Probablemente ninguna otra entidad haya estado tan en el ojo del huracán recientemente como la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, luego de que bajo la anterior administración de Olmedo López se adelantara la compra de 40 carrotanques para entregar agua en la Guajira, que al final no entregaron ni una sola gota y terminaron parqueados sin moverse. Escándalo que termina sacando a López e ingresando a Carlos Carrillo a la dirección.
En entrevista con Kienyke.com, Carrillo habló sobre su hoja de ruta en esta importante entidad, que tiene la difícil tarea de atender a los damnificados de emergencias y desastres, respondiendo a las inclemencias del clima en algunas de las zonas más apartadas de la vasta geografía colombiana. Sobre esto, el primer objetivo del director es claro: acabar con el legado de corrupción en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo (UNGRD).
“Me dejaron un carrotancado de problemas”, bromea el director al inicio de la conversación. Y es que, precisamente, este fue uno de los primeros problemas que entró a revisar, evitando un nuevo contrato para comprar 20 carrotanques más y 20 camiones de bomberos con el mismo contratista que vendió los anteriores. Situación que salvó de entrada casi 60 mil millones de pesos.
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“En el tema de los carrotanques nosotros logramos echar para atrás, por acuerdo con el señor Roger Pastas Fuertes, dos contratos. Uno para comprar 20 carrotanques nuevos, del mismo tamaño de los primeros cuarenta que fueron tan polémicos y más caros; y 20 camiones de bomberos. Yo encontré esos contratos y me generaron una enorme preocupación porque eran prácticamente réplicas de los contratos anteriores de La Guajira”, señaló Carrillo.
Vea la entrevista completa con Carlos Carrillo, director de la UNGRD:
Sin embargo, esto está lejos de ser lo único que se ha encontrado. Asegura que ha sido evidente que la UNGRD venía siendo “manejada sin el suficiente esmero”: contrataciones muy cercanas al anterior director, una reconstrucción de Mocoa prácticamente detenida, albergues para el volcán Galeras que jamás fueron entregados y en los que podría haberse comprometido cerca de un millón de dólares, entre otros.
En ese sentido, manifiesta que su principal objetivo en este momento, más allá de la pronta respuesta a las emergencias naturales en el país, es construir un equipo de trabajo que no mezcle el ánimo de lucro con la misionalidad de la entidad. Eso incluye un completo rechazo por el clientelismo y una depuración de esas prácticas en la entidad. Un proceso que llama la “retoma”.
“Habrá cero tolerancia con las corbatas en esta dirección, estos son recursos públicos y si quieren contratar a los amigos, a las amigas especiales, a los primos de los políticos, pues que se busquen otra entidad”, sentencia el director de la UNGRD.
¿Corrupción en Mocoa y Nariño?
Uno de los peores casos que Carlos Carrillo asegura haberse encontrado al interior de la Unidad del Riesgo es el de la reconstrucción de Mocoa, luego de la avalancha que arrasó una gran parte del municipio en 2017. Crisis luego de la cual, durante el gobierno de Iván Duque, se prometió su reconstrucción y debida atención a los damnificados.
Sin embargo, Carrillo aseguró que en este momento de eso “no hay nada o prácticamente nada”. Principalmente, se refiere a un proyecto de vivienda llamado Sauces II, que debiendo haber entregado 908 casas, solo habría entregado 12. El director califica esa situación como una burla a la comunidad, sin anotar que podrían verse comprometidos cerca de 25 mil millones de pesos.
“Decían que había un gerente para Mocoa y lo que no hay es una respuesta real. Hay una comunidad que ha sido revictimizada, de la cual el Estado se ha burlado”, aseveró Carrillo.
Otro de los casos que le resulta preocupante es el de Florida,en Nariño, donde deberían haberse entregado a inicios de este 2024 unos albergues para atender una eventual tragedia con el Volcán Galeras. Sin embargo, de eso no hay nada, a pesar de un anticipo de 4.200 millones de pesos.
“Unos albergues que están destinados a una eventual emergencia del volcán Galeras y lo único que me encontré fue humo, niebla y un caballo (...) Estamos hablando de más de un millón de dólares que se entregó para que hicieran unos cimientos. La obra está abandonada, no hay ni siquiera un celador”, relató Carrillo.
Finalmente, precisó que una vez se logre este proceso de retoma, los objetivos a seguir son la actualización de gestión documental de la UNGRD, la organización de los procesos para evitar la informalidad, recuperar la confianza de los buenos contratistas y por supuesto trabajar en la atención de lo que queda del Fenómeno del Niño y el inminente Fenómeno de la Niña.
