De la noche a la mañana, el mundo de las comunicaciones cambió con internet y los periodistas debemos adaptarnos al mundo digital, o perecemos. Es la conclusión de la conferencia magistral que pronunció el director del Washington Post en la apertura formal del Festival Gabriel García Márquez, en Medellín.
Su recomendación es que “hay que acoger con entusiasmo el cambio” y aprender todos los días, con optimismo, con ingenieros, con gran esfuerzo de todos para enfrentar los retos de hoy y los imprevisibles que vienen.
-Y algo más importante, el periodismo no es solo digital sino “móvil”. La gente ya no busca noticias, las espera en su celular, en su bolsillo, historias poderosas que lo inviten a seguirnos.
Barón denunció los abusos sexuales de algunos sacerdotes, protegidos por la jerarquía eclesiástica, que inspiraron la película Spotlight, galardonada internacionalmente y analizada una y otra vez en facultades de periodismo como ejemplo de trabajo investigativo.
“Hoy debemos reconocer de una vez por todas que estamos frente a un medio completamente nuevo. Este nuevo medio reclama sus propias formas de contar historias, de la misma manera que la radio y la televisión tienen las suyas. Puede que resulte que los móviles representen un nuevo medio por sí mismos”, expresó Barón, ante un auditorio que lo respeta.
También se refirió a un asunto que consideró más duro que la financiación de los medios y la tecnología: las mentiras que se difunden en redes y que compiten con la verdad, y que creen muchas personas, como ejemplo…que Obana no nació en Estados Unidos, cuando nada lo desmiente. O que es musulmán, o que los tiroteos y las muertes recientes en Estados Unidos son “montajes” para obligar al control de las armas.
La misión de los periodistas es buscar la verdad, dijo Barón. E insistió que por encima de todos los retos mencionados, hay que seguir haciendo reportería, estar en el lugar de los hechos, investigar, confrontar.
El festival García Marquez, que organiza la Fundación Gabo, se desarrolla por cuarta vez en la ciudad de Medellín, con asistencia de periodistas de Iberoamérica, con el apoyo de la alcaldía de Medellín y la empresa privada: Sura y Banco de Colombia. Y tiene en Jaime Abello Banfi a un formidable anfitrión.
