Al cambio del discurso del Gobierno frente a un eventual cese bilateral del fuego antes de la firma de la paz, se sumó la petición que hicieron los países garantes del proceso, Cuba y Noruega y los acompañantes Chile y Venezuela de desescalar el conflicto armado hasta llegar a ese cese bilateral.
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“Instamos a las partes a restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimiento en Colombia, como paso imprescindible para garantizar las condiciones que permitan lograr acuerdos sobre las cuestiones pendientes de la agenda de conversaciones, incluyendo la adopción de un acuerdo de cese al fuego y hostilidades bilateral y definitivo”, dijo Rodolfo Benítez, representante del gobierno cubano.
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A su turno, el jefe del equipo negociador del Gobierno en La Habana, Humberto de la Calle, manifestó en una entrevista el fin de semana que estaría cerca el acuerdo sobre un cese bilateral del fuego con las Farc antes de la firma de los acuerdos de paz.
“En ese punto hemos cambiado. Estamos dispuestos a aceptar un cese del fuego, aún antes de la firma de un acuerdo, en la medida en que sea serio, bilateral, definitivo y verificable, siempre y cuando tengamos la garantía de que ellos asumen su responsabilidad en materia judicial y verificación nacional e internacional”, señaló en entrevista con Juan Gossaín.
De otro lado, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, señaló que desde febrero una subcomisión técnica de la mesa de diálogos en La Habana, integrada por delegados de la guerrilla y de la fuerza pública, está estudiando el tema del cese bilateral del fuego.
No obstante, lo que sí está claro es que no se obligaría a las Farc a entregar las armas en un eventual cese bilateral del fuego antes de la firma de la paz, pues esa guerrilla ha reiterado que sólo lo hará después de finalizar las negociaciones.
Pero, ¿qué condiciones debe tener ese eventual cese bilateral del fuego antes de la firma de la paz?
Aparte de la verificación nacional e internacional del cese al fuego, el mismo De La Calle resaltó la propuesta que había hecho el uribismo de crear un sitio de concentración para las Farc, donde se pueda constatar ese cese bilateral.
Sin embargo, después de la intervención de los países garantes, el jefe negociador de las Farc, alias ‘Iván Márquez’, aseguró que no aceptarán en este momento la propuesta de una concentración, ni la dejación de armas.
“Es un asunto de voluntad política que no se puede condicionar a exigencias de sometimiento penal, ni a exigencias prematuras de concentración de la guerrilla, ni de dejación de armas”, dijo el líder guerrillero.
Al respecto, el senador liberal y próximo presidente del Congreso, Luis Fernando Velasco, la dijo a Kienyke.com que independientemente de la posición de las Farc, se debe crear no una sino varias zonas de concentración de la guerrilla.
“Si es bilateral, tiene que ser bajo las condiciones que se negocie en la mesa y no puede ser una simple declaratoria sin unos requisitos previamente dialogados como la verificación, porque por ejemplo el cese al fuego implica que las Farc dejen de extorsionar y de cometer toda clase de delitos.
(…) Cuando se habla de la concentración en un lugar específico, tendríamos que hablar de algunos lugares específicos, porque a diferencia de lo que se hizo en su momento con el M-19 que se concentró en Santo Domingo, el cese al fuego con las Farc tiene una particularidad distinta, porque ellos tienen presencia en casi todo el territorio nacional”, señaló.
De otro lado, aunque se mostró de acuerdo con la concentración de las Farc para hacer verificable un eventual cese bilateral al fuego, el excomandante de la Policía, Luis Ernesto Gilibert aseguró que aplicarlo sería muy difícil, aun cuando las Farc lo acepten.
“Es supremamente difícil y riesgoso, porque cualquier persona que haga parte de esa concentración y decida actuar por fuera de la ley puede romper la tregua bilateral. A veces se sale de la mano de los dirigentes y comandantes situaciones que se pueden presentar en el terreno mismo de los acontecimientos que pueden incitar a los miembros de la base, sea de la tropa de la fuerza pública o guerrilleros a actuar y poner en peligro el cese bilateral”, señaló a este medio electrónico.
