
Desde los escenarios digitales hasta la posibilidad de convertirse en figura de parque público, Cindy Ávila —más conocida como “La Toxi Costeña”— sigue rompiendo moldes. La cantante y creadora de contenido, que saltó a la fama en plena pandemia con su canción viral “Macta llega” en noviembre de 2021, es hoy protagonista de un debate cultural que mezcla orgullo popular, influencia digital y algo de polémica.
Con más de 600.000 seguidores en redes sociales y una participación destacada (aunque no exenta de controversia) en la segunda temporada de La casa de los famosos, la ‘Toxi’ ha consolidado un ejército de fans fieles que no la sueltan, incluso cuando el drama dentro del reality se intensifica.
Pero ahora el reconocimiento va más allá del mundo virtual. En el barrio Divino Salvador, ubicado al norte de Sincelejo, líderes comunitarios han lanzado una propuesta que ha generado tanto emoción como escepticismo: construir una estatua en su honor en el emblemático Parque de la Yuca.
“Ella representa a la mujer caribeña: espontánea, auténtica, trabajadora. Es una hija del pueblo y queremos homenajearla como tal”, aseguró uno de los promotores del proyecto, que busca sumar apoyos del sector privado para hacerlo realidad.
Sin embargo, la propuesta no ha estado exenta de crítica. Figuras de internet como Nicolás Arrieta no tardaron en reaccionar. Fiel a su estilo ácido, comentó en redes: “No joda no cambiaron el nombre de Aracataca a Macondo por voto popular, ahora van a poner una estatua de la toxi”. Su comentario generó un intenso debate sobre qué tipo de figuras merecen homenajes públicos y qué papel juegan hoy las celebridades digitales en la construcción de identidad cultural.
Mientras unos ven en Cindy Ávila un símbolo de resiliencia y alegría costeña, otros se preguntan si su trayectoria es suficiente para compartir espacio con otros íconos culturales. La balanza aún no se inclina con claridad.