La polémica sobre el encuentro de Donald Trump con los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana en el club Mar-a-Lago de Florida no parece tener fin. El Gobierno de Estados Unidos, mediante una declaración dada a la Agencia EFE, confirmó la conversación de Trump con Uribe y Pastrana sin dar detalles.
Según dijo una vocera de la Casa Blanca a EFE, "Los dos expresidentes eran los invitados de un miembro de Mar-a-Lago este fin de semana, y hubo una breve conversación y un apretón de manos (con Trump)". No se refirió a los temas de los que se habló en la misma.
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Esta información confirma que el encuentro se dio en una condición informal, no como una conversación de Estado. El Centro Democrático había confirmado que se dio un "encuentro social" por "invitación de terceros", mientras que Pastrana agradeció en Twitter la "cordial y muy franca" conversación con Trump.
El encuentro de Trump con Uribe y Pastrana había provocado una intensa polémica, en especial luego de que este lunes CNN dijera que la reunión había sido "un encuentro muy breve". Las reacciones de la política y las redes sociales hablaron de un "saludo de pasillo" entre los ex jefes de Estado y el mandatario estadounidense, pero la confirmación de la Casa Blanca le da un nuevo nivel.
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A pesar de esto, sí se ha presentado un serio inconveniente para el gobierno de Juan Manuel Santos. El secretario privado de la Presidencia, Alfonso Prada, aseguró este lunes la preocupación del Gobierno por los diálogos de Uribe y Pastrana con políticos norteamericanos, y la carta del senador uribista al Congreso estadounidense.
"Espero que la charla no haya sido utilizada para hablar contra Colombia ni contra el Gobierno. Y que se respete la tradición colombiana eterna en la que el trámite de las relaciones internacionales siempre está en cabeza del jefe del Estado, del Gobierno nacional", dijo Prada.
