El moderador del primer Festival de los Sentidos, Eduardo Braun, reconocido experto en management y desarrollo empresarial, ha recorrido el mundo interrogando a líderes de la talla de Mijaíl Gorbachov y Bill Clinton así como a celebridades como George Lucas. En esta conversación con KienyKe habla sobre sus entrevistas más importantes, qué características deben tener los líderes de hoy y la integración del marketing con los medios de información digital y las redes sociales.
¿Cuál es la entrevista que más recuerda?
Quizás la que primero se me viene a la cabeza fue una en México hace 10 años a Jack Welch (elegido como el ejecutivo más importante del siglo XX por la revista Fortune). Yo me había preparado mucho y tenía tres o cuatro hojas de preguntas, de comentarios, de temas. Estábamos en un evento de 2.500 personas. Tuve que ir al baño y en la parte trasera del teatro le entregué a alguien las preguntas. Cuando volví a los 5 minutos y pregunté por el cuestionario me dijeron que lo habían perdido. Tuve que empezar el simposio de hora y media con él sin tener ninguna pregunta, ningún comentario. Subí al escenario con una hoja en blanco pero tal era el grado de concentración, de interés por descubrir quién era Jack Welch que cuando terminé el conversatorio me envió un correo electrónico diciendo: “Ha sido la mejor entrevista que nunca tuve”.
¿Ha existido un personaje al que le haya costado sacarle una o varias respuestas?
Sí, hay personajes que son muy creativos como Richard Branson (Presidente de Virgin Group) pero que no necesariamente conceptualizan cómo hacen o por qué hacen lo que hacen. Les parece natural, les sale así, entonces cuando uno quiere que le digan por qué y cómo hizo para tener una gran multinacional, sólo responden: Lo hice, pues les cuesta explicar parte de lo que fueron sus claves de éxito. Así que en casos como este tuve que ir por las anécdotas y extraer la conceptualización de lo que lo coinvirtió en un magnate de negocios.
¿De entrevistar tantas veces a una persona se ha vuelto amigo de ella?
Jack Welch es mi mejor ejemplo. Es una persona muy cálida, curiosa, se preocupa por mí. Siempre tiene una palabra para entender cómo están mis hijos, cómo está mi vida personal. Así que es verdad que uno detrás de un escenario construye un momento especial, de atención y de mucha apertura. En la intimidad he escuchado muchas historias que han generado cercanía y que me volvieron amigo de varias personalidades.
Se dice que el éxito de una entrevista está en escuchar ¿cuál es su estilo?
Exactamente ese. Cuando uno habla, sólo habla de sí mismo, las palabras y los conceptos que uno elige, son indicadores frecuentes de cosas que hacen parte de nuestra realidad. El horizonte es tan rico que lo que yo elijo para decir, habla de mí. Es la capacidad de escuchar y la curiosidad de ver qué más hay detrás; el otro desafío es conectar con ese auditorio invisible que está detrás de las cámaras y pensar a él qué le interesa de este tema, de este personaje, por qué lo tiene que escuchar. Entonces ser ese puente entre una realidad escondida del líder y una persona que pueda aprovechar esa historia, es el éxito.
¿La experiencia de haber tenido que entrevistar a personajes importantes y destacados en el ámbito internacional, sirve para tener una definición clara de lo que es un líder?
Absolutamente. Tengo mi propia convicción, si yo he escuchado dos mil horas de liderazgo, y yo puedo elegir una hora, esa hora es la mía y la tomo como un gran rompecabezas de palabras y conceptos. Yo creo que un líder tiene cinco roles claves que son: establecer la visión(a dónde vamos) gestionar y juntar el talento (la gente), establecer los sistemas de toma de decisiones, comunicar y el último y quizás no muy poco conocido: establecer la cultura. Los grandes directores ejecutivos lo que han hecho es establecer culturas muy poderosas y efectivas.
Para cada uno de esos roles hacen falta características particulares como ser apasionado, visionario, inteligente, empático, corajudo, responsable, consistente, son todas particularidades de todos los líderes que yo he conocido.
¿Cómo se da uno cuenta que está al lado de una persona con el don del liderazgo?
Es verdad que hay líderes que tienen un gran magnetismo y que antes de hablar tienen mucha presencia. Yo te puedo decir, al líder le importa la gente. Personas como Jack Welch cuando habla con periodistas o con gente del común está con ellas, las mira y las escucha. Los líderes hacen ese contacto con la gente.
Recuerdo la primera vez que hice un evento en Chicago (Estados Unidos) con el expresidente Bill Clinton. Cuando entramos por detrás del centro de convenciones vio en un momento dado a un camarero que estaba muy atento a su llegada y manteniendo una puerta cerrada. Se detuvo y fue hasta él, le dio la mano y lo saludó. Clinton ya había tenido sus años en la presidencia, no podía ser reelecto, no estaba en campaña; sin embargo tuvo esa sensibilidad de ver la mirada de admiración que recibía por parte de ese señor.
Herb Kelleher, el entonces director ejecutivo de Southwest Airlines Co. (una de las compañías aéreas más importantes del mundo) siempre ha dicho: “El asunto, lo importante del tema de los negocios es la gente”.
