Existe una gran variedad de formas en las que una mujer disfruta del sexo, desde que se haga con responsabilidad y protección, todo debería salir bien, pero en algunas ocasiones, después de la rela
Existe una gran variedad de formas en las que una mujer disfruta del sexo, desde que se haga con responsabilidad y protección, todo debería salir bien, pero en algunas ocasiones, después de la relación, la vagina puede presentar sangrado, generalmente no es algo grave, a menos de que sea algo frecuente o que la sangre aumente cada vez que se tengan relaciones sexuales. Estas son algunas razones por las que ocurre.
Si la mujer experimentó sangrado después del coito puede deberse a que tuvo sexo de una manera más intensa de lo habitual, es posible que se haya dado un rasguño o abrasión en las paredes vaginales, el cuello uterino sangra cuando es golpeado demasiado fuerte.
[single-related post_id="1004520"]
Por otro lado, podría tratarse también de una infección vaginal, ya sea la reacción a levaduras, las variosis bacterianas causan cervicitis, una inflamación en el cuello uterino. Probablemente la mujer no sienta dolor con una infección de este tipo, pero si es notorio el olor que adquieren los genitales, por lo que es aconsejable empezar un tratamiento médico y alejarse de las relaciones sexuales por un tiempo.
Otra razón tras el sangrado postcoito puede deberse al uso del DIU, dispositivo intrauterino, sobre todo cuando está colocado erróneamente, esto hace que la cuerda incomode cuando se tiene sexo, lo que finalmente produce que la vagina sangre.
La fricción entre el condón y la vagina también podría generar sangrado, de hecho, podría pasar aunque el hombre no lleve preservativo. Esto sería una señal de que la mujer no está lubricando lo suficiente, lo que se recomienda es recurrir al uso de geles lubricantes, especialmente a base de agua para que no dañe el material del condón.
[single-related post_id="1003981"]
Antes de alarmarse y tomar alguna decisión, lo mejor siempre será recurrir a un especialista de confianza, sobre todo cuando la sangre se vuelve un tema regular en la sexualidad, en algunos casos puede deberse a un cáncer cervical o a estar padeciendo alguna enfermedad de transmisión sexual (ETS), es decir, puede haber presencia de células anormales en el cuello uterino o que se hayan generado llagas.