente para sus congresista, solo superada por Chile y Brasil que les dan a sus legisladores unos $53 y $26 millones respectivamente. Le seguiría Uruguay con $19 millones, esto haciendo la conversión a pesos colombianos.
La única manera, por el momento, de que tengan algún descuento en sus mensualidades es que les descuenten los días que no asisten a las sesiones obligatorias del Congreso, sea en comisiones o plenarias, pero siempre encuentran la manera de justificar sus ausencias ya sea por citas médicas o por reuniones que deben cumplir por su labor de congresistas.
Una práctica común en el congreso es llegar a la sesión, firmar el registro, quedarse media hora, para luego retirarse durante toda la tarde. La firma del libro les sirve para justificar su inasistencia.
La reducción a estos salarios ha sido casi imposible porque los mismos congresistas son los que deben aprobar una reducción de los salarios debido a que se debe hacer por ley. Si alguien, como el Consejo de Estado, les quita alguna mesada inmediatamente el Congreso ejerce presión, como la reciente operación tortuga al trámite del proyecto de reforma a la salud, o al mismo referendo para la paz.
Aunque los congresistas dicen que no estaban haciendo operación tortuga, no existe una justa explicación del por qué no se conformaba el quórum para al menos votar las impedimentos que se han tratado de evacuar durante dos semanas, además algunos congresistas con risita cómplice confesaron en secreto que era una operación exprimidor.