En medio de montañas del Chocó, desde donde se adelantan operativos contra la minería ilegal, el Presidente de la República, Juan Manuel Santos, habló y confundió sobre la incierta situación de la periodista Salud Hernández Mora.
Según Santos, al parecer Salud Hernández está internada en la selva, adelantando un trabajo periodístico. Una “fuente fidedigna” se lo contó, pero esa fuente, también, al parecer, no es tan confiable como para poderlo asegurar ciento por ciento.
Los sinónimos de la palabra fidedigna son, entre otros, fiable, veraz, fehaciente, auténtica, verídica, indiscutible, irrefutable y segura.
Así las cosas para el presidente lo fidedigno no es fidedigno.
Renglón seguido dijo que el “ELN está viendo cómo la regresa a la libertad”. ¿Libertad?... Según se entiende a una persona la dejan en libertad cuando está cautiva, retenida o secuestrada.
Para Santos tiene lógica la versión que le entregó su fuente “fidedigna”. Pero por qué si la información proveniente de su fuente es fiable, irrefutable y segura, que a la larga vendría siendo lo mismo, no dejan que la periodista siga haciendo su trabajo; porque no saben nada, porque Salud se perdió del mapa desde el pasado sábado y nadie, tal vez ni ella misma, sabe dónde está.
Infortunadamente de la periodista colombo-española nadie sabe algo y todos, hasta el mismo Presidente, solo tienen suposiciones; la misma información que tienen de Diego D’ Pablos y Carlos Melo, los dos periodistas que también están desaparecidos en la misma zona.
“Sobre los dos periodistas de RCN no tenemos información, suponemos que algo parecido les debió suceder”, dijo el mandatario.
