La misión secreta más torpe de la Segunda Guerra Mundial

Lun, 05/03/2012 - 13:47
Antes de las netwars , donde las armas predilectas son los virus informativos, antes de los drones o vehículos aéreos no tripulados, de vuelos perfectos, fríos,de objetivos inelud
Antes de las netwars , donde las armas predilectas son los virus informativos, antes de los drones o vehículos aéreos no tripulados, de vuelos perfectos, fríos,de objetivos ineludibles y dirigidos desde cómodas oficinas en países distintos a aquellos en los que realizan sus operaciones, las grandes guerras, las (últimas) modernas, como la Segunda Guerra Mundial,  las libraban simplemente hombres aguerridos, de todos los orígenes, muchas veces recién llegados (extraídos) de sus habituales ocupaciones, como carpinteros, estudiantes, tenderos, en épicos carruajes o naves de hierro y acero que dejan en nuestras mentes, mas que las duras imágenes de la guerra de sangre y dolor, fotografías de grandeza. Pero, ni la grandeza, ni nada, es inmune a las peripecias del destino y tal vez, en toda la historia de la guerra naval, no exista una embarcación a la que aquel le hubiese jugado mas y peores bromas, que al hundido USS William Porter: a continuación, haciéndome el favor de salirme de los escritos de coyuntura, desde varios relatos, páginas web y libros ( en especial, la obra "On Seas of Glory: Heroic Men, Great Ships, and Epic Battles of the American Navy" de John Lehman , que me sirve de fuente principal) recupero su historia: El PORTER fue un imponente “Destructor”, hijo de una línea de producción apresurada de que le dio gran cantidad de embarcaciones hermanas, tripulado, como la mayoría de las naves en aquellos ya viejos y grandes conflictos, por jóvenes, inocentes, sustraídos de sus vidas suburbanas y llevados a la línea de meta de la historia, escudados en los discursos patrioteros de siempre, pero muchas veces condenados, tanto por el enemigo, como por la falta de experiencia. [caption id="" align="alignnone" width="454" caption="El desdichado USS PORTER"][/caption] En sus inicios, la embarcación no tuvo tareas ni suerte distintas a la de sus naves hermanas, incluyendo el hecho de recibir un Comandante “recien llegado al oficio”, Wilfred - Walter, quien también hacia parte de esa tradición de formar oficiales de forma apresurada para las grandes guerras que consumen mas hombres que plomo y combustible. El llamado de la historia para el USS PORTER llegó en noviembre de 1943, para muchos, el año decisivo de la Segunda Guerra Mundial; su tarea, escoltar la embarcación insignia de la naval de los Estados Unidos, el acorazado USS IOWA, en un misión ultrasecreta, que implicaba máxima velocidad y total sigilo radial para llevar sin que el enemigo lo supiera, al Presidente Franklin D. Roosevelt (FDR), al Secretario de Estado y a la cúpula militar, sanos y salvos, a la Conferencia de Teherán, una de las cuatro (con Cairo, Yalta y Postdam) que de la mano de Stalin, Churchill y Roosevelt, sellarían el destino de la Segunda Guerra Mundial. [caption id="" align="alignnone" width="407" caption="Conferencia de Teheran"][/caption]   El primero de los tropiezos ocurrió al inicio del viaje, saliendo del histórico puerto de Norfolk, cuando camino a unirse al convoy presidencial, el USS PORTER, en una novatada solo envidiable para el Costa Concordia, olvidó recoger su ancla, la cual arrastró hasta la salida del puerto destruyendo el casco de otras naves de su mismo tipo y de paso rompiendo amarras y hundiendo cuanto bote menor y aparejó se le cruzó. Naturalmente, no hubo tiempo de volver a pedir disculpas, pues el destino de “cuidar” al Presidente, le aguardaba. Tan solo 24 horas después de su estrepitosa salida de puerto y ya en formación con el resto del convoy, el silencio radial imperaba en tanto pronto se adentrarían en aguas infestadas de submarinos alemanes, situación que obligaba a la tripulación de cada embarcación a afinar lo mas pronto posible, sus ejercicios de defensa, especialmente, en el caso de los destructores, el uso de cargas de profundidad en contra de los submarinos. Los ejercicios planeados implicaban que el PORTER dejará caer varias bombas falsas en el camino, para procurar el alistamiento de su tripulación en caso de una real emergencia; la “real emergencia” llegó unas horas después, cuando, a pocos metros del IOWA, en el que descansaba el presidente FDR, el PORTER dejó caer una carga de profundidad real, literalmente enloqueciendo a todo el convoy, destruyendo la ilusión de pleno silencio radial y obligando a todas las naves a hacer maniobras antisubmarinos, ante lo que creyeron era el inminente ataque furtivo de los U-Boote de Hitler; todas las naves iniciaron un despliegue de movimientos, alertas de radar, sirenas y lanzamiento de bombas que solo se vio interrumpido por la transmisión desde la cabina del PORTER “Que pena, fuimos nosotros, -perdimos- una carga por la borda”. La situación ya amenazaba con la ruina y la carrera de los tripulantes del PORTER se venía abajo, fueron duramente aconductados por los otros almirantes del convoy pero, “afortunadamente” para ellos, no fueron retornados a puerto, sino que prosiguieron el honroso viaje acompañando al ya, naturalmente incomodo, presidente Roosevelt. Acto seguido, el 14 de noviembre de 1943, los ilustres tripulantes del IOWA, en