Martín Torrijos es uno de los seis hijos del general Omar Torrijos, sin duda el personaje más importante de Panamá en el siglo XX y a diferencia de muchos hijos de famosos a él la memoria de este no lo persigue. Si bien es cierto que su padre le devolvió el Canal a los panameños, como presidente fue uno de los autores de su ampliación. Sabe que la historia así se lo reconocerá.
KienyKe.com dialogó con él y al igual que algunos de sus colegas expresidentes, a quienes también entrevistamos, se pronunció sobre lo que a su juicio es el primer punto en la agenda al que el Jefe del Estado que sea elegido el 5 de mayo próximo, tendrá que darle toda la importancia: la lucha contra la corrupción.
Ventajas irregulares
Sostiene Martín Torrijos que este flagelo tiene que ver con la "falta de transparencia, lo que es común en nuestro sistema, porque los recursos del estado en las elecciones está erosionando la credibilidad del sistema democrático. Hay que tener políticas que ataquen el problema de la corrupción y sin duda hay que hacer muchas reformas a la vez". Reconoce también que los ciudadanos, "perciben que hay ventaja para los que están en el gobierno y participan en algunos organismos del estado y si no enfrentamos el sistema político poco vamos a hacer para recuperar esa confianza". Torrijos Espino fue presidente a los 35 años del 1 de septiembre de 2004 al 30 de junio de 2009, estudió economía y ciencias políticas y aun cuando no hace proselitismo partidista sostiene que su voz cuando se requiere es oída. [caption id="attachment_1079147" align="alignnone" width="1024"] Foto: KienyKe.com/ Oficina de Martín Torrijos.[/caption] Sobre esto dice: "Trato de ayudar cuando se ha requerido. Trato de mantenerme sin ser protagonista, pero estando activo dentro de la política de mi partido y dar una opinión sobre lo que pasa al ser expresidente. Trato de dar consejos." Con humor se refiere a una frase de Felipe González, exjefe del gobierno español, quien definió a los expresidentes "como el jarrón chino, que son muy bonitos pero que nadie sabe dónde ponerlos." Su oficina tiene a su padre presente a través de fotos que reciben al visitante en las que se ve en plena acción en el Canal de Panamá, el que contra todo pronóstico logró rescatar de manos de Estados Unidos para beneficio de su país. Martín Torrijos dice que lo que tiene que ver con el canal y su padre son coincidencias históricas. "Él firma el tratado que recupera el canal para los panameños y me corresponde a mi el inicio de la ampliación del canal", expresó."Pasamos de un gran cuestionamiento e incredulidad sobre la capacidad de los panameños de administrar el canal, fueron 23 años de transición hasta el 31 de diciembre de 1999 y logramos demostrar no solo que lo hemos hecho bien, sino mejor que la administración norteamericana y tuvimos la capacidad de lograr sacarle el mejor provecho al canal y al valor de la ruta y para eso teníamos que ampliarlo."Uno de los cuadros de su oficina llama la atención porque se trata de una obra en la que los rasgos de su cara están formados por árboles en medio de lo que pareciera un terreno árido. "Es de un autor cubano, allí se hizo un monumento al general y quien hizo la escultura que está en la avenida de los presidentes me regaló este cuadro como reconocimiento a una lucha continental por la recuperación del canal", apuntó. A quien resulte elegido en mayo como nuevo presidente de Panamá, más que aconsejarlo le advierte sobre la necesidad que tienen los panameños de recuperar la confianza en la clase política. "O el próximo gobierno es el inicio de una etapa real donde se recupere la confianza y la credibilidad de los ciudadanos o el próximo gobierno será el último gobierno de una etapa donde se podía crear algo de estabilidad, de crear bases más sólidas y tal vez podríamos caer en una etapa donde la incertidumbre sea la norma", concluye Martín Torrijos.