De igual manera, el general en retiro agregó otra clase de problemas al sitio de concentración. “¿Qué papel va jugar la autoridad civil en ese lugar de concentración?, pues esas autoridades deben seguir cumpliendo con su deber, y hay que ver si las personas concentradas en ese sector van a aceptar esa autoridad civil, o se les va entregar a los guerrilleros el control total y autoridad de esa zona. De igual manera esos sectores deben tener unas fronteras claras, vigiladas por la fuerza pública”.
Sin embargo, este anuncio de la posibilidad de un cese bilateral del fuego antes de la firma de los acuerdos en La Habana fue rechazado por algunos sectores políticos.
Aunque la exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez se mostró de acuerdo con una concentración en un punto específico de la geografía nacional, se anticipó a la decisión negativa que tomarían las Farc.
“La decisión de un cese bilateral del fuego antes de firmar la paz genera mucha preocupación, porque de nuevo las Farc están llevando al Gobierno al terreno y agenda de ellos. El presidente Santos se ha contradicho en varias oportunidades, y resulta grave que hasta hace unas semanas decía que el cese bilateral sólo iba cuando terminen las conversaciones y ahora nos estén notificando a través de una entrevista de Humberto de la Calle que ya hay una decisión distinta”.
La excandidata presidencial predijo las consecuencias de no llevarse a cabo la concentración. “Si no se da esa concentración de las Farc en un solo sitio, no podrían actuar los militares, porque si ellos llegan a pensar que están combatiendo a alguien del ELN o Bacrim que andan también uniformadas pero es alguien de las Farc, van a culpar a las Fuerzas Militares de violar el cese bilateral, mientras que dejarían desprotegida la población civil de otros grupos ilegales.
(…) Esa concentración debe ser con registros exactos en el que las Farc digan cuáles son todos sus miembros activos en cada una de las regiones del país para que los recojan y lleven a un sitio específico con una veeduría internacional, pero estoy totalmente segura que las Farc no le van a jalar a eso, porque no quieren que se sepa quiénes son los integrantes de esa organización y dónde están”, aseguró.
En igual sentido se pronunció la exfórmula vicepresidencial del uribismo, Carlos Holmes Trujillo. “Eso es un grave error y una nueva concesión indebida a las Farc, y sería un mensaje muy negativo a las Fuerzas Armadas, además de un atentado contra la Constitución. El cese bilateral nunca puede ser el punto de partida de un proceso de negociación, sino un punto de llegada. Como el gran desafío es seguir con las conversaciones en La Habana, la condición debe ser un cese al fuego unilateral de las Farc con concentración y una verificación capaz, experimentada y neutral, con músculo político y económico”.
Por otra parte, el senador del Polo, Iván Cepeda se mostró conforme con que ambas partes lleguen a un cese bilateral del conflicto antes de culminar las negociaciones.
“Esto es un avance que el doctor de la Calle reconozca que es posible un cese bilateral antes de la firma de un acuerdo de paz. De llevarse a cabo debe haber una verificación, el cese debe ser estrictamente bilateral y definitivo, o sea que no debe quedarse en el llamado desescalamiento del conflicto”, afirmó.
Por su parte, el copresidente del Partido de La U, Roy Barreras, afirmó que el cese bilateral definitivo del fuego debe ir acompañado del límite de tiempo inamovible para firmar el acuerdo final de paz este año.
Por último, sorpresivamente uno de los más férreos defensores del proceso de paz, el senador costeño Armando Benedetti, aseguró que no le gusta la propuesta de un cese bilateral al fuego antes de la consecución de la paz, “porque entonces estaríamos pendientes de si se rompió el cese y de quién lo hizo, y no de avanzar en el proceso mismo”.
“Si es bilateral, tiene que ser bajo las condiciones que se negocie en la mesa y no puede ser una simple declaratoria sin unos requisitos previamente dialogados como la verificación, porque por ejemplo el cese al fuego implica que las Farc dejen de extorsionar y de cometer toda clase de delitos.
(…) Cuando se habla de la concentración en un lugar específico, tendríamos que hablar de algunos lugares específicos, porque a diferencia de lo que se hizo en su momento con el M-19 que se concentró en Santo Domingo, el cese al fuego con las Farc tiene una particularidad distinta, porque ellos tienen presencia en casi todo el territorio nacional”, señaló.
De otro lado, aunque se mostró de acuerdo con la concentración de las Farc para hacer verificable un eventual cese bilateral al fuego, el excomandante de la Policía, Luis Ernesto Gilibert aseguró que aplicarlo sería muy difícil, aun cuando las Farc lo acepten.
