Cuatro de los 35 años que tiene Dorje, un monje budista nacido en Nepal, los pasó aislado en un sector montañoso en el norte de la India. Durante este tiempo no habló con nadie diferente a su maestro; vivió con $62.500 mensuales y se las arregló para llevar su vida en un cuarto de cinco metros cuadrados. Lea también: El hombre que vivió con dos pumas en una casa en Bogotá
Fue un asilamiento que llevó al extremo para alcanzar un alto nivel de meditación y encontrar “el fuego sagrado interior”. Luego recibió el título de Lama, que significa maestro. También le puede interesar: Ella les devuelve la vida a los perros callejeros
“No fue un desafío fácil”, reconoce Dorje, quien habla un español que se mezcla con acento chileno, de repente algo de portugués y una que otra palabra en inglés. Se hace entender, habla despacio, con paciencia, como si estuviera enseñando; es el legado de una vida en las montañas.
Aunque el LO SUM CHOG SUM (nombre del retiro espiritual), estaba programado para durar tres años, tres meses y tres días en la soledad de las montañas, Lama Dorje duró cuatro años aislado.
Según le dijo Drupon Jampa Rinzin Rinpoche, su maestro, “no había que apresurarse”.
El primer año fue el más duro. “Se sienten como se cierran las paredes, todo se vuelve más apretado y hay ganas de salir porque no estamos acostumbrados a vivir de esa manera”.
En un mundo occidentalizado nadie quiere vivir así, al menos voluntariamente, pero en oriente las cosas son a otro precio. “Al límite para encontrar el equilibrio entre mente, cuerpo y alma”, dice mientras desliza entre sus dedos una especie de collar de madera con muchas pepitas color café, es uno de los tantos rituales budistas.
El cuarto en el que vivió durante cuatro años seguidos era muy simple: “Una cocina pequeña, un baño, el dormitorio (lugar de meditación) y un altar pequeño”.
El lugar olía a naturaleza y eucalipto. Siempre, “día y noche tenía prendida una lámpara de aceite, no se podía apagar porque al cuarto solo entraba luz por una ventana muy pequeña”, la noche era oscura, fría.
Según dice, ahora, la vida en ese retiro espiritual, es más llevadera. “Antes se vivía en cuevas, pero ahora es más moderno”.
Dorje junto al Dalai Lama en CB Expeditions 2013
Durante los cuatro años de retiro, una vez a la semana una persona iba hasta su cuarto a venderle los víveres. No podía hablarle, no podía verla. Le pasaba por un espacio de la puerta una lista con las cosas necesarias.
“No se puede comprar cualquier comida, no se pueden pedir ajos, cebolla, sal, huevos, carne. Solo harina de cebada, mantequilla, queso del Tibet, vegetales”, ese fue su menú durante el retiro.
Con la única persona que habló durante cuatro años, fue con su maestro, y lo hacía solo una vez al mes en un encuentro en el que evaluaban los avances y alcances del retiro. Además, en ese encuentro, Lama recibía los 25 dólares con los que tenía que sobrevivir.
No todos logran alcanzar el máximo nivel de meditación. Unos se vencen antes, incluso, pueden terminar en un hospital mental, como le pasó a uno de los compañeros de Lama Dorje.
“Un día el maestro tocó a mi puerta para contarme que mi compañero había quedado fuera del retiro porque se volvió loco. No aguantó la presión, no logró dominar su mente”. Lo llevaron al hospital y tras una larga estadía logró salir.
“Ahora está mejor. En el monasterio está mejor gracias a los mantras y otros rituales budistas”, dice Dorje.
Con el paso del tiempo, dice, “hay que estar cada vez más lejos de los objetos, y más cerca a la espiritualidad. En algún momento uno se queda hasta sin ropa, entonces el maestro entrega una manta para usar y solo se puede usar eso”.
Lama Dorje hace énfasis en el tiempo, con este se logran “encontrar métodos o técnicas de meditación”, con los cuales se logra el objetivo.
El monje reconoce que antes de iniciar el retiro tuvo miedo. “A la muerte y a volverse loco. Pero al final el resultado es maravilloso. Se siente más paz, tranquilidad, menos ansiedad, menos miedos y más confianza”.
“Al finalizar el cuarto año, mi maestro me dijo que tenía que salir, había que compartir los conocimientos, no ser egoísta. Mi maestro me mandó de misión a Chile para compartir el conocimiento con una comunidad”. De ahí el acento chileno que de repente tiene Lama Dorje.
