En entrevista con KienyKe.com, la creadora de contenido y exparticipante de La Casa de los Famosos, Yina Calderón rompió el silencio tras la polémica desatada en redes sociales sobre una supuesta deuda que le reclaman. Durante su participación en el programa del Canal RCN, el empresario Luis Alfonso Parra la acusó públicamente de adeudar 1.265 millones de pesos por la compra de una finca en Chicaque, Cundinamarca. Sin embargo, la influencer aclaró que todo está solucionado y que esos rumores son totalmente falsos.
"Lo que dice ese señor no es verdad. Él me vendió la finca, hicimos un intercambio y yo le devolví un lote para saldar lo que faltaba. Ya quedó todo resuelto, sin ninguna deuda ni demanda", dijo Yina, que dejó claro que no existe ningún proceso legal en su contra.
Pero la polémica no para ahí. Yina contó que otros influencers y hasta personas cercanas han salido a atacarla aprovechando que ella no estaba para defenderse. "Creo que quieren aprovecharse porque una marca de esmaltes que él tiene ya está en caída. Alguien le dijo ‘dale, haz lío y así te pegas’",aseguró.
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La influencer también reveló que ya tomó cartas en el asunto y que está trabajando con un abogado para que el señor se retracte, no por su imagen, sino porque en esta situación también están involucrados sus seres queridos, especialmente su papá.
"Está siendo complicado porque la finca está en venta y los compradores han revisado todo, escrituras y papeles están al día", agregó Yina.
Para cerrar, Yina envió un saludo a sus seguidores y pidió un poco más de objetividad a los medios: "Estoy como Goku en la cápsula, recuperándome, pero volveré con toda la energía. A los periodistas les pido que sean profesionales y objetivos, esto es un reality show, no estoy en un convento".
Yina Calderón y su batalla contra los biopolímeros
Yina llegó a La Casa de los Famosos, enfrentando un reto personal enorme: es paciente afectada por biopolímeros, sustancias que le han causado daños en tejidos que requirieron varias intervenciones quirúrgicas. "Me quedó una bolita que causaba inflamación, y el estrés, la alimentación, todo hizo que se dañara el tejido y tuve que operarme", contó.
Aunque logró controlar el dolor con ayuda del equipo médico del canal, finalmente tuvo que salir para una cirugía que, según ella, fue una liberación: "Gracias a Dios me sacaron todo lo malo y siento que en la próxima resonancia ya voy a estar limpia totalmente".
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Irónicamente, este problema surgió justo en medio de la competencia, pero la también empresaria se tomó su eliminación con humor: "Era la más salada, pero así es la vida. Ya había dado todo, tenía que salir, y el tiempo de Dios es perfecto".
Sobre su paso por el programa, la exparticipante confesó que entró sabiendo que ese era su papel. "No me contrataron para ir a dormir ni a hacer amigos, sino para ser polémica, explosiva, la villana. Yo fui yo, di lo que tenía que dar." Reconoce que dentro de la casa jugó el rol de la “mala”, aquella que genera reacciones encontradas en el público —risa, ternura, rabia— y que no tenía la intención de ganar, sino de entretener.
