Del jardín a la mesa

Publicado por: admin el Jue, 27/01/2011 - 12:19
Si se prueban las capuchinas sabrán a pimienta dulce y tendrán una textura crocante. Los pensamientos serán semiamargos y aterciopelados al gusto. Las flores dejaron de ser un elemento ornamental p
Si se prueban las capuchinas sabrán a pimienta dulce y tendrán una textura crocante. Los pensamientos serán semiamargos y aterciopelados al gusto. Las flores dejaron de ser un elemento ornamental para convertirse en un ingrediente más de la gastronomía. Ensaladas, pescados, mariscos, carnes rojas y blancas, carpaccios, postres, cocteles y bebidas, hacen parte de las alternativas que usan capuchinas y pensamientos para darle un novedoso sabor  y textura al gusto. Consumir flores con sentido alimenticio, cultural y mágico viene desde los romanos y griegos. La tendencia también fue adoptada por algunas tribus indígenas americanas y asiáticas, en especial, de la India, la península de Corea y Japón. Pasaron de ser un símbolo sentimental y se convirtieron en un manjar. Sin embargo, hasta se les ha comprobado propiedades que favorecen la salud. Por ejemplo, la capuchina es rica en ácido ascórbico (vitamina C) y aceites esenciales que actúan como antibióticos. Fiore Gourmet nació de la idea de dos jóvenes caleños amantes del diseño y la gastronomía. El origen se debe a una tesis de grado, que planteó la exploración de nuevos mercados para medianos floricultores. La empresa está en funcionamiento desde hace dos años. La sede principal es en Bogotá, pero está presente en diferentes ciudades del país y produce al mes más de diez mil flores a disposición de sus clientes como los bares, hoteles, catering service y restaurantes como Leo cava y cocina, Astrid y Gastón, Don ostia, entre otros. El secreto de las flores para consumo humano está en su semilla orgánica 100% garantizada, en un cultivo apropiado para su siembra y en el control de plagas de origen orgánico, donde no se utilicen pesticidas químicos. Al finalizar el proceso y entrar al mercado el precio por unidad está entre los $400 y $700. Las flores en la comida satisfacen el gusto y traen un goce estético. Dejaron su significado cultural para despertar emociones en cada bocado. Es un deleite visual gustoso.