En los últimos días se han dado a conocer nuevas medidas restrictivas en Bogotá debido al alarmante incremento de casos de Covid-19 en la ciudad. Desde el lunes regresó el pico y cédula y a partir del miércoles 23 de diciembre no se podrá comercializar licor, por estas razones los comerciantes formales han expresado su preocupación, pues no avanzarían en su recuperación económica.
Además, la alcaldesa Claudia López se refirió a la posibilidad de implementar medidas en los centros comerciales de algunas localidades pues el foco de contagio estaría en esos lugares y no en sectores en donde se han registrado varias aglomeraciones como San Victorino.
"El contagio en Bogotá no está creciendo en el centro de la ciudad, está creciendo en Usaquén, Chapinero y Suba. Si por vender más bajan la bioseguridad tendrán restricciones de cuidado, ellos y toda la ciudad. Porque no podemos permitir que esto se desproporcione. Es cierto que comparativamente otras ciudades de Colombia, Bogotá tiene situación relativamente moderada de ocupación de UCI, pero ha venido subiendo a una velocidad que debemos controlar", detalló la mandataria local.
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Dichas declaraciones están sustentadas en que a diferencia del primer incremento de contagios que se concentró en el suroccidente de Bogotá, este segundo incremento está concentrado en el noroccidente de la ciudad: Usaquén, Chapinero, Suba, Teusaquillo, Barrios Unidos, Engativá y Fontibón.
No obstante, los comerciantes formales de la ciudad han rechazado ese tipo de medidas porque resultarían inconvenientes por el momento en el que se están decretando. Desde Fenalco se pronunciaron ante esa situación y señalaron que es el comercio informal el que está generando el incremento de contagios de Covid-19.
"La restricción del pico y cedula en este momento la vemos como algo inconveniente, porque el comercio formal viene cumpliendo con todos los protocolos, efectivamente hay una situación muy difícil en la ciudad y una gran demanda de UCI y obviamente sabemos que los casos vienen subiendo, pero el trabajo debe ser evitando aglomeraciones en algunos sectores y en el comercio informal que es el que está generando toda esta situación", afirmó Juan Esteban Orrego, presidente de Fenalco Bogotá.
Orrego mencionó que el comercio formal esta su recta final: los restaurantes tienen una gran cantidad de inventario de perecederos y los comerciantes tienen inventarios con los cuales vienen trabajando de manera coherente y consciente en la época de diciembre.
"Recordemos que ese comercio formal es el que tributa, es el que genera empleo que es lo que hace que la ciudad pueda funcionar, por favor reconsideremos el tema en lo que tiene que ver con el comercio formal y trabajemos en forma conjunta para evitar las aglomeraciones en estos lugares donde todos tenemos claridad", concluyó el presidente de la agremiación.
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Adicionalmente, desde hoy se prohibió el expendio y consumo de alcohol en el espacio público, medida que podría afectar a muchos comerciantes de Bogotá que comercializan bebidas alcohólicas en esta temporada del año.
Kienyke.com conoció el caso de Antonio Pertúz, un comerciante del sector de Chapinero que tiene una distribuidora de licores y vería gravemente golpeadas sus finanzas por dicha restricción a unos días de la celebración de Navidad y Año Nuevo.
"Este negocio se mueve mucho en diciembre, los días previos a las celebraciones se vende bastante trago y ahora con la prohibición eso seguramente afectará el bolsillo. Tampoco deja contratar más trabajadores para la temporada, porque si no se vende antes hay que dejar el mínimo de trabajadores", expresó el comerciante.
