Este martes continúa la entrega de informes sobre el secuestro político por parte de Alan Jara, el general (r) Luis Mendieta y Sigifredo López a la sala de reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz. El exgobernador del Meta ha contado cómo vivió el día en que lo secuestraron y cómo fue vivir los siete años y siete meses en cautiverio.
Siga la transmisión en vivo:
Caso 001
A propósito de la entrega de los informes orales y escritos por parte de las víctimas por secuestro político, la JEP explicó de qué se trata este caso. Argumentaron que el 13 de julio de 2018 exintegrantes del secretariado y estado mayor de Farc-EP comparecieron ante la jurisdicción. Y para esto, la sala de reconocimiento de verdad de la JEP se basó en el informe que le entregó la Fiscalía con el nombre: "Retención ilegal de personas por parte de las Farc- Ep. Resultado de esta audiencia, la sala entregó a los comparecientes de las Farc-EP un listado de personas presuntamente retenidas de manera ilegal, de cuyo paradero no se tiene conocimiento. Además, se tuvieron en cuenta, como referencia informativa, los informes del Centro Nacional de Memoria Histórica:- Una sociedad secuestrada.
- Guerrilla y población civil.
- Trayectoria de las Farc 1949-2013.
El doloroso testimonio de Alan Jara
Antes de comenzar a relatar su historia, Jara dejó en claro que estaba allí para garantizar el derecho de las víctimas a la justicia y que se garantice la no repetición. Agregó que en Colombia hay una nueva esperanza y se debe preservar lo que se ha conseguido, "la paz no solo es un derecho, es algo que se ha ganado con mucho esfuerzo y se debe pelear por ella", aseguró Jara."Estuve secuestrado 7 años y 7 meses, es decir 2760 largas noches. Puedo describir con detalle cada episodio del secuestro", mencionó al iniciar su relato".De ese tiempo explicó que se le agolpan varios recuerdos dolorosos. Mencionó que el 15 de julio de 2002 falleció su madre, recordó el asesinato de ocho miembros de la fuerza pública en un intento de rescate, el asesinato de los 11 diputados del Valle. Agregó que vivir en la selva y tener una cadena hacia que las cosas fueran aún más difícil de llevar. "Las enfermedades hacían tortuoso el día a día", indicó luego de recordar cuando tuvo hepatitis y leishmaniasis, padecimientos de los que fue curado. Por otro lado, Alan Jara recuerda que durante el tiempo que estuvo en cautiverio permaneció en 12 jaulas en total, lugares en los que lo único que los separaba del suelo eran tablas de madera, cercado por alambre de púas. Explicó que estos lugares eran tan pequeños para las personas que habían, unas 34 que él medía cuántas le correspondían a cada uno, "el resultado dio que a cada secuestrado le tocaba de a tabla y media, de ahí el nombre 'tabla y media'", dijo Jara. Asimismo, mencionó que de este triste episodio le quedaron varias incógnitas que quiere que sus captores le respondan, por ejemplo por qué no se realizó un acuerdo humanitario para liberarlo. "Se requiere que haya justicia, reparación y que estos hechos no se repitan nunca más", enfatizó. Finalmente, le preguntaron cuál cree que sería la mejor manera de compensar el daño causado, a lo que él contestó que el reconocimiento de la verdad es lo más importante. Su hijo Alán Felipe Jara, quien estuvo a su lado durante la audiencia, mencionó que lo único que quiere es conocer la verdad que rodea el secuestro de su padre, "y por qué este se oponía de manera pública cuando se iba a realizar un acuerdo humanitario". Dijo que hubo cuatro o cinco años en los que no tuvo noticias de su padre, "cuando le enviaba mensajes a mi padre no sabía si eran al vacío, porque no sabía si le estaba hablando a un muerto", mencionó.