Fluvio Ruíz es Consejero Profesional de Petróleos Mexicanos (Pemex), aficionado al fútbol, hincha de los Pumas de la UNAM, es físico con una maestría en exploración petrolera. La Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol) y Energy Projects Forum (EPF) lo escogieron como uno de los oradores principales del Latam Energy Convention que se realizó en Bogotá entre el 26 y el 28 de mayo.
Vino a Colombia a explicar la reforma energética que lideró en su país el presidente Enrique Peña Nieto, labor que ha venido desempeñando desde que se aprobó el cambio constitucional en diciembre de 2013.
El doctor Ruíz dice que "a donde lo inviten" va, para explicar la reforma. Fácilmente puede desayunar en Washington con elegantes empresarios del petróleo y en la tarde estar en la población más alejada de México para hablar del mismo tema: la polémica reforma, que en México levantó más de una ampolla.
Lea también: Sector petrolero colombiano busca negocios en México
La reforma energética mexicana le quitó, después de 75 años, el monopolio de la exploración y la explotación petrolera a Pemex en suelo mexicano, abriéndole las puertas a la inversión extranjera.
EPF y Campetrol organizaron el Latam Energy Convention en Bogotá para poner en contacto a inversionistas colombianos con empresarios mexicanos con el fin de abrir las posibilidades de inversión colombiana en México.
Los empresarios y miembros del gobierno mexicano que asistieron a la convención, también se llevaron varias ideas de la experiencia colombiana de abrir sus puertas a la inversión extranjera en el sector petrolero, proceso que se hizo a principios del siglo XXI.
¿Qué debe saber un empresario colombiano interesado en invertir en el país norteamericano? ¿Cuáles son los actores más relevantes? ¿Qué zonas son las más interesantes para incursionar en el sector petrolero? Fluvio Ruíz habló con KienyKe.com de estos y otros temas.
Lea también: México: la mina de oro negro que quiere compartir su riqueza con Colombia
Fluvio Ruíz, Consejero Profesional de Pemex.
-¿Cómo la baja del precio internacional del crudo afecta el proceso de apertura de Pémex?
Afecta porque es probable que disminuya el atractivo. Es claro que un proyecto en aguas profundas tendrá que esperar para mejores épocas, pero al final del día esta es una industria de largo plazo. Si inviertes en una zona de exploración esperas ocho o diez años y las condiciones pueden variar en ese lapso. La amortización no llegará tan rápido como quisieras, pero este es un sector de renta en que la rentabilidad es superior a otros. Pero no creo que haya una drástica disminución del interés.
-¿A la hora de adelantar la reforma en México, qué le sirvió de la experiencia colombiana?
La parte más colombiana de la reforma, por decirlo de alguna manera, es el tema de la tierra porque la mayoría de las zonas productoras del país están en territorios indígenas; entonces, esta figura de la servidumbre legal se ha tomado de aquí. En el caso mexicano, como resultado de la movilización de comunidades campesinas, se integró a la ley de hidrocarburos lo establecido en el convenio 169 de la OIT. Todo eso está en la ley: la consulta libre e informada, el posible impacto social. Falta reglamentarla: quiénes son los responsables, es decir, qué secretaría (ministerio) se encargará de ciertas cosas.
La reforma dio lugar a que un grupo de organizaciones levantara una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Los indígenas no entienden el discurso como lo haría un hacendado, a quien si se le ofrece por su tierra lo que vale un apartamento en Manhattan, lo vende. Los indígenas no piensan así. El reto está en que entiendan que sí se les va a tratar bien, les darán parte de la riqueza, pero van a tener que ceder su tierra.
-¿Qué ventajas comparativas puede aprovechar Colombia en México?
La ventaja es de entrada la cultura. Hay un entorno cultural similar. Gabo vivió sus últimos años en México, estamos llenos de futbolistas colombianos, empezando por Dorlan Pabón. Colombia tiene experiencia en licencias ambientales y sociales. Hay historias de éxito como la de Pacific Rubiales, tanto que Alfa compró una parte.
-¿Si pudiera aconsejar a los inversionistas colombianos qué les diría?
Primero hay que leer a fondo la ley, es una reforma muy compleja, dio lugar a muchas leyes que son complejas, estudiarla. Me ha tocado gente que al oír que hay una reforma se involucran sin más y eso no puede ser.
Saber que este es un tema muy sensible en México. La reforma energética es fruto de la derecha y la centro derecha, la izquierda quedó al margen, no hay gran consenso, hay que ser prudentes, el Estado mexicano respetará los compromisos, pero sin necesidad de cambiar la ley sí puede haber distintas políticas públicas en el futuro.
Y también es necesario tener un mapa de negocios. En México el gran actor es Pemex, pero ya hay otros actores.
Fluvio Ruíz habla en el LatamEnergyConvention en Bogotá.
