Saturnino Caicedo (conocido en el mundo artístico como “Nino”) es gerente de la Sociedad de Autores y Compositores –SAYCO- hace tres meses llegó al punto de la irritación y le pidió a los críticos que lo respeten, dijo que no es un ladrón, que está dándole un buen manejo a la sociedad.
¿Sayco es un nido de corrupción, como algunos dicen?
No lo es. El Sayco que yo conozco hoy, el Sayco que estoy inspeccionando, el que estoy conociendo, el que está en mis manos…no, rotundamente no. Yo no soy un hombre corrupto, soy compositor, un hombre serio, administrador con experiencia.
El 70 % de nuestra documentación está con la tecnología moderna y el 30 % no. Nosotros no podemos manipular las planillas. Si hay corrupción viene de afuera. Quien manipula las planillas es el corrupto. Sayco simplemente distribuye las utilidades. Es fácil hablar de corrupción, pero yo no admito que se nos siga mirando como tales.
Una historia musical suya antes de llegar a estos problemas de la dirección de Sayco...
Soy el autor de todos los éxitos de la Orquesta Guayacán (Cocorobé, ay amor, cuando hablan las miradas, Carro de fuego). En estos momentos estamos nominados al Premios Grammy. Cuando los directivos me ofrecieron la gerencia de la sociedad me pareció importante, ya que tengo una experiencia administrativa. Yo también venía administrando a la orquesta Guayacán, después fui Secretario de Cultura del Valle del Cauca, director de la Biblioteca Departamental, siempre en la administración cultural.
La cultura la han administrado invitados, pero no un doliente, porque los dolientes están por fuera. Siempre es bueno que la cultura tenga un líder.
¿Dónde están los problemas y la inconformidad?
El problema es que todos los compositores, quizá la mitad, no pueden acreditar que lo son. De los reconocimientos económicos que ha creado Sayco para grandes compositores que tienen obras de reconocimiento nacional y mundial, no todos están recibiendo el beneficio y hay otros que –en cambio- lo están recibiendo sin tener una obra de este talante. Ahí empiezan las dificultades.
¿Hay líderes de la inconformidad, esos que se suelen tomar las instalaciones?
Hay unos compositores y otros infiltrados, que no pertenecen a la sociedad. Logran entrar con documentación no idónea. Los tenemos plenamente identificados.
¿Y quiénes son los otros, que sí pertenecen a la sociedad y están protestando?
Hay casos como el del señor Armando Caldas, con un reconocimiento económico de $500 mil pesos mensuales, 6 millones al año, vitalicio, sin tener una obra de reconocimiento ni municipal, ni departamental ni nacional. Como ellos saben que hemos venido a hacer estas investigaciones, pues se van uniendo todos los que tienen debilidades para poder sustentar el dinero que están recibiendo.
También hay problemas con la señora Carmen de Choperena, una de las herederas del maestro insigne. Estamos revisando por qué una heredera está recibiendo un reconocimiento que por estatutos le debe corresponder al autor y no al heredero. Como hemos anunciado la revisión de todos estos casos…alguna gente quiere irse a la fuerza y busca decisiones extremas por parte del gobierno.
Cuál es el caso más detallado de la señora Choperena…
“La pollera colorada” es un himno nacional y siempre seguirá siendo utilizada. Pero no se puede permitir que ella venga a recibir los mismos dineros que la canción heredaba en sus mejores tiempos. Entonces, todo tiene un estudio. Todo tiene algo que sustentarse.
¿Quién es el más representativo de las personas que protestan?
Pues el más representativo como vocero es Rafael Ricardo, mas no como compositor. Rafael tiene una sola canción conocida –Mi Negra Linda- y recibe sus derechos, pero él piensa que debe percibir las mismas sumas de hace años, cuando su única canción fue éxito. Es miembro de la sociedad, unido a quienes quieren evitar investigaciones y justicia.
¿Hay un modelo exacto y preciso que determine cuánto le corresponde a cada autor y compositor?
Nosotros tenemos un monitoreo, tecnológico en un 70 por ciento. Pero las planillas que se tramitan en los pueblos son susceptibles de manipulación, en las emisoras, por parte de directores o programadores. Estamos cotizando este monitoreo, aunque es evidente la resistencia. Yo sacaré adelante ese propósito.
Estamos solucionando las cosas, pero se acostumbraron algunos al desorden y eso es lo que estamos enfrentando.
¿Sayco le paga a cinco mil personas, autores y compositores?
Hay siete mil. Les pagamos salud, les damos anticipos ordinarios, anticipos extraordinarios, auxilios exequiales o por muerte. Pero la liquidación sólo le llega a los compositores cuya música está siendo utilizada. El problema es que el compositor se incomoda cuando su música deja de ser usada.
Debemos entender todos que esta no es una entidad de beneficencia. Le da salud a todos, pero no les puede pagar a todos. No obstante, tiene unos mecanismos que se llaman una cuota de fomento que cada tres meses se entrega por un salario mínimo a todos los socios activos así no estén devengando por liquidaciones. Y medio salario mínimo a los socios adherentes que no han recibido. O sea, se le paga a todo el mundo. No se les liquida por sonar sus canciones, pero todo el mundo recibe, tiene salud y una liquidación cada tres meses. Y no soporta la sociedad eso. No alcanza.
¿Algo así como que yo hago una canción y me siguen pagando un salario mínimo o la mitad del salario mínimo si me afilio a Sayco?
Exactamente. Si la canción sigue sonando usted tiene su liquidación. Y si su liquidación es inferior, además de eso se le da, si es socio activo, un salario mínimo trimestral, o medio salario mínimo si no es socio activo, sino adherente.
Las personas que se quejan, tienen salud, tienen anticipo, tienen de todo. Y cuando un socio se merece un anticipo extraordinario, que el reglamento dice que tiene derecho a cinco veces el último recaudo que haya tenido. O sea, que si el último recaudo de la persona fue 20 millones de pesos, entonces tiene derecho a un anticipo extraordinario de 100 millones de pesos. Son beneficios societarios.
¿Entonces qué hacer?
Seguimos trabajando para lograr absoluta claridad en todos los procesos. Pero le reitero y juro que soy honesto, que no me robo un peso, que actúo con respeto por todos, pero sigo sin entender el comportamiento desleal de algunas personas, pocas por fortuna. Sayco se maneja hoy con absoluta pulcritud y transparencia.
"Que me respeten, yo no soy ladrón": Nino Caicedo
Mar, 05/11/2013 - 07:06
Saturnino Caicedo (conocido en el mundo artístico como “Nino”) es gerente de la Sociedad de Autores y Compositores –SAYCO- hace tres meses llegó al punto de la irritación y le pidió a los cr