aguas mas protegidas, las cercanas a la Isla Bermuda (Bermudas) solicitaron al almirantazgo una muestra de las defensas aéreas y marítimas del acorazado, a lo que la tripulación, honrada, respondió lanzando globos para la práctica de las baterías antiaéreas. Como si de un festival se tratara, pronto todo el convoy se unió al despliegue de fuerza, utilizando cargas muertas y salvas en contra de los indefensos globos, “naturalmente”, también lo hizo el ya sonrojado USS PORTER. La escena parecía la reconciliación del PORTER con el convoy: El destructor disparaba jovial también a los globos y lanzaba cargas, ahora si falsas, como torpedos inactivos, mientras sus cañones escaneaban el cielo participando del ejercicio, pero prontamente, como ocurre con todas las torpezas, que no dan espera, la tranquilidad se rompió con el inconfundible sonido y estela de un torpedo real, que obligo al IOWA, tras un (otro mas) embarazoso llamado de alerta por parte del PORTER, a efectuar fuertes maniobras evasivas e incluso se cuenta, que, mientras el presidente FDR veía aterrado el torpedo acercándose, desde proa, agentes del servicio secreto que lo acompañaban, desenfundaron sus pistolas, como queriendo dispararle al torpedo y darle muerte. Aquel díscolo torpedo estalló a solo metros del Presidente en la turbulencia dejada por el IOWA en su apresurada retirada, “Perdón, fuimos nosotros, de nuevo”, se escuchó en la radio. Uno de los encargados de desmantelar los torpedos y poner salvas en los lanzadores, olvido hacerlo con el último de ellos. Esta vez, no hubo respuesta radial amistosa o ejemplarizante, a tal “torpeza” se le respondió con máxima sospecha de que el PORTER fuera parte de un complot nazi de asesinato al Presidente y por primera vez en la historia, toda la tripulación de una nave americana fue puesta bajo arresto y enviada a Bermuda para su juicio; se dictaron largas sentencias a sus tripulantes por sus ineptas acciones, pero el Presidente, comprensivo, las perdonó. El problemático acorazado no terminó su viaje con el Presidente, el cual, a pesar de lo patético del “sigilo”, “seguridad” y “secreto” de la operación llegó a salvo a una de las reuniones mas importantes de todo el conflicto y tal vez de toda la historia, el PORTER, por su parte fue enviado como castigo a las lejanas islas Aleutianas hasta 1945, donde antes de salir rumbo a aguas mas calidas, no olvido dejar su marca, disparando accidentalmente balas de cañón a la casa de un comandante cercana a la costa. Pareciera que mas error era imposible, pero la historia tiene su extraña manera de ensañarse cuando así lo quiere y en 1945, ya fuera de castigo y de vuelta en la batalla, en el “teatro del pacífico”, donde ya era victima de su fama y las otras naves siempre le saludaban con un burlón “No dispare, somos republicanos!!”, un kamikaze, que tenía por objetivo otro destructor, cayó al mar demasiado pronto y en vez de estallar al veloz contacto con la pared de agua, como lo dicta la física de todos los días, inéditamente, recorrió submarinamente una corta distancia, para estrellarse por debajo (y no por encima, como cualquier marino hubiera temido de un avión) , contra el PORTER y finalmente hundirlo, con todas sus victorias y torpezas. [caption id="attachment_8119" align="alignnone" width="300" caption="Hundimiento del USS PORTER justo al lado de una nave mas afortunada"][/caption] ________________________________________________________________________________________ Fuentes: On Seas of Glory: Heroic Men, Great Ships, and Epic Battles of the American Navy" de John Lehman. 2002 http://www.historynet.com/uss-william-d-porter-the-us-navy-destroyers-service-in-world-war-ii.htm http://www.usshancockcv19.com/histories/willie-d.htm http://www.historynet.com/uss-william-d-porter-the-us-navy-destroyers-service-in-world-war-ii.htm http://www.ussiowa.org/general/html/willie_d.htm ________________________________________________________________________________________ Walter Arévalo. Politólogo (Grado Meritorio) y Abogado Rosarista. Profesor H. Cátedra  Análisis Político Internacional. Universidad del Rosario.Ha sido Miembro de la línea de Investigación en derecho Internacional. Columnista Invitado en el NUEVO SIGLO, lasillavacia.com, Kienyke.com, y los periódicos confidencialcolombia.com y libretadeapuntes.com  Colaborador del Anuario Colombiano de Derecho Internacional. Director Editorial www.thebluepassport.com . Ha sido parte de iniciativas del Pacto Global de Naciones Unidas en Colombia y de la Agencia Trust For The Americas de la Organización de Estados Americanos. 2011 Galardonado con el Premio Asociación Cavelier del Derecho al mejor trabajo de Investigación para el Observatorio de derecho internacional 2009-2010 TWT: @walterarevalo . walterarevalo.com 
Más KienyKe
Francisco Lopera Restrepo se llevó el premio por su investigación en el campo del Alzheimer.
¿Dónde hubo fuego cenizas quedan? Carolina Cruz, en medio de una oleada de críticas, respondió con un piropo a Lincoln Palomeque.
Ante las recurrentes intimidaciones recibidas por la concursante de 'La Casa de los Famosos', su equipo jurídico ha decidido emprender acciones legales para proteger su identidad y seguridad.
El incendio que arrasa desde esta mañana el histórico edificio de la antigua bolsa de Copenhague continúa fuera de control.