-¿Qué actores?
Los que son propiamente del sector: Pemex, empresas grandes que han estado en México, así sea con un solo pie, Exxon, Total, que tiene cinco mil empleados en México. Hay actores recientes que han sido exitosos como PetroFac. Nuevos actores como Pacific. Una gran cantidad de proveedores que eran sólo de Pémex y ahora tratarán de pasar a ser proveedores de todo el sector, TenarisTamsa.
Tienes actores políticos: los partidos. Tiene que saber que la izquierda mexicana se opuso a esta reforma y la izquierda gobierna Tabasco, uno de los estados más importantes para la vida petrolera en México.
Otro actor es el sindicato. Una decisión que deberán tomar los operadores a futuro es qué hacer con esos trabajadores. Si una empresa colombiana se instala en México ¿los deja sindicalizarse libremente, que creo yo es lo correcto, o hace un acuerdo con el sindicato, que hoy es de Pemex? ¿Qué decidirán? ¿Qué sindicato quieren? El sindicato petrolero es muy poderoso en México.
La educación superior es otro actor a partir del cual se forman los cuadros profesionales. Las principales universidades son la Nacional y el Politécnico.
-Hablemos del territorio. ¿Cuáles son las zonas más sensibles e importantes?
Veracruz, Tamaulipas, Tabasco y eventualmente, algo que abandonó el estado mexicano, Chiapas.
-¿En el tema de derechos humanos qué otros grupos sensibles al tema hay, además de los indígenas?
Los pobladores en general. La población siempre será un grupo sensible. Tienes los grupos ambientalistas, que son tan activos como en cualquier parte del mundo. Los indígenas tienen una gran organización, con una gran profundidad y una raíz cultural profunda, son políticamente muy activos.
-Los petroleros vienen siendo los malos del paseo, ¿ha mejorado esa percepción?
No. No está peor, pero en el caso de México podría empeorar. Si se hubiera puesto en votación la reforma quién sabe qué hubiera pasado. El país está dividido en ese punto. Lo que pasó fue que la conformación del congreso permitió que se aprobara. Si se hubiera sometido a una consulta popular, no me atrevo a decir que no se aprobara, pero creo que el gobierno hizo todo lo posible para que no se aprobara la consulta.
Hay encuestas sobre Pemex que muestran que el país la considera corrupta, sucia, contaminante, pero en las encuestas la gente pide que no la vayan a vender. Es nuestra muy sucia, corrupta y puta hija, pero no la vayan a vender porque es nuestra hija.
La industria petrolera está sujeta a lo que yo llamo el síndrome de Miguel Marín. Este fue un portero argentino que llegó a jugar a México en los años 70, sin duda uno de los mejores porteros que han llegado al país, pero cuando preguntas por él, te recuerdan el día en que se metió un gol solito, iba a despejar, se le atoró la bola y se clavó un gol. Nadie se acuerdo de las miles de maravillosas atajadas que hizo. Con Pemex pasa lo mismo. Hemos mejorado las políticas de seguridad industrial, pero el día que explote un ducto, la gente sólo recordará que explotó ese ducto.
En México la percepción del sector puede empeorar porque una cosa es que tengas en frente a un operador nacional a uno internacional. Hay elementos de nacionalismo que entran en juego, porque los sectores más nacionalistas están en la industria petrolera. Hay muchísimo trabajo qué hacer.
Fluvio Ruíz, Consejero Profesional de Pemex.
-¿Cómo la baja del precio internacional del crudo afecta el proceso de apertura de Pémex?
Afecta porque es probable que disminuya el atractivo. Es claro que un proyecto en aguas profundas tendrá que esperar para mejores épocas, pero al final del día esta es una industria de largo plazo. Si inviertes en una zona de exploración esperas ocho o diez años y las condiciones pueden variar en ese lapso. La amortización no llegará tan rápido como quisieras, pero este es un sector de renta en que la rentabilidad es superior a otros. Pero no creo que haya una drástica disminución del interés.
-¿A la hora de adelantar la reforma en México, qué le sirvió de la experiencia colombiana?
La parte más colombiana de la reforma, por decirlo de alguna manera, es el tema de la tierra porque la mayoría de las zonas productoras del país están en territorios indígenas; entonces, esta figura de la servidumbre legal se ha tomado de aquí. En el caso mexicano, como resultado de la movilización de comunidades campesinas, se integró a la ley de hidrocarburos lo establecido en el convenio 169 de la OIT. Todo eso está en la ley: la consulta libre e informada, el posible impacto social. Falta reglamentarla: quiénes son los responsables, es decir, qué secretaría (ministerio) se encargará de ciertas cosas.
