Lilly Mdachiardi de 43 años lucía contenta el día de su grado, orgullosa de recibir el diploma, con el que saldrá a quitarles votos a los hombres candidatos a Juntas Administradoras Locales y Concejo Distrital.
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Pero Lilly no obtuvo el título de un posgrado o diplomado, sino un título de una escuela que graduó a sus primeras 211 alumnas en marketing político para que le ganen la contienda electoral a los hombres en los comicios regionales de octubre.
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Ésta es la primera escuela de formación política para mujeres que promueve el Estado.
“Ya tengo las herramientas para aspirar a un cargo de elección popular, y quitar el mito de que nosotras no podemos estar o entrar a unas instancias que están sólo hechas para los hombres”, dijo con contundencia Lilly.
En el curso también les hicieron énfasis a las alumnas en la prevención de los financiamientos oscuros o provenientes de organizaciones ilegales o entidades ‘fachada’.
“Aprendí cómo se hacen consensos, disensos, cómo se hacen las coaliciones, manejo de base de datos, cómo debe hacerse una campaña política. Una de las clases que más me gustó fue en la que nos mostraron las campañas políticas más exitosas a nivel mundial”, aseguró Lilly, quien aspira a un escaño en la Junta Administradora Local de Teusaquillo en Bogotá.
En el curso que tenía una duración de nueve sesiones, asistieron mujeres de todas las localidades en Bogotá, y de todos los partidos políticos.
“Tenía compañeras del Mira, de los partido conservador, liberal, pero descubrí en este curso que las mujeres tenemos cosas en común, vemos que la ciudadanía está muy aburrida de los políticos tradicionales, de la corrupción, y nosotras queremos hacer una política diferente, sin importar de qué partido o movimiento seamos”, manifestó.
Lilly señaló que su bandera en campaña será por la defensa de los derechos de las mujeres, pues “las mujeres no tenemos grandes presupuestos para salir a competir, pero sí tenemos bastante imaginación y podremos hacer unas campañas que sean bastante influyentes”.
Estefany Escobar una de las tutoras de la escuela de formación política para mujeres, le explicó a Kienyke.com cómo se impartió la cátedra.
“La escuela se dividió en cuatro fases. La fase inicial se enfocó a la etapa previa del lanzamiento de la campaña, la cual aborda todo el contexto y la viabilidad de las campañas. La segunda fase fue la planificación y creación de la campaña, mirando la estrategia que más se adecúe, las comunicaciones, el discurso. La última fase está enfocada al día después de las elecciones, para que las mujeres aprendan a cómo hacer el control electoral, y es una de las fases más importantes, ya que las campañas se pueden ganar o perder en los escrutinios. La escuela se llevó a cabo en cuatro zonas de Bogotá, norte, sur, oriente y occidente, que representaban las distintas fuerzas políticas y localidades”.
En estas fases también se orientó a las candidatas de cómo hablar en público y en muchos casos cómo vencer el miedo a las multitudes.
¿Pero por qué la necesidad de preparar a las mujeres en cargos políticos, si la actual normatividad ya las incluye en las listas de los partidos?
“Aunque hay normas y leyes como la de cuotas, que obliga incluir en las listas de candidatos de los partidos a mujeres, simplemente estos las dejan como rellenos. Lo que busca la escuela es que las mujeres no seamos rellenos en las listas, sino hacer un ejercicio consciente, responsable y que sean ganadoras. Sin embargo, encontrar en la sociedad una respuesta positiva para que la mujer participe en política es difícil.”, aseguró Escobar, quien estuvo inmersa en campañas políticas por más de diez años.
La tutora manifestó que la apuesta en la escuela fue decirles a las mujeres que tenían que tener las herramientas “para poder apostarle a una política distinta, sin tener que acudir al financiamiento de organizaciones ilegales, y para eso hay que capacitarlas para hacer un ejercicio innovador”.
Por último, señaló que la gran meta del curso es que las 211 mujeres que se graduaron sean elegidas a los cargos que aspiran en las próximas elecciones territoriales.
María Isabel Martínez, otra de las tutoras de la escuela de formación política señaló por qué el distrito le apostó a esta cátedra.
María Isabel Martínez y Estefany Escobar, tutoras de la escuela de formación política para la mujer.
“Si uno mira la historia de la participación política de las mujeres a nivel mundial, es mínimo, y una de las razones es que a las mujeres se nos ha relegado a casi sólo el espacio doméstico. Se nos ha obstaculizado el ingreso a la política, a ocupar cargos de elección popular. Por eso contamos con nueve sesiones en el curso, bastante tiempo para poder transmitirles las herramientas a las mujeres, teniendo en cuenta que cuando se hacen talleres de marketing político, se hacen apenas de uno o dos días”.
Según María Isabel, la motivación de las mujeres fue alta, “tanto que no hubo deserción, se mantuvo siempre el número de mujeres participando, hubo un alto grado de interés por hacer los ejercicios, cumplir algunos compromisos que dejábamos como tarea”.
Por su parte, la directora de la Secretaría de la Mujer, entidad que promovió el curso político, Martha Lucía Sánchez, manifestó que el objetivo del curso no es solamente que las mujeres tengan espacio en los distintos cargos públicos, sino que la agenda en los mismos tenga especial énfasis en los derechos de la mujer.
“La participación y la representación de las mujeres en los espacios como los edilatos y el Concejo hace la diferencia para colocar la agenda de los derechos de las mujeres, como tema central, independientemente de cualquier partido político”, aseguró.
Una escuela de formación política solo para mujeres
Mar, 30/06/2015 - 13:17
Lilly Mdachiardi de 43 años lucía contenta el día de su grado, orgullosa de recibir el diploma, con el que saldrá a quitarles votos a los hombres candidatos a Juntas Administradoras Locales y Conc