Con un comunicado, las Farc explicaron que mantendrán su “compromiso en cuando a no realizar más retenciones de carácter económico”, pero que se “reservan el derecho a capturar como prisioneros a los miembros de la fuerza pública” que encuentren en sus operaciones. En seguida, la guerrilla los identifica como prisioneros de guerra, y explican que esta es una práctica permitida en “cualquier conflicto que haya en el mundo”. Su escrito también insiste al gobierno en pensar en un intercambio humanitario, a pesar de sus reiteradas negativas.
