El expresidente de Interbolsa y uno de los principales implicados en el descalabro de la firma, Rodrigo Jaramillo, aceptó dos de los cuatro delitos que le imputó el ente acusador: manipulación de especie y administración desleal. Sin embargo estaría buscando un acuerdo y convertirse en testigo para recibir una disminución en la probable condena. Los delitos que no aceptó Jaramillo son concierto para delinquir y operaciones no autorizadas con recursos de los clientes.