En 2003 recibió el título de profesor de filosofía budista, especializándose posteriormente en Meditación. Empezó entonces a viajar para expandir el Dharma. En 2009 fue invitado a Chile como discípulo de Garchen Rinpoche. Actualmente viaja por el mundo expandiendo las enseñanzas budistas tibetanas y apoyando a las personas a meditar y encontrar la paz interior.
Más de mil personas han pasado por los seminarios, ceremonias y conferencias que el dicta en más de diez países en el mundo.
Quienes lo conocen, lo describen como un ser “ser de gran nobleza y generosidad”.
-¿Qué debe hacer una persona desmotivada?
Es un mal muy común. Mucha gente que me consulta dice que la vida no es útil y que prefiere morir. Pero no es así, la vida es maravillosa, hay que darle valor. A esas personas hay que hablarles del valor de la vida, del auto respeto, hacerles entender que deben disfrutar la vida. Lo más importante para lograr eso es la meditación, esa es la clave.
-Consejos para vivir en ciudades como Bogotá
Vivimos en un mundo muy desequilibrado. Hoy en día se le da más importancia a la tecnología y otros aspectos externos pero nos olvidamos de lo interno; entonces por eso es muy importante equilibrar los dos mundos: la espiritualidad, y externo: como el trabajo o las cosas materiales.
Es importante adquirir una disciplina diaria y meditar al menos cinco minutos en la casa. Hay que tomarse el tiempo para respirar correctamente, este es un momento con uno mismo. Dedicar cinco minutos para nosotros mismos, sin celular, sin computador, sin televisión. El budismo recomienda que sea en la mañana, porque la mañana la mente es más clara.
Otra recomendación es afianzar la espiritualidad, la filosofía de la vida. Entregar amor, desarrollar la paciencia y ponerlo en práctica con todos los que nos rodean.
Lama Dorje en Bogotá
El miércoles 10 de Junio – Conferencia: El Poder del mantra. (Invitado especial: Santiago Rojas)
Lugar: Richmond Suites Cll 93 N 18 -81
Hora:7:00 pm
Jueves 11 de Junio- CEREMONIA Chod
Richmond Suites Cll 93 N 18 -81
Hora: 7:00 pm
13 y 14 de Junio – RETIRO DE MEDITACIÓN SHAMATA
Hacienda los Árboles, Madrid Cundinamarca
Lama Dorje en Medellín
18 de Junio - Ceremonia Chöd
Hotel Four Points Sheraton
Hora: 7:00 pm
20 y 21 de Junio - RETIRO DE MEDITACIÓN SHAMATA
Centro Holistico Abraham
El primer año fue el más duro. “Se sienten como se cierran las paredes, todo se vuelve más apretado y hay ganas de salir porque no estamos acostumbrados a vivir de esa manera”.
En un mundo occidentalizado nadie quiere vivir así, al menos voluntariamente, pero en oriente las cosas son a otro precio. “Al límite para encontrar el equilibrio entre mente, cuerpo y alma”, dice mientras desliza entre sus dedos una especie de collar de madera con muchas pepitas color café, es uno de los tantos rituales budistas.
El cuarto en el que vivió durante cuatro años seguidos era muy simple: “Una cocina pequeña, un baño, el dormitorio (lugar de meditación) y un altar pequeño”.
El lugar olía a naturaleza y eucalipto. Siempre, “día y noche tenía prendida una lámpara de aceite, no se podía apagar porque al cuarto solo entraba luz por una ventana muy pequeña”, la noche era oscura, fría.
Según dice, ahora, la vida en ese retiro espiritual, es más llevadera. “Antes se vivía en cuevas, pero ahora es más moderno”.
Dorje junto al Dalai Lama en CB Expeditions 2013
Durante los cuatro años de retiro, una vez a la semana una persona iba hasta su cuarto a venderle los víveres. No podía hablarle, no podía verla. Le pasaba por un espacio de la puerta una lista con las cosas necesarias.
“No se puede comprar cualquier comida, no se pueden pedir ajos, cebolla, sal, huevos, carne. Solo harina de cebada, mantequilla, queso del Tibet, vegetales”, ese fue su menú durante el retiro.
Con la única persona que habló durante cuatro años, fue con su maestro, y lo hacía solo una vez al mes en un encuentro en el que evaluaban los avances y alcances del retiro. Además, en ese encuentro, Lama recibía los 25 dólares con los que tenía que sobrevivir.
No todos logran alcanzar el máximo nivel de meditación. Unos se vencen antes, incluso, pueden terminar en un hospital mental, como le pasó a uno de los compañeros de Lama Dorje.
“Un día el maestro tocó a mi puerta para contarme que mi compañero había quedado fuera del retiro porque se volvió loco. No aguantó la presión