En el país hay gran expectativa por la suerte que tengan procesos en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como el de las víctimas desaparecidas en la retoma del Palacio de Justicia, el del Miti miti, escándalo de corrupción ocurrido en 1997 en el que se adjudicaron emisoras en FM a dedo, y el de las chuzadas contra magistrados y líderes políticos de la oposición.
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Sin embargo, un informe divulgado por la CIDH revela que la tendencia en cuanto al tipo de demandas que llegan a ese organismo procedente de Colombia, ha cambiado. Expone el organismo internacional que se ha puesto de moda radicar demandas por ejemplo para dirimir controversias en accidentes de tránsito o asuntos de derecho civil como matrimonios.
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Según el ranking revelado por el organismo adscrito a la Organización de Estados Americanos (OEA), las demandas que más llegan son por concesión de licencias de construcción, choque de trenes entre altas cortes, otorgamiento de pensiones o demandas por la prestación de salud, declaratorias de insubsistencias, casos de extradición, estafas, extinción de dominio, incendios, accidentes de tránsito y responsabilidades médicas.
Al respecto, la CIDH advierte que ha habido un desborde “en el uso del Sistema Interamericano de protección de los Derechos Humanos” al interponerse esta clase de demandas que “no tienen nada que ver con los hechos que hoy día son ventilados ante la jurisdicción internacional”, pues este organismo se centra en la defensa de los Derechos Humanos.
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Sobre este tema, cabe aclarar que esta comisión estudia las demandas provenientes de países donde la justicia no se haya pronunciado al respecto, por omisión o ineptitud. Sin embargo, aclaró que las demandas insólitas descritas anteriormente se les han dado curso, para cumplir con “el primer estudio que debe hacer cuando le es elevada una petición a su conocimiento.”.
De otro lado, la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado reveló que hasta el mes de octubre, en lo corrido del año, se han radicado un total de 360 causas o demandas procedentes de Colombia en trámite, de las cuales se encuentran 281 en procesos de admisibilidad ante la Comisión, 75 en estudio de fondo y cuatro acumuladas en las etapas de admisibilidad y fondo.
En el año anterior se registraron 328 demandas o peticiones, la mayoría de las cuales aún se encuentran pendientes de estudio inicial, y han sido rechazadas 122. Según cifras entregadas por la CIDH, ha aumentado en un 37 % el volumen de asuntos tramitados contra Colombia en ese organismo.
La comisión también indicó que las demandas contra el Estado colombiano radicadas en el periodo 2013-2014, por lo general se refieren a peticiones presentadas ante la Comisión en el lapso 2004-2009, y se refieren a hechos ocurridos de 1990 a 2005. “Esta demora en la transmisión de la petición hace compleja la recolección de información, piezas procesales y documentales requeridas para contestar la petición, dificulta la activación de mecanismos de concertación con presuntas víctimas, entorpece la construcción de eventuales medidas de prevención y/o sanción, y el cumplimiento de recomendaciones según se trate”, expone el informe.
Según la CIDH, “la vida media de una petición ante el Sistema Interamericano puede oscilar entre los 15 y 20 años, y no asegura un pronunciamiento sustancial sobre el asunto”.
Por último, precisó que la CIDH no es Corte de cierre o instancia donde se puede apelar una decisión judicial por la justicia colombiana, y pone como ejemplo una demanda radicada que busca revocar doce fallos proferidos por distintos juzgados, tribunales y cortes colombianas.
Al respecto, la CIDH advierte que ha habido un desborde “en el uso del Sistema Interamericano de protección de los Derechos Humanos” al interponerse esta clase de demandas que “no tienen nada que ver con los hechos que hoy día son ventilados ante la jurisdicción internacional”, pues este organismo se centra en la defensa de los Derechos Humanos.
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De otro lado, la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado reveló que hasta el mes de octubre, en lo corrido del año, se han radicado un total de 360 causas o demandas procedentes de Colombia en trámite, de las cuales se encuentran 281 en procesos de admisibilidad ante la Comisión, 75 en estudio de fondo y cuatro acumuladas en las etapas de admisibilidad y fondo.
En el año anterior se registraron 328 demandas o peticiones, la mayoría de las cuales aún se encuentran pendientes de estudio inicial, y han sido rechazadas 122. Según cifras entregadas por la CIDH, ha aumentado en un 37 % el volumen de asuntos tramitados contra Colombia en ese organismo.
La comisión también indicó que las demandas contra el Estado colombiano radicadas en el periodo 2013-2014, por lo general se refieren a peticiones presentadas ante la Comisión en el lapso 2004-2009, y se refieren a hechos ocurridos de 1990 a 2005. “Esta demora en la transmisión de la petición hace compleja la recolección de información, piezas procesales y documentales requeridas para contestar la petición, dificulta la activación de mecanismos de concertación con presuntas víctimas, entorpece la construcción de eventuales medidas de prevención y/o sanción, y el cumplimiento de recomendaciones según se trate”, expone el informe.
Según la CIDH, “la vida media de una petición ante el Sistema Interamericano puede oscilar entre los 15 y 20 años, y no asegura un pronunciamiento sustancial sobre el asunto”.
Por último, precisó que la CIDH no es Corte de cierre o instancia donde se puede apelar una decisión judicial por la justicia colombiana, y pone como ejemplo una demanda radicada que busca revocar doce fallos proferidos por distintos juzgados, tribunales y cortes colombianas.
