Quizás muchos bogotanos estarán preguntándose cómo Carlos Fernando Galán pasó de ser candidato a la Alcaldía de Bogotá a concejal de la capital. Las razones son técnicas y políticas.
Primero las técnicas. Tras la más reciente reforma de equilibrio de poderes, se estableció que quien quede en segundo lugar en elecciones unipersonales, podrá obtener una curul en el Senado, Cámara de Representantes, Asamblea Departamental o Concejo, según corresponda.
Siendo así, según la resolución 2275 de 2019 del Consejo Nacional Electoral (CNE), quien quede de segundo en la Alcaldía de Bogotá, tiene derecho a una curul en el Concejo.
Entonces, el candidato vencido tendrá la potestad para elegir si ocupará con la curul o no, y esta mañana Carlos Fernando Galán manifestó su deseo de quedarse con ella.
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Ahora, Carlos Fernando Galán obtuvo una alta votación el pasado domingo. Con 1.022.362 votos, equivalente al 32,48 % del total de sufragios, el candidato de Bogotá Para la Gente, se mostró como un nuevo protagonista en el escenario político local y nacional.
Galán entonces deberá promover un nuevo movimiento político, lejos del apoyo de los partidos -según expresó en su discurso de la noche del domingo- y el mejor escenario para hacerlo es ejecutando, y para eso necesita su posición en el Concejo de Bogotá.
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Desde el Concejo, podrá mantenerse visible para la opinión pública para no perder la imagen que logró consolidar en estas elecciones y deberá, junto a su hermano Juan Manuel, superar el traspié de no conseguir la personería jurídica del partido de su padre Luis Carlos Galán, el Nuevo Liberalismo, y proyectar su movimiento a nivel nacional de cara a las próximas elecciones.
