Las discrepancias entre el presidente Juan Manuel Santos y Rafael Pardo quedaron definitivamente zanjadas. Este jueves, en el Salón Gobelinos de la Casa de Nariño, Santos posesionó al jefe liberal como Ministro de Trabajo. En la ceremonia se dieron la mano y Pardo juró lealtad al Gobierno, hecho que dejó claro que la pelea que duró cuatro años quedó atrás.
En 2006, el hoy Presidente expresó en una rueda de prensa que Pardo había hecho un acuerdo con las Farc para atentar contra el gobierno de Álvaro Uribe. Días después, se rectificó y se disculpó en una carta. Estas declaraciones dieron origen a un proceso penal por injuria y calumnia que fue conciliado por las partes. Sin embargo, las heridas quedaron abiertas. En mayo de 2010, durante un debate entre candidatos a la presidencia, Pardo no perdió la oportunidad de preguntar sobre el tema.
Por este viejo altercado, el nombramiento no estuvo exento de críticas. Uno de los reproches provino del ex presidente Álvaro Uribe, quien afirmó en su cuenta de Twitter que la designación de Pardo como ministro de Trabajo era una señal de “hostilidad” con él y recordó que en el pasado Santos habló mal del jefe liberal.
Superado el incidente y los insultos, finalmente Pardo se posesionó. Y desde ya debe trabajar intensamente en temas urgentes como las alarmantes cifras de desempleo que, según el DANE, en septiembre de este año llegaron a los 2 millones 196 mil personas.