Las denuncias contra el presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, tras revelarse millonarios pagos de Odebrecht a firmas de asesoría vinculadas al mandatario, tienen su permanencia en el cargo pendiendo de un hilo, pues el Congreso de esta nación, de mayoría opositora, tiene programada una plenaria hoy donde se espera la presentación de un pedido de “vacancia presidencial”.
Desde el pasado jueves la oposición liderada por el fujimorismo, le dio un ultimátum a Kuczynski, tras darse a conocer los pagos que Odebrecht hizo por asesorías a firmas ligadas a él cuando era ministro. Desde el Parlamento se dijo al presidente que si no renunciaba de forma inmediata, lo sacarían del cargo.
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Como respuesta a esto, Kuczynski dijo que no se va "a dejar amedrentar" ante las advertencias de la oposición política en el Congreso, y anunció que no renunciará a su cargo.
"No voy a abdicar ni a mi honor, ni a mis valores ni a mis responsabilidades como presidente (...) Nos costó mucho recuperar la democracia, no la volvamos a perder (...) Ni me corro, ni me oculto ni tengo ningún motivo para hacerlo", señaló el primer mandatario en un mensaje a la Nación cerca de la medianoche.
Además de esto, Pablo Kuczynski, negó haber recibido pagos ilegales de Odebrecht, por lo que solicitó a las autoridades judiciales de su país que le levanten el secreto bancario, como forma de descartar las acusaciones de que una de sus empresas recibió pagos a constructora brasileña.
"Pido el levantamiento de mi secreto bancario para que revisen todo lo que quieran y asumo todas las responsabilidades que se deriven de mis actos".
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El gobernante de 79 años, es investigado luego de que Odebrecht, admitió que abonó casi 5 millones de dólares por asesoramiento a empresas vinculadas al mandatario entre 2004 y 2013.
Según el ente acusador, del total pagado, 782.000 dólares fueron abonados a Westfield Capital, firma de Kuczynski, cuando se desempeñaba como ministro de Economía y presidente del Consejo de Ministros del gobierno de Alejandro Toledo, durante el periodo 2001-2006. Otros 4,05 millones fueron para First Capital, empresa de un ex socio para la que trabajó el presidente de Perú.
