Publicado por: andri.gomez el Vie, 21/10/2022 - 10:22
Maximiliano Tabares desapareció en presuntas circunstancias relacionadas con una secta satánica liderada por sus familiares.

El escabroso caso relacionado con la misteriosa desaparición de Maximiliano Tabares en Antioquia tienen consternada a la comunidad por los hechos en los que estarían involucrados la madre del menor, el padrastro y la abuela, quienes, según las investigaciones de las autoridades serían parte de una secta satánica.

Luego de doce días de búsqueda, no se encontraron pistas del paradero del niño, por lo que se iniciaron indagaciones especializadas con el cuerpo de investigación de la Policía y la Fiscalía del departamento, hasta la fecha aún no se ha podido establecer el paradero del menor.

Las trabas e inconsistencias en las investigaciones se dieron luego de que la madre del menor, días después de reportar su desaparición informó que Maximiliano ya habría aparecido, sin embargo, la información fue falsa, por lo que los ojos de las autoridades se posaron en la progenitora.

Tras las indagaciones de los encargados en el caso, se descubrió que la mamá Patricia Cano, el padrastro Fabio Carmona, y la abuela Damaris Pérez, junto con personas más alias ‘Orejas’, ‘El Meditador’ y una mujer alias ‘La Discípula’, quienes estarían involucrados en una secta satánica llamada Los Carneros, quienes realizarían ritos para buscar guacas, esto, según lo revelado por las autoridades.

“En desarrollo de la investigación se pudo constatar que varios miembros del núcleo familiar, entre ellos la propia madre del niño, la abuela junto con su compañero sentimental y el padrastro del niño hacían parte de una secta conocida como ‘Los Carneros’, que además de prácticas esotéricas se decía a al negocio de la minería. El padrastro sería justamente el líder de la secta, y al parecer impartía órdenes y ejercía control sobre los demás”, anunció un comunicado de la Policía Nacional.

En las investigaciones de la policía judicial se encontraron interceptaciones telefónicas, reconocimiento fotográfico, entrevistas, verificación de medios técnicos, dictamen médico legal y elementos materiales probatorios adicionales que dieron con la presunta culpabilidad de los capturados.

Entre los delitos por los que se señala a los implicados están desaparición forzada, tortura agravada, concierto para delinquir, lesiones personales y encubrimiento por tortura. Hasta el momento el paradero del menor es incierto y las autoridades continúan trabajando en el hallazgo de Maximiliano.