
El panorama laboral en Colombia está experimentando transformaciones significativas con la implementación progresiva de la reducción de la jornada laboral, una medida establecida por la Ley 2101 de 2021 que entró en una nueva fase el 16 de julio de este año. Este cambio histórico, diseñado para mejorar las condiciones laborales y alinear al país con estándares internacionales, marca un hito en la legislación laboral colombiana.
La jornada laboral, que anteriormente era de 47 horas semanales, se ha reducido a 46 horas a partir de este mes. Este ajuste es parte de un plan gradual que continuará reduciendo las horas de trabajo a 44 en 2025 y finalmente a 42 en 2026. Esta progresión busca facilitar la adaptación tanto para empleadores como para trabajadores, minimizando el impacto operativo en las empresas mientras se mejora la calidad de vida de los empleados.
Según el Ministerio de Trabajo, la reducción de la jornada no implica una disminución salarial. De hecho, el valor de la hora trabajada aumentará, asegurando que los trabajadores mantengan la misma remuneración semanal a pesar de trabajar menos horas. Esto significa un incremento proporcional en el pago por hora, beneficiando a los trabajadores y mejorando su poder adquisitivo.
Además, los trabajadores que realicen horas extras, trabajen en días dominicales o festivos, verán un incremento en sus ingresos. Con la jornada reducida, el cálculo de estas horas extras se basará en una jornada mensual de 230 horas, en lugar de las 235 anteriores, lo que potencialmente aumenta el valor por hora extra trabajada.
Excepciones y otros cambios
Es importante destacar que no todos los trabajadores están cubiertos por esta medida. Los servidores públicos, salvo aquellos empleados en empresas del Estado, y otros trabajadores con horarios especiales, como los menores de edad bajo contrato y permiso del Ministerio de Trabajo, no se ven afectados por esta reducción.
Uno de los cambios más destacados es la eliminación gradual del día de la familia, un beneficio que desaparecerá completamente una vez que la jornada laboral se reduzca a las 42 horas semanales en 2026. No obstante, otras prestaciones sociales y las obligaciones adquiridas por el empleador permanecen intactas.