Menos de un año después de posesionarse por decreto, la presidencia de Michel Temer en Brasil pende de un hilo. El pasado miércoles 17 de mayo, O’Globo publicó un audio en el que el Presidente habla de sobornos con Joesley Batista, importante empresario, dueño de JBS, el frigorífico más importante del mundo. JBS: la misma que en el pasado había sido acusada de vender carne en mal estado
A partir de la grabación se ha determinado que el presidente habría aceptado que se diera un soborno a Eduardo Cunha, ex presidente de la cámara baja del senado, encarcelado por corrupción.
“Fui ingenuo al recibir a una persona en aquel momento”, dijo Temer al diario Folha de S. Paulo. Ha insistido en que no renunciara porque eso sería aceptar su culpabilidad en el caso. “Mantengo la serenidad, especialmente sobre lo que ya dije: No renunciaré. Si quieren, derróquenme. Porque si renuncio, es un reconocimiento de culpabilidad”.
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Las presiones para que temer renuncie vienen de todas partes. Los tres principales partidos del gobierno se reunieron este domingo para ver si retiraban su apoyo al ejecutivo. Hubo movilizaciones en más de 19 ciudades para exigir elecciones. Una importante firma de abogados ha presentado una orden impeachment (proceso de destitución). El malestar en las calles sigue creciendo.
La fiscalía ya realizó las primeras acusaciones. Los cargos son obstrucción de la justicia, corrupción pasiva y organización criminal. Sin embargo Temer afirma que las pruebas pueden haber sido manipuladas.“Hasta me atrevo a mencionar que hubo más de 50 ediciones de ese audio, tratando de difamar, no sólo la reputación moral del Presidente de la república, sino también invalidar nuestro país. Pero yo digo con toda seguridad: Brasil no se descarrilará. Yo continuaré al frente del gobierno”, dijo en una alocución. Pero el inmenso caso de corrupción en Brasil va más allá. Hasta ahora, en seis meses, Temer ha perdido ministros, acusados de corrupción, casi que uno por mes. Puede, entonces, que los tentáculos del escándalo de corrupción de Lava Jato que ya le costó la destitución a Dilma Russeff y que también salpicó a Lula, no tardé en tocar a Temer. Luego de que saliera la grabación, las acciones de JBS cayeron un 32%. Detrás de la grabación estaría el intereses de Baptista de “salvarse a sí mismo”, explicó BBC. El empresario habría hecho un acuerdo con la justicia en el proceso que se lleva contra él y su hermano en el caso Lava Jato.