“A una minoría de aficionados a la tauromaquia los defino como seres psicópatas e inherentes al dolor, que no se conforman con ver que molesten al animal, sino que plantean que hay que clavarles armas y verlos morir ”, comentó indignada Natalia Parra Osorio, directora de ALTO, plataforma Colombiana por los animales a KienyKe.com. "No creo que todos los taurinos gocen la tortura del animal".
Es la opinión que Osorio tiene sobre la becerrada, un espectáculo en el que se suelta una vaca de lidia que es recibida por aficionados que improvisan lances o muletazos ante las embestidas del animal, es una tradición de algunos jóvenes que estudian en las universidades privadas más prestigiosas del país.
(Fotos)Así fue la becerrada que molestó a los defensores de los animales
Quienes asisten al evento, aseguran que "se realiza para sentir la emoción de esquivar las embestidas de animal poderoso". Aunque en este tipo de eventos no matan a la novilla o el becerro, dicen disfrutar cuando se capote al animal "mientras se siente la adrenalina de un torero en una plaza de toros".
Alfredo Herrera, presidente de la Peña Taurina de la Universidad del Rosario, indicó que este año se han realizado tres becerradas. Invitan a estudiantes de otras universidades y colegios para que se enteren del tema a través de una fiesta taurina.
“Llegué a la universidad siendo taurino, en el colegio era anti taurino, pero me daba miedo decirlo, porque yo no sentía respaldo, en cualquier momento me podían decir que mis creencias eran retrogradas, así que me puse en la tarea de identificar a los taurinos de la universidad y la peña nace como una charla donde los participantes aportan nuevas propuestas ”.
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La tauromaquia, según Herrera, es una tradición, "es la primera actividad humana que el hombre registró en dibujo rupeste, el toro es el único animal bravo, y posee algo que no tiene otro animal y es que cuando está cerca a una amenaza no se echa para atrás, como si lo hace un león,”, dice a KienyKe.com Herrera.
Sin embargo, Natalia no está de acuerdo con los términos de ritual simbólico del que habla el joven. "Es un ritual de muerte y tortura porque tiene unos pasos establecidos, en cada paso van debilitando y agrediendo con diferentes armas al animal, hasta que al final le quitan la vida, paso a paso con sevicia. Hay quienes dicen que es la lucha del inteligente con el bruto. No es nada simbólica la tortura y la muerte porque son reales, sucede en vivo y no hay representación teatral”, explica.
Herrera defiende su posición. “Cada parte de la lidia está hecha para enaltecer esa característica del toro, para nosotros no es un pedazo de carne, sino por el contrario, es casi un dios". El animal se sacrifica, no se mata. Sí estoy de acuerdo con la muerte del toro, porque es el punto crucial de la corrida, es la diferencia de un circo y un ritual, si no hay sacrificio no hay caza ritual”, agrega el joven.
Natalia Parra no claudica, su opinión al respecto es contundente: “Los animales no evolucionaron para ser divertimiento de los humanos, un toro o un becerro no tiene por qué ser molestado, más cuando en este caso, lo hacen los taurinos para ir trayendo público para sus anacrónicas y crueles fiestas”.
Herrera aunque no es indiferente con el dolor animal, admitió, “La gente desconoce la naturaleza de la vida, todas estas películas de Disney que humanizaron a los animales nos ha dado una tergiversación de la naturaleza misma, la muerte la escondemos, la tauromaquia es un espacio de verdad entre tanta mentira”, dice el estudiante de derecho.
En este tipo de eventos participan, entre otros, hijos de exmagistrados, exconsules.
“Al toro lo consideramos como un ser superior, se le aplaude desde el primer momento que sale a la plaza, nosotros no aplaudimos al torero sino al toro como tal, el toro es un ser de admiración, es una filosofía de vida, el toro por su bravura que no le tienen miedo a nada, es un estilo de vida”, agrega.
Por otro lado, Natalia Parra fundadora de ALTO, plataforma Colombiana por los animales, dice: “Se antropoformiza (humaniza a un animal) cuando se le atribuye intereses humanos, como eso de aplaudirlo y vanagloriado, cuando ellos dicen que se le aplaude a un toro, al toro no le interesa que lo aplauden, cada animal tiene un interés en esta vida, el toro como cualquier otro animal le interesa comer, reproducirse o morir, todos los animales mueren pero ¿cuál es la condición de muerte de ese animal? ¿Por qué tienen que ser tan humillados a la hora de morir?”, pregunta.
Para Natalia hay personas que realizan este tipo de eventos para pertenecer a un grupo social, "para salir en la foto y ya hay un adoctrinamiento para normalizar y evitar la empatía con el sufrimiento que el ritual al toro", agrega.
Además, dice la animalista, "se trata de un negocio donde el ganadero le invierte dinero al toro y al espectáculo para ganar abonos y subvenciones que como animalista no estoy de acuerdo en permitir".
Según Herrera, la becerrada la realizan porque "la peña necesita un poco de dinero para pagar los animales prestados, la comida y el trago, la verdad es un regalo para los asistentes, no podemos tener boletas de 50 mil porque lo que queremos es que la gente vaya y se cree afición y perciban otra forma de ver la tauromaquia, el dinero recolectado se destina para los fondos de beca de la universidad y también para próximas becerradas".