La reforma dio lugar a que un grupo de organizaciones levantara una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Los indígenas no entienden el discurso como lo haría un hacendado, a quien si se le ofrece por su tierra lo que vale un apartamento en Manhattan, lo vende. Los indígenas no piensan así. El reto está en que entiendan que sí se les va a tratar bien, les darán parte de la riqueza, pero van a tener que ceder su tierra.
-¿Qué ventajas comparativas puede aprovechar Colombia en México?
La ventaja es de entrada la cultura. Hay un entorno cultural similar. Gabo vivió sus últimos años en México, estamos llenos de futbolistas colombianos, empezando por Dorlan Pabón. Colombia tiene experiencia en licencias ambientales y sociales. Hay historias de éxito como la de Pacific Rubiales, tanto que Alfa compró una parte.
-¿Si pudiera aconsejar a los inversionistas colombianos qué les diría?
Primero hay que leer a fondo la ley, es una reforma muy compleja, dio lugar a muchas leyes que son complejas, estudiarla. Me ha tocado gente que al oír que hay una reforma se involucran sin más y eso no puede ser.
Saber que este es un tema muy sensible en México. La reforma energética es fruto de la derecha y la centro derecha, la izquierda quedó al margen, no hay gran consenso, hay que ser prudentes, el Estado mexicano respetará los compromisos, pero sin necesidad de cambiar la ley sí puede haber distintas políticas públicas en el futuro.
Y también es necesario tener un mapa de negocios. En México el gran actor es Pemex, pero ya hay otros actores.
Fluvio Ruíz habla en el LatamEnergyConvention en Bogotá.
-¿Qué actores?
Los que son propiamente del sector: Pemex, empresas grandes que han estado en México, así sea con un solo pie, Exxon, Total, que tiene cinco mil empleados en México. Hay actores recientes que han sido exitosos como PetroFac. Nuevos actores como Pacific. Una gran cantidad de proveedores que eran sólo de Pémex y ahora tratarán de pasar a ser proveedores de todo el sector, TenarisTamsa.
Tienes actores políticos: los partidos. Tiene que saber que la izquierda mexicana se opuso a esta reforma y la izquierda gobierna Tabasco, uno de los estados más importantes para la vida petrolera en México.
Otro actor es el sindicato. Una decisión que deberán tomar los operadores a futuro es qué hacer con esos trabajadores. Si una empresa colombiana se instala en México ¿los deja sindicalizarse libremente, que creo yo es lo correcto, o hace un acuerdo con el sindicato, que hoy es de Pemex? ¿Qué decidirán? ¿Qué sindicato quieren? El sindicato petrolero es muy poderoso en México.
La educación superior es otro actor a partir del cual se forman los cuadros profesionales. Las principales universidades son la Nacional y el Politécnico.
-Hablemos del territorio. ¿Cuáles son las zonas más sensibles e importantes?
Veracruz, Tamaulipas, Tabasco y eventualmente, algo que abandonó el estado mexicano, Chiapas.
-¿En el tema de derechos humanos qué otros grupos sensibles al tema hay, además de los indígenas?
Los pobladores en general. La población siempre será un grupo sensible. Tienes los grupos ambientalistas, que son tan activos como en cualquier parte del mundo. Los indígenas tienen una gran organización, con una gran profundidad y una raíz cultural profunda, son políticamente muy activos.
-Los petroleros vienen siendo los malos del paseo, ¿ha mejorado esa percepción?
No. No está peor, pero en el caso de México podría empeorar. Si se hubiera puesto en votación la reforma quién sabe qué hubiera pasado. El país está dividido en ese punto. Lo que pasó fue que la conformación del congreso permitió que se aprobara. Si se hubiera sometido a una consulta popular, no me atrevo a decir que no se aprobara, pero creo que el gobierno hizo todo lo posible para que no se aprobara la consulta.
Hay encuestas sobre Pemex que muestran que el país la considera corrupta, sucia, contaminante, pero en las encuestas la gente pide que no la vayan a vender. Es nuestra muy sucia, corrupta y puta hija, pero no la vayan a vender porque es nuestra hija.
La industria petrolera está sujeta a lo que yo llamo el síndrome de Miguel Marín. Este fue un portero argentino que llegó a jugar a México en los años 70, sin duda uno de los mejores porteros que han llegado al país, pero cuando preguntas por él, te recuerdan el día en que se metió un gol solito, iba a despejar, se le atoró la bola y se clavó un gol. Nadie se acuerdo de las miles de maravillosas atajadas que hizo. Con Pemex pasa lo mismo. Hemos mejorado las políticas de seguridad industrial, pero el día que explote un ducto, la gente sólo recordará que explotó ese ducto.
En México la percepción del sector puede empeorar porque una cosa es que tengas en frente a un operador nacional a uno internacional. Hay elementos de nacionalismo que entran en juego, porque los sectores más nacionalistas están en la industria petrolera. Hay muchísimo trabajo qué hacer.