“Es supremamente difícil y riesgoso, porque cualquier persona que haga parte de esa concentración y decida actuar por fuera de la ley puede romper la tregua bilateral. A veces se sale de la mano de los dirigentes y comandantes situaciones que se pueden presentar en el terreno mismo de los acontecimientos que pueden incitar a los miembros de la base, sea de la tropa de la fuerza pública o guerrilleros a actuar y poner en peligro el cese bilateral”, señaló a este medio electrónico.
De igual manera, el general en retiro agregó otra clase de problemas al sitio de concentración. “¿Qué papel va jugar la autoridad civil en ese lugar de concentración?, pues esas autoridades deben seguir cumpliendo con su deber, y hay que ver si las personas concentradas en ese sector van a aceptar esa autoridad civil, o se les va entregar a los guerrilleros el control total y autoridad de esa zona. De igual manera esos sectores deben tener unas fronteras claras, vigiladas por la fuerza pública”.
Sin embargo, este anuncio de la posibilidad de un cese bilateral del fuego antes de la firma de los acuerdos en La Habana fue rechazado por algunos sectores políticos.
Aunque la exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez se mostró de acuerdo con una concentración en un punto específico de la geografía nacional, se anticipó a la decisión negativa que tomarían las Farc.
“La decisión de un cese bilateral del fuego antes de firmar la paz genera mucha preocupación, porque de nuevo las Farc están llevando al Gobierno al terreno y agenda de ellos. El presidente Santos se ha contradicho en varias oportunidades, y resulta grave que hasta hace unas semanas decía que el cese bilateral sólo iba cuando terminen las conversaciones y ahora nos estén notificando a través de una entrevista de Humberto de la Calle que ya hay una decisión distinta”.
La excandidata presidencial predijo las consecuencias de no llevarse a cabo la concentración. “Si no se da esa concentración de las Farc en un solo sitio, no podrían actuar los militares, porque si ellos llegan a pensar que están combatiendo a alguien del ELN o Bacrim que andan también uniformadas pero es alguien de las Farc, van a culpar a las Fuerzas Militares de violar el cese bilateral, mientras que dejarían desprotegida la población civil de otros grupos ilegales.
(…) Esa concentración debe ser con registros exactos en el que las Farc digan cuáles son todos sus miembros activos en cada una de las regiones del país para que los recojan y lleven a un sitio específico con una veeduría internacional, pero estoy totalmente segura que las Farc no le van a jalar a eso, porque no quieren que se sepa quiénes son los integrantes de esa organización y dónde están”, aseguró.
En igual sentido se pronunció la exfórmula vicepresidencial del uribismo, Carlos Holmes Trujillo. “Eso es un grave error y una nueva concesión indebida a las Farc, y sería un mensaje muy negativo a las Fuerzas Armadas, además de un atentado contra la Constitución. El cese bilateral nunca puede ser el punto de partida de un proceso de negociación, sino un punto de llegada. Como el gran desafío es seguir con las conversaciones en La Habana, la condición debe ser un cese al fuego unilateral de las Farc con concentración y una verificación capaz, experimentada y neutral, con músculo político y económico”.
Por otra parte, el senador del Polo, Iván Cepeda se mostró conforme con que ambas partes lleguen a un cese bilateral del conflicto antes de culminar las negociaciones.
“Esto es un avance que el doctor de la Calle reconozca que es posible un cese bilateral antes de la firma de un acuerdo de paz. De llevarse a cabo debe haber una verificación, el cese debe ser estrictamente bilateral y definitivo, o sea que no debe quedarse en el llamado desescalamiento del conflicto”, afirmó.
Por su parte, el copresidente del Partido de La U, Roy Barreras, afirmó que el cese bilateral definitivo del fuego debe ir acompañado del límite de tiempo inamovible para firmar el acuerdo final de paz este año.
Por último, sorpresivamente uno de los más férreos defensores del proceso de paz, el senador costeño Armando Benedetti, aseguró que no le gusta la propuesta de un cese bilateral al fuego antes de la consecución de la paz, “porque entonces estaríamos pendientes de si se rompió el cese y de quién lo hizo, y no de avanzar en el proceso mismo”.
