Cinco integrantes de la fuerza pública habrían sido asesinados en la última semana por el llamado clan Úsuga dentro del plan pistola anunciado por ese grupo armado ilegal en todo el país y el paro armado adelantado en Urabá.
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Las más recientes víctimas fueron el capitán del Ejército, Andrés Lugo López y un patrullero de la Policía. El oficial del Ejército fue atacado este jueves con una granada cuando se movilizaba en un vehículo con su hija y esposa, quien resultó herida, en cercanías del municipio de Turbo, Antioquia.
El patrullero de la Policía fue asesinado cuando se dirigía a una cita médica en el Chocó. Estos ataques se registraron horas después que el mismo ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, revelara que otros dos policías resultaran heridos luego que integrantes del clan Úsuga activaran un artefacto explosivo en el municipio de Zaragoza, Antioquia.
Estos ataques se registraron horas después que el clan Úsuga anunciara un paro armado en la región del Urabá, después que la Policía diera de baja en las selvas del Chocó al jefe militar de esa organización, Jairo de Jesús Durango, alias ‘Guagua’. Asimismo, el ministro Villegas anunció que la fuerza pública está en máxima alerta, luego que fueran capturados en los dos últimos días 33 integrantes del clan en varios departamentos.
Expertos han señalado que el paro armado en el Urabá se debe a la presión que ha ejercido la fuerza pública sobre el clan Úsuga en esa región, donde funciona el principal corredor del tráfico de armas y drogas con destino a Panamá por el Chocó.
Las autoridades en Bolívar creen que detrás del asesinato de tres policías llevado a cabo en Cartagena el sábado pasado está el clan Úsuga, en retaliación a recientes incautaciones de cocaína y dentro del plan pistola.
La Policía y la Fiscalía investigan si detrás del homicidio de otros cinco policías en otras regiones del país como Santander, estaría detrás el clan Úsuga, organización que ha ofrecido un millón de pesos por cada uniformado asesinado.
