James Rodríguez no juega desde hace más de 2 meses. Su último partido lo disputó con la Selección Colombia el 29 de marzo, día en el que se logró un triunfo de visitante frente a Venezuela, pero no se consiguió el objetivo de clasificar al Mundial de Catar 2022.
Desde ese momento, el volante cucuteño salió a vacaciones junto a su familia y disfrutó de varios días de descanso; sin embargo, el día que tenía que presentarse a la pretemporada con Al-Rayyan no lo hizo y los rumores de su posible desvinculación del club empiezan a crecer.
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James ya había manifestado que su intención es regresar a Europa o jugar en un mejor club, por eso su representante está mirando otras opciones.
Hay varios equipos que han sonado, incluso se llegó a hablar de Boca Juniors o Valencia de España, aunque esas versiones solamente quedaron en rumores.
Según el periodista Pipe Sierra, en Brasil siguen interesados en el colombiano y el que ya habría dado el primer paso al frente sería Botafogo, equipo que ya habría hecho una oferta formal de 5,3 millones de dólares por el zurdo.
El innegable talento de un jugador, que además es un fenómeno de mercadeo y top10 mundial en redes sociales, sería el nuevo capricho del millonario empresario estadounidense John Textor, máximo accionista del equipo y quien buscaría un golpe fuerte en el mercado con ese jugador para apuntalar su naciente proyecto.
Para convencerlo, una carta oculta: es el dueño del Olympique de Lyon francés y accionista del Crystal Palace inglés, lo que indirectamente abriría una puerta de regreso a Europa, lo que el colombiano preferiría para disparar nuevamente su carrera y ponerse en el radar de Selección Colombia y de un Néstor Lorenzo que le profesa confianza y respaldo siempre que esté en la élite de la competencia.
Botafogo acaba de ascender al Brasileirao y por ahora es séptimo en la tabla, con 18 puntos en 13 partidos. Sin duda necesitan un revulsivo que podría ser el colombiano.
La buena noticia, hay mercado y Brasil, en este lado del mundo, es de los pocos que garantizaría un salario alto como el suyo. La mala, en pocos días tendrá 31 años y hacer estaciones en América podría aplazar, tal vez indefinidamente, el regreso al Viejo Continente. Por ahora no hay respuesta al presunto ofrecimiento.