Es uno de los columnistas más leídos del diario El Tiempo, sus escritos en las revistas Fucsia y Soho son los más comentados, y sus entradas en los medios digitales Publimetro y Pulzo las más visitadas. Tiene más de 56 mil seguidores en Twitter, otro tanto en Instagram y en Facebook. Puede opinar sobre cualquier tema y jamás se queda con nada. Adolfo Zableh ahora es ‘video columnista’.
“La palabra YouTuber no me gusta. Entiendo que es un canal de YouTube y que está editado de manera que sea ágil, pero la verdad es que la idea surge porque yo ya hago columnas escritas” explica el periodista al sustentar por qué el contenido de sus videos es completamente distinto a aquellos que se dedican a subir cualquier tipo de material a internet. No en vano ha escrito unas 700 publicaciones para distintos medios de todo el país.
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Dice que su voz “es muy particular”, pero más particular es su forma de ver el mundo. A Adolfo Zableh no le indigna nada, más bien asegura estar obsesionado con entender por qué el ser humano actúa con doble moral: “Me obsesiona el alma humana, la esencia, por qué decimos una cosa y hacemos otra, por qué hay tanta corrupción, envidia, odio, guerra, luchas, segregación. Por qué fingimos ser hermanos y querer la vida, y lo que tenemos es una conducta autodestructiva”.
Precisamente, en la conducta cotidiana de la gente es que este comunicador barranquillero concentra ahora sus producciones y creaciones literarias. Temas como el medio ambiente, las mascotas, el proceso de paz, el plebiscito, las minorías y la libre expresión por internet son algunos de los temas que ocupan su canal en YouTube que también ha logrado llegar a más de 16 mil visitas en menos dos semanas.
El secreto del éxito de Adolfo es algo que le resulta difícil a muchos colombianos: decir la verdad. “Yo digo lo que pienso y ya. Colombia es un país mojigato y conservador en donde cualquiera que diga cualquier tipo de verdad se destaca y suena más que el resto, por el simple hecho de decir algo que los otros no son capaces” sin embargo, el columnista admite que logró llegar a este punto tras vivir procesos importantes que en muchas ocasiones han golpeado su vida duramente.
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En enero pasado decidió escribir la columna ‘De eso no se habla’ que lejos de contener su habitual opinión sobre algún suceso coyuntural, fue una catarsis. “Queda roto quien es víctima de abuso. A mí no me ha ido tan mal, me tocó tartamudear. Eso, y la eterna angustia que no se va” así comenzó Zableh la confesión del abuso sexual del que fue víctima cuando tenía cinco años.
“Me causó sorpresa porque la mandé como una más, fue la culminación de un proceso que hice durante año y medio. Que yo ‘saliera del closet’ de esa manera, hizo que la columna sonara porque la gente comenzó a entender las cosas que decía, entendieron por qué yo era así, por qué hacía lo que hacía y hasta por qué tartamudeaba” aseguró.
La tartamudez de Adolfo lo ha acompañado desde que tenía seis años y se ha convertido en una especie de sello personal. A pesar de ser transtorno de la comunicación, en la práctica se convirtió un motor lo suficientemente fuerte como para llegar a perder el miedo al rechazo y llegar a dictar conferencias ante cientos de personas.
“Ser tartamudo en Colombia es como ser negro en Estados Unidos hace 60 años: tiene uno todas las de perder y nadie lo defiende (…) A mí desde el colegio no me bajan de “Gago hijueputa” y nadie ha ido a la cárcel por eso. Y no tengo problema con el asunto, de hecho, el primero que piensa que soy un gago hijueputa que no tiene perdón de Dios soy yo mismo” escribió Adolfo Zableh en el 2013, en su columna ‘Colombia no está lista para un tartamudo’, donde relata claramente la dificultad que ha tenido para abrirse espacio profesionalmente.