¿Un líder tiene las características propias de nacimiento o se va construyendo en función de determinados hábitos?
Sin duda se va haciendo y va creciendo a lo largo del tiempo y también sin dudarlo hay algunas características que uno tiene al nacer. Sin embargo en ese abanico de posibilidades uno va salteando una etapa muy importante que es la vida desde que se nace hasta los 18 años, esa etapa forja líderes, la educación en la niñez y en la adolescencia, forma. Los tres líderes que nombré anteriormente hablan de sus madres como mujeres exigentes pero que hicieron crecer su autoestima; es difícil que una persona a los 20 años sin autoestima pueda llegar a ser un buen dirigente.
Winston Churchill es el contraejemplo: tenía un padre que era muy duro con él, le decía que era un inútil, un inservible, un bueno para nada. Pero cuando uno mira su vida podría decirse que tomó riesgos increíbles. Con una interpretación quizás freudiano puedo decir que se pasó toda su vida tratando de demostrarle a su padre que él valía. Si Churchill hubiera tenido un terapeuta, por ahí hubiera terminado pintando acuarelas mediocres en el mediterráneo francés.
¿La confianza en sí mismo es determinante para no darse por vencido?
Cuando le pregunté a Clinton quién fue su primer mentor, él me respondió: “Mi madre, ella tuvo una vida muy dura, fue viuda un par de veces, con una situación económica difícil. Ella me dijo literalmente ‘nunca jamás te des por vencido’.” Pero Tony Blair complementa diciendo que hay que tener esa confianza en sí mismo sin caer en la arrogancia, porque el líder tiene que saber cuándo doblar, tiene que saber la realidad para frenar y replantear. En esa flexibilidad es que está el secreto de muchos líderes. Confianza en sí mismo, determinación persistencia, insistencia y al mismo tiempo capacidad de aprendizaje.
¿Cómo involucrar el liderazgo y la gestión de negocios con esta nueva oportunidad que se está dando en las redes sociales, en el contacto directo con la gente?
Lo que está claro es que hay que hacer foco en escuchar al cliente, entenderlo, percibir lo que siente a través de todas las herramientas que tengo (cara a cara, correo electrónico, llamada telefónica, redes sociales). Obviamente el marketing ya no es una herramienta unidireccional donde yo grito una característica de mi producto. El éxito está en entregarme a escuchar y en ese escuchar es muy difícil porque yo tengo que saber priorizar; no todos los clientes tienen la misma voz, no puedo tener al cien por ciento de mis usuarios satisfechos. Tengo que saber a qué segmento de clientes apunto. Empalmando esta respuesta con el liderazgo Herb Kelleher decía: “Lo más importante no es mi cliente, lo más importante es mi empleado…cuando yo me ocupo de ellos y los ayudo a facilitar su trabajo, a sacar lo mejor de sí, yo puedo decir con seguridad que se van a ocupar bien del cliente”.
¿Qué importancia juegan entonces las redes sociales y los medios informativos digitales en la diversificación empresarial?
El impacto que tienen las redes sociales se está construyendo todavía, hay un montón de incógnitas. Estamos a los albores de esa industria, sin embargo ya podemos decir que en el esquema tradicional del marketing donde yo tengo un mensaje y lo muestro a través de diarios, revistas, televisión o radio y espero a que la audiencia elija mi producto o no, ese sistema lineal y unidireccional ya no existe. Hoy la gente decide que auto comprar antes de tener que comprarlo pues escucha a sus amigos a través de las redes sociales. Es ahí donde uno tiene que ir influyendo en ese cliente de forma permanente y adecuada. Ahí están los desafíos: creando, entendiendo y escuchando a la comunidad en un esquema espiralado (yo hablo, ellos hablan, yo escucho, yo cambio).
El impacto certero para cualquier empresario o líder es tener estas recomendaciones en su agenda. Que el porcentaje de mi marketing tenga una línea digital no menor a un 15% pero sobretodo que no sea igual que el mercadeo tradicional. Tengo que poner recursos e investigación en diseñar este nuevo mecanismo para comunicarme a través de redes sociales o medios digitales de información.
¿La experiencia de haber tenido que entrevistar a personajes importantes y destacados en el ámbito internacional, sirve para tener una definición clara de lo que es un líder?
Absolutamente. Tengo mi propia convicción, si yo he escuchado dos mil horas de liderazgo, y yo puedo elegir una hora, esa hora es la mía y la tomo como un gran rompecabezas de palabras y conceptos. Yo creo que un líder tiene cinco roles claves que son: establecer la visión(a dónde vamos) gestionar y juntar el talento (la gente), establecer los sistemas de toma de decisiones, comunicar y el último y quizás no muy poco conocido: establecer la cultura. Los grandes directores ejecutivos lo que han hecho es establecer culturas muy poderosas y efectivas.
Para cada uno de esos roles hacen falta características particulares como ser apasionado, visionario, inteligente, empático, corajudo, responsable, consistente, son todas particularidades de todos los líderes que yo he conocido.
¿Cómo se da uno cuenta que está al lado de una persona con el don del liderazgo?