Mientras esto pasa en una pequeña plaza de toros en La Calera, las corridas en el mundo se acaban, de a poco cierran sus puertas. En Medellín en las festividades de fin de año pasaron de once corridas a cuatro únicamente, en Cartagena ya no se ven corridas de toros y en España, cada ocho días se hacían corridas y ahora son esporádicas. "Somos un país de festejos taurinos más no de tradición", explica Mauricio Gómez, vocero del movimiento paisa Defenzoores.
Contrario piensa Herrera, quien comentó "En la plaza Marruecos, en Puente Piedra, Cundinamarca, más de tres mil almas cantaron olé este año. Después de tres años sin toros en Cartagena el año pasado se consolidaron cerca de diez mil personas, en Medellín en la Feria La Macarena se ha registrado más público que en sus anteriores y en Manizales registra una plaza llena total de 10.000 de aforo, lo que quiere decir que a su feria asisten al rededor de 70.000 personas. Recientemente consolidada en el gremio como la mas taurina de americana por su excelente asistencia".
En el debate terció la ONU. La Organización de las Naciones Unidas señala, por medio del comité de Derechos del Niño, habla de la presencia de los menores en corridas de toros.
“La presidenta del comité de Derechos del Niño en Ginebra, manifestó que se encuentra preocupada porque en Colombia se permite el ingreso a menores de edad en estos espectáculos y también porque hay escuelas taurinas en la que se le adoctrina y se les enseña a matar toros”, indicó Natalia Parra.
Muy diferente piensa Alfredo, "No hay investigaciones que condenen a los menores como espectadores de los espectáculos taurinos, si no por el contrario, hay investigaciones que desestiman eso".
¿Usted qué piensa? Respalda la postura de los jovenes universitarios o al colectivo animalista.
En este tipo de eventos participan, entre otros, hijos de exmagistrados, exconsules.
“Al toro lo consideramos como un ser superior, se le aplaude desde el primer momento que sale a la plaza, nosotros no aplaudimos al torero sino al toro como tal, el toro es un ser de admiración, es una filosofía de vida, el toro por su bravura que no le tienen miedo a nada, es un estilo de vida”, agrega.
Por otro lado, Natalia Parra fundadora de ALTO, plataforma Colombiana por los animales, dice: “Se antropoformiza (humaniza a un animal) cuando se le atribuye intereses humanos, como eso de aplaudirlo y vanagloriado, cuando ellos dicen que se le aplaude a un toro, al toro no le interesa que lo aplauden, cada animal tiene un interés en esta vida, el toro como cualquier otro animal le interesa comer, reproducirse o morir, todos los animales mueren pero ¿cuál es la condición de muerte de ese animal? ¿Por qué tienen que ser tan humillados a la hora de morir?”, pregunta.
Para Natalia hay personas que realizan este tipo de eventos para pertenecer a un grupo social, "para salir en la foto y ya hay un adoctrinamiento para normalizar y evitar la empatía con el sufrimiento que el ritual al toro", agrega.
Además, dice la animalista, "se trata de un negocio donde el ganadero le invierte dinero al toro y al espectáculo para ganar abonos y subvenciones que como animalista no estoy de acuerdo en permitir".
Según Herrera, la becerrada la realizan porque "la peña necesita un poco de dinero para pagar los animales prestados, la comida y el trago, la verdad es un regalo para los asistentes, no podemos tener boletas de 50 mil porque lo que queremos es que la gente vaya y se cree afición y perciban otra forma de ver la tauromaquia, el dinero recolectado se destina para los fondos de beca de la universidad y también para próximas becerradas".
Mientras esto pasa en una pequeña plaza de toros en La Calera, las corridas en el mundo se acaban, de a poco cierran sus puertas. En Medellín en las festividades de fin de año pasaron de once corridas a cuatro únicamente, en Cartagena ya no se ven corridas de toros y en España, cada ocho días se hacían corridas y ahora son esporádicas. "Somos un país de festejos taurinos más no de tradición", explica Mauricio Gómez, vocero del movimiento paisa Defenzoores.
Contrario piensa Herrera, quien comentó "En la plaza Marruecos, en Puente Piedra, Cundinamarca, más de tres mil almas cantaron olé este año. Después de tres años sin toros en Cartagena el año pasado se consolidaron cerca de diez mil personas, en Medellín en la Feria La Macarena se ha registrado más público que en sus anteriores y en Manizales registra una plaza llena total de 10.000 de aforo, lo que quiere decir que a su feria asisten al rededor de 70.000 personas. Recientemente consolidada en el gremio como la mas taurina de americana por su excelente asistencia".
En el debate terció la ONU. La Organización de las Naciones Unidas señala, por medio del comité de Derechos del Niño, habla de la presencia de los menores en corridas de toros.
“La presidenta del comité de Derechos del Niño en Ginebra, manifestó que se encuentra preocupada porque en Colombia se permite el ingreso a menores de edad en estos espectáculos y también porque hay escuelas taurinas en la que se le adoctrina y se les enseña a matar toros”, indicó Natalia Parra.
Muy diferente piensa Alfredo, "No hay investigaciones que condenen a los menores como espectadores de los espectáculos taurinos, si no por el contrario, hay investigaciones que desestiman eso".
¿Usted qué piensa? Respalda la postura de los jovenes universitarios o al colectivo animalista.
