Recibir la prima de fin de año es para muchos una oportunidad de gastar de más o ‘invertir’ este dinero en las compras navideñas. Sin embargo, cuando las personas reciben este dinero y no tienen un propósito definido para su uso, es posible que terminen gastándolo en artículos innecesarios, bienes perecederos o convirtiéndola en plata de bolsillo.
Por esta razón es necesario que cada quien revise su situación financiera actual para evaluar las necesidades y posibilidades de destino de este ingreso decembrino. De acuerdo con Cristina Cervantes, experto en finanzas personales, “invertir este dinero en bienes o productos que generen algún rendimiento, saldar las deudas o ahorrar para una meta próxima, pueden ser decisiones de gran utilidad para el futuro”.
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Esto no quiere decir que no pueda darse algún gusto como recompensa al trabajo arduo del semestre. Eso sí, es importante poner límites para no resultar gastando más de lo que la situación financiera permite y siempre tener claras las prioridades, como educación, salud, vivienda, pago de deuda, entre otras.
Para tener una adecuada distribución del dinero siga las siguientes recomendaciones:
Fórmula 70-30:
Este es un modelo ideal en el que el 70 por ciento incluye el pago de vivienda, salud, educación y transporte; y el 30 por ciento restante se destina al ahorro, entretenimiento y pago de deudas.
Pago de deudas:
Si existen obligaciones que no se han podido cancelar, tal vez la mejor forma de utilizar la prima será en el pago o abono a los préstamos actuales. Esto, a futuro, le brindará tranquilidad porque no tendrá que preocuparse por esos saldos pendientes, dejará de acumular intereses y le representará un mayor flujo de efectivo al mes, el cual podría destinar al ahorro o la inversión.
Invertir en vivienda o educación:
Una de las mejores opciones al recibir este dinero extra es invertirlo en proyectos que, a corto, mediano o largo plazo, resulten rentables. Realizar un posgrado, ahorrar para adquirir un inmueble o para el plan de estudios de los hijos son alternativas responsables que cosecharán sus frutos con el tiempo.
Ahorrar y organizar un presupuesto:
Guardar una parte del dinero para lograr propósitos o cubrir emergencias debe ser un hábito constante todos los meses del año. Esto se logra con orden y herramientas como el presupuesto, que le permiten visualizar los gastos e ingresos completos
Salud:
Si aún no ha tomado la decisión de afiliarse a un plan de medicina prepagada puede aprovechar este ingreso adicional para acceder a dicho beneficio. Aunque este puede ser de gran ayuda es importante tener en cuenta que, al adquirir planes de este tipo, se adquiere también una nueva obligación mensual, por lo que debe estar preparado para cubrirla el resto del año.
Es posible que al recibir la prima desee gastarla en unas vacaciones, un equipo de última tecnología o diversos artículos de lujo. Aunque está bien darse gusto es necesario analizar si la compra realmente vale la pena o si existen otros compromisos más urgentes a los que se deba dar prioridad.