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“Yo me tengo que enfrentar a la palabra todos los días y yo sí como de eso. La imposibilidad para expresarme a mi gusto hizo que me obsesionara por ser oído y que tuvieran en cuenta lo que yo tenía para decir. Es lo que vengo haciendo desde hace mucho, lo que ven ahora es el resultado de casi 20 años de darle al asunto” explica.
En su nueva etapa, Adolfo Zableh tiene listos dos stand up comedy ligados al libro 'Todos Tenemos Una Historia que Olvidar' que lanzó este año en la Feria del Libro y que según dice, “no se parecen a lo que hay hoy en el mercado en Colombia. Muy ácidos pero muy honestos”.
https://www.youtube.com/watch?v=JKWYwcb6tf8
Precisamente, en la conducta cotidiana de la gente es que este comunicador barranquillero concentra ahora sus producciones y creaciones literarias. Temas como el medio ambiente, las mascotas, el proceso de paz, el plebiscito, las minorías y la libre expresión por internet son algunos de los temas que ocupan su canal en YouTube que también ha logrado llegar a más de 16 mil visitas en menos dos semanas.
El secreto del éxito de Adolfo es algo que le resulta difícil a muchos colombianos: decir la verdad. “Yo digo lo que pienso y ya. Colombia es un país mojigato y conservador en donde cualquiera que diga cualquier tipo de verdad se destaca y suena más que el resto, por el simple hecho de decir algo que los otros no son capaces” sin embargo, el columnista admite que logró llegar a este punto tras vivir procesos importantes que en muchas ocasiones han golpeado su vida duramente.
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En enero pasado decidió escribir la columna ‘De eso no se habla’ que lejos de contener su habitual opinión sobre algún suceso coyuntural, fue una catarsis. “Queda roto quien es víctima de abuso. A mí no me ha ido tan mal, me tocó tartamudear. Eso, y la eterna angustia que no se va” así comenzó Zableh la confesión del abuso sexual del que fue víctima cuando tenía cinco años.
“Me causó sorpresa porque la mandé como una más, fue la culminación de un proceso que hice durante año y medio. Que yo ‘saliera del closet’ de esa manera, hizo que la columna sonara porque la gente comenzó a entender las cosas que decía, entendieron por qué yo era así, por qué hacía lo que hacía y hasta por qué tartamudeaba” aseguró.
La tartamudez de Adolfo lo ha acompañado desde que tenía seis años y se ha convertido en una especie de sello personal. A pesar de ser transtorno de la comunicación, en la práctica se convirtió un motor lo suficientemente fuerte como para llegar a perder el miedo al rechazo y llegar a dictar conferencias ante cientos de personas.
“Ser tartamudo en Colombia es como ser negro en Estados Unidos hace 60 años: tiene uno todas las de perder y nadie lo defiende (…) A mí desde el colegio no me bajan de “Gago hijueputa” y nadie ha ido a la cárcel por eso. Y no tengo problema con el asunto, de hecho, el primero que piensa que soy un gago hijueputa que no tiene perdón de Dios soy yo mismo” escribió Adolfo Zableh en el 2013, en su columna ‘Colombia no está lista para un tartamudo’, donde relata claramente la dificultad que ha tenido para abrirse espacio profesionalmente.
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“Yo me tengo que enfrentar a la palabra todos los días y yo sí como de eso. La imposibilidad para expresarme a mi gusto hizo que me obsesionara por ser oído y que tuvieran en cuenta lo que yo tenía para decir. Es lo que vengo haciendo desde hace mucho, lo que ven ahora es el resultado de casi 20 años de darle al asunto” explica.
En su nueva etapa, Adolfo Zableh tiene listos dos stand up comedy ligados al libro 'Todos Tenemos Una Historia que Olvidar' que lanzó este año en la Feria del Libro y que según dice, “no se parecen a lo que hay hoy en el mercado en Colombia. Muy ácidos pero muy honestos”.
https://www.youtube.com/watch?v=JKWYwcb6tf8