Es verdad que hay líderes que tienen un gran magnetismo y que antes de hablar tienen mucha presencia. Yo te puedo decir, al líder le importa la gente. Personas como Jack Welch cuando habla con periodistas o con gente del común está con ellas, las mira y las escucha. Los líderes hacen ese contacto con la gente.
Recuerdo la primera vez que hice un evento en Chicago (Estados Unidos) con el expresidente Bill Clinton. Cuando entramos por detrás del centro de convenciones vio en un momento dado a un camarero que estaba muy atento a su llegada y manteniendo una puerta cerrada. Se detuvo y fue hasta él, le dio la mano y lo saludó. Clinton ya había tenido sus años en la presidencia, no podía ser reelecto, no estaba en campaña; sin embargo tuvo esa sensibilidad de ver la mirada de admiración que recibía por parte de ese señor.
Herb Kelleher, el entonces director ejecutivo de Southwest Airlines Co. (una de las compañías aéreas más importantes del mundo) siempre ha dicho: “El asunto, lo importante del tema de los negocios es la gente”.
¿Un líder tiene las características propias de nacimiento o se va construyendo en función de determinados hábitos?
Sin duda se va haciendo y va creciendo a lo largo del tiempo y también sin dudarlo hay algunas características que uno tiene al nacer. Sin embargo en ese abanico de posibilidades uno va salteando una etapa muy importante que es la vida desde que se nace hasta los 18 años, esa etapa forja líderes, la educación en la niñez y en la adolescencia, forma. Los tres líderes que nombré anteriormente hablan de sus madres como mujeres exigentes pero que hicieron crecer su autoestima; es difícil que una persona a los 20 años sin autoestima pueda llegar a ser un buen dirigente.
Winston Churchill es el contraejemplo: tenía un padre que era muy duro con él, le decía que era un inútil, un inservible, un bueno para nada. Pero cuando uno mira su vida podría decirse que tomó riesgos increíbles. Con una interpretación quizás freudiano puedo decir que se pasó toda su vida tratando de demostrarle a su padre que él valía. Si Churchill hubiera tenido un terapeuta, por ahí hubiera terminado pintando acuarelas mediocres en el mediterráneo francés.
¿La confianza en sí mismo es determinante para no darse por vencido?
Cuando le pregunté a Clinton quién fue su primer mentor, él me respondió: “Mi madre, ella tuvo una vida muy dura, fue viuda un par de veces, con una situación económica difícil. Ella me dijo literalmente ‘nunca jamás te des por vencido’.” Pero Tony Blair complementa diciendo que hay que tener esa confianza en sí mismo sin caer en la arrogancia, porque el líder tiene que saber cuándo doblar, tiene que saber la realidad para frenar y replantear. En esa flexibilidad es que está el secreto de muchos líderes. Confianza en sí mismo, determinación persistencia, insistencia y al mismo tiempo capacidad de aprendizaje.
¿Cómo involucrar el liderazgo y la gestión de negocios con esta nueva oportunidad que se está dando en las redes sociales, en el contacto directo con la gente?
Lo que está claro es que hay que hacer foco en escuchar al cliente, entenderlo, percibir lo que siente a través de todas las herramientas que tengo (cara a cara, correo electrónico, llamada telefónica, redes sociales). Obviamente el marketing ya no es una herramienta unidireccional donde yo grito una característica de mi producto. El éxito está en entregarme a escuchar y en ese escuchar es muy difícil porque yo tengo que saber priorizar; no todos los clientes tienen la misma voz, no puedo tener al cien por ciento de mis usuarios satisfechos. Tengo que saber a qué segmento de clientes apunto. Empalmando esta respuesta con el liderazgo Herb Kelleher decía: “Lo más importante no es mi cliente, lo más importante es mi empleado…cuando yo me ocupo de ellos y los ayudo a facilitar su trabajo, a sacar lo mejor de sí, yo puedo decir con seguridad que se van a ocupar bien del cliente”.
¿Qué importancia juegan entonces las redes sociales y los medios informativos digitales en la diversificación empresarial?
El impacto que tienen las redes sociales se está construyendo todavía, hay un montón de incógnitas. Estamos a los albores de esa industria, sin embargo ya podemos decir que en el esquema tradicional del marketing donde yo tengo un mensaje y lo muestro a través de diarios, revistas, televisión o radio y espero a que la audiencia elija mi producto o no, ese sistema lineal y unidireccional ya no existe. Hoy la gente decide que auto comprar antes de tener que comprarlo pues escucha a sus amigos a través de las redes sociales. Es ahí donde uno tiene que ir influyendo en ese cliente de forma permanente y adecuada. Ahí están los desafíos: creando, entendiendo y escuchando a la comunidad en un esquema espiralado (yo hablo, ellos hablan, yo escucho, yo cambio).
El impacto certero para cualquier empresario o líder es tener estas recomendaciones en su agenda. Que el porcentaje de mi marketing tenga una línea digital no menor a un 15% pero sobretodo que no sea igual que el mercadeo tradicional. Tengo que poner recursos e investigación en diseñar este nuevo mecanismo para comunicarme a través de redes sociales o medios digitales de información.
