Zumba gold, música e inclusión

Publicado por: admin el Lun, 30/09/2019 - 10:05
En un evento que brindó la academia de la profesora de zumba, Mónika Satizábal, llamó la atención por los movimientos en el baile y por la particularidad de sus estudiantes con discapacidad visua
En un evento que brindó la academia de la profesora de zumba, Mónika Satizábal, llamó la atención por los movimientos en el baile y por la particularidad de sus estudiantes con discapacidad visual. Su instructora de baile, una filántropa con una licenciatura en pre-escolar y certificación en zumba decidió formar una academia de zumba gold para personas ciegas en la ciudad de Bogotá. Esta iniciativa es con el fin de incentivar a la inclusión social de la personas con discapacidades y también de brindar un ambiente ameno para aquellos que se sienten excluidos por su discapacidad. Por un amigo cercano a la profesora, quien comenzó a perder su visibilidad, Mónika comenzó a cercarse a las personas invidentes. Después de una larga investigación y búsqueda de información para enseñar a las personas con discapacidad visual. "Llegué a las personas en condición de discapacidad visual, me cautivaron, me enamoraron. Empecé a buscar la forma en que ellos siguieran las coreografías de zumba. Comencé a buscar si, la zumba, que es una forma divertida de hacer ejercicio tenía programas para invidentes, al no encontrar nada, empecé a buscar una forma sencilla, fácil y divertida para que ellos puedan aprender el baile", afirmó la instructora de zumba gold a KienyKe.com Este proyecto comenzó en el año 2017 con 5 estudiantes, actualmente cuenta con 28 alumnos y cada uno de ellos lo plantea como si fuese una familia. Esta actividad, Mónika, lo realiza sin ánimo de lucro para apoyar a todas esas personas que lo requieran en el centro comercial Multiplaza. David Rubio un estudiante de la academia llegó al lugar por medio de un correo en un email (escuchándolo) y mencionó su emoción por parte de él y los compañeros al percibir el espacio acogedor para ellos con la música. "Fue impactante, pero me sentí bien por mí y por mis compañeros ciegos. Percibimos un ambiente, cómodo, alegre y sentíamos muchas personas. Aparte de eso la música sonó excelente y eso nos motivo a estar contentos y motivados para manifestar nuestras capacidades", comentó Rubio. En el evento se sumó jóvenes y adultos a acompañar en la coreografías a los estudiantes de Satizábal, quienes han convertido en misión el percibir el baile en lugar de verlo.