En 2011, las autoridades de Pensilvania (Estados Unidos), incautaron un cultivo con cuatro plantas de marihuana que superaban el metro de altura. La dueña de la plantación era Alberta Kelly, una m
En 2011, las autoridades de Pensilvania (Estados Unidos), incautaron un cultivo con cuatro plantas de marihuana que superaban el metro de altura. La dueña de la plantación era Alberta Kelly, una mujer de 67 años. Kelly dijo a las oficiales que no sabía que se trataba de un cultivo ilícito, pues las primeras semillas las recibió de un forastero barbudo que le habló de la belleza de la planta. Nunca le dijo que era marihuana. La mujer sembró las semillas y le pareció que eran hermosas hierba aromática que lucían muy bien junto a los árboles de tomate. Después de varios meses de investigación, Kelly fue absuelta de los cargos de posesión y fabricación de droga. Concluyeron que pecó por inocente.