La controversial propuesta del presidente Gustavo Petro, de adelantar una asamblea nacional constituyente que reforme la carta magna de 1991 ha dividido opiniones y ha suscitado temores por las presuntas intenciones del mandatario de revivir la elección, un tema que ha negado tajantemente. Más recientemente Petro criticó a los opositores de la iniciativa y señaló a algunos de ellos de tener interés en la corrupción que se registra hoy por hoy en territorio nacional.
Fue por medio de su cuenta en X donde el mandatario criticó a los contradictores, evidenciando que sus reparos no son propiamente por respecto a la Constitución Política vigente, sino porque han tenido que ver con las irregularidades, entre paramilitarismo y corrupción, gestadas durante los últimos años.
“Para sincerar el debate: muchos de los que se oponen a un proceso constituyente que haga protagonista a la ciudadanía de las reformas fundamentales, no lo hacen porque sean amantes de la constitución del 91, sino porque son amantes de la gobernanza paramilitar y el régimen de corrupción que después de expedida la Constitución, se impuso de facto en el país”, refirió Petro.
Así mismo, como exmiembro del M-19, recordó que la constitución de 1991 fue producto del acuerdo de paz alcanzado entre el Gobierno Nacional de esa época y el grupo insurgente, que permitió reformar la anterior carta magna, a la cual acusó de anacrónica y autoritaria.
“Nosotros, el M19, después de la lucha armada fracasada del dirigente liberal Rafael Uribe Uribe, y de las reformas liberales de Pumarejo y Lleras, logramos derogar por completo la constitución de 1886 una constitución autoritaria y premoderna, una lucha de un siglo del liberalismo de izquierda y del progresismo que nacía por fin tuvo éxito en 1991”, recordó.
A paso seguido el presidente Gustavo Petro ahondó en su propuesta de convocar a la ciudadanía a pensar en una constituyente para aplicar lo que, “por su tiempo” no se aplicó en la carta política vigente.
“Lo que he propuesto no es reemplazar esa constitución que hicimos. Las constituyentes no siempre derogan, sino recuperan lo contra reformado y añaden lo que por su tiempo una constitución no pudo declarar. En este caso, insisto, la constitución del 91 no ha sido aplicada porque fue reemplazada de inmediato por un régimen de facto: la gobernanza paramilitar o el régimen de corrupción como lo llamaba Álvaro Gómez”, acotó.
