La vida, para la ley civil y divina, está por encima de todo. Por eso, una amenaza de muerte a cualquier persona debe ser rechazada e investigada hasta dar con los responsables. Lamentablemente, en Colombia, este tipo de acciones atemorizantes son el pan de cada día. Cualquiera que exprese una idea que va en contra del pensamiento propio, que represente un riesgo para un fin personal, que ose enfrentarse a lo establecido y genere incomodidad, es víctima de una amenaza de muerte. La tolerancia, el debate con ideas y el entendimiento del derecho a la libre expresión no son el camino, la violencia continúa siendo la vía más utilizada para callar.
El más reciente caso es el del caricaturista Matador, que en sus redes anunció que abandona este espacio virtual de expresión porque podrían atentar contra su vida. Pero su caso no es el único. Han sido muchas las figuras públicas que desde este escenario, que favorece el anonimato y bajo el que se teje el manto protector a la fuente de la amenaza, que han debido denunciar el amedrentamiento, incluso tomar medidas extremas, como salir del país, para conservar su existencia. Como si las estrategias para amenazar también evolucionaran, atrás quedaron los sufragios que le llegaron a más de uno en los momentos de más cruda violencia en el país, para ser reemplazados por perfiles reales o falsos en Facebook o en Twitter, desde donde se ejecutan estos actos reprochables. Le pasó hace unos años a Alejandra Azcárate, por una polémica columna sobre la gordura, por la que la misma comediante se disculpó al reconocer que su palabras fueron ofensivas para muchas personas. También a Jerónimo, hijo del expresidente Uribe, cuando un joven - que luego fue absuelto por falta de pruebas - creó el grupo "Me comprometo a matar a Jerónimo Alberto Uribe", su argumento fue que todo se trató de una broma. Álvaro Uribe, Gustavo Petro, Piedad Córdoba, Juan Manuel Santos, por nombrar algunos personajes de la política nacional; James Rodríguez y Maluma, del mundo deportivo y la farándula, también han sido víctimas de esta práctica virtual. Sobre el caso de Matador, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, se pronunció y ordenó una investigación para hallar el origen de la amenaza. Finalmente, el Código Penal colombiano, en su artículo 347, permite condenar estas acciones: "El que por cualquier medio atemorice o amenace a una persona, familia, comunidad o institución, con el propósito de causar alarma, zozobra o terror en la población o en un sector de ella, incurrirá por esta sola conducta, en prisión de cuatro a ocho años", reza el artículo. https://twitter.com/mindefensa/status/981171650573094914 Es bien conocido que Matador usa sus caricatura sátira como medio para expresar sus posiciones políticas sobre el Uribismo y otros temas nacionales. Sus creaciones despiertan amores y odios, aunque recientemente reconoció y pidió disculpas por compartir un video de Iván Duque, que resultó ser un montaje. Y si bien acusó a los seguidores del Centro de Democrático de ser responsables de las amenazas en su contra, el propio expresidente Uribe manifestó: "Que se lancen argumentos, cero odios de clases". https://twitter.com/AlvaroUribeVel/status/981126024074354689?ref_src=twsrc%5Etfw&ref_url=http%3A%2F%2Fwww.elcolombiano.com%2Fcolombia%2Fpor-amenazas-de-muerte-caricaturista-matador-se-retira-de-sus-redes-sociales-HG8484283&tfw_creator=ElColombiano&tfw_site=ElColombiano https://twitter.com/AlvaroUribeVel/status/981158396564066304 https://twitter.com/CeDemocratico/status/981197899332837377 Otros personajes también se han pronunciado: https://twitter.com/DeLaCalleHum/status/981143719624798209 https://twitter.com/sergio_fajardo/status/981202365100515329 La vida, como está al inicio de este texto, está por encima de todo. El caso de Matador, durante esta coyuntura, debe servir de reflexión sobre cómo los colombianos manifiestan su desacuerdo ante las posiciones e ideas de los demás. También debe ser punto de partida para continuar con el análisis sobre el uso de las redes sociales. Son espacios para la expresión, pero en ellas no debe haber cabida para el abuso, la difusión del odio y, mucho menos, para lanzar amenazas de muerte. Estas son una muestra más de la #LaMalaHora de las redes sociales. [polldaddy poll=9974879]
