Viernes 13: ¿por qué dicen que este día es de mala suerte?

Publicado por: juan.romero el Vie, 13/01/2023 - 06:46
Aunque usted no lo crea, muchos viven este día entre la tensión y la ansiedad pues, por superstición, le temen a los viernes 13. Aquí le explicamos el origen de estas creencias.

La numerología, como palabra, tiene dos definiciones en la Real Academia de la Lengua (RAE):

1. Práctica supuestamente adivinatoria a través de los números.

2. Estudio del significado oculto de los números.

En un contexto judeocristiano el número 13 ha tenido connotaciones negativas. Bien sea por coincidencia o por razones más allá de lo comprensible, este guarismo es de los menos favoritos en occidente. Se sabe, por ejemplo, que el 13 de octubre de 1307 se desató una de las más sangrientas persecuciones de la Santa Inquisición contra los Caballeros Templarios por supuestas conductas herejes.

En el Nuevo Testamento, en el Capítulo 13 del Apocalipsis, de San Juan, se habla del Anticristo y de los ángeles de la muerte. Asimismo, en otros credos, se afirma de la existencia específica de trece espíritus malignos. 

Los viernes 13 en la cultura popular

 

En los Estados Unidos se hizo famosa, a partir de 1980, una franquicia de horror cinematográfica llamada 'Viernes 13' con la película que con ese título escribió Victor Miller y dirigió Sean Cunningham. 

Son doce las películas que conforman la prestigiosa saga, basada en la influencia maligna de Jason Vorhees, quien de niño se ahogó en un lago, el de Cristal, alrededor del cual ocurren tétricos asesinatos, que se han convertido en todo un concepto estético en el cine de horror y los thrillers. 

Viernes 13: ¿miedo a la mala suerte?

 

El miedo desbordado hacia esta fecha es denominado Paraskevidekatriafobia. En la cultura babilonia se consideraba que los días trece de todos los años bisiestos eran "cuervos de mala suerte". Los chinos lo llamaban "señor calamitoso".

Debido a que los números son fundamentales en la conservación de los dogmas religiosos y culturales basados en el cristianismo (doce son los meses del año, doce los apóstoles de Jesús) el trece podría ser el rompimiento de esas perfecciones matemáticas que dotan de misticismo a las creencias espirituales. 

Por ello, hay quienes prefieren evitar al máximo hacer cosas importantes e, incluso, salir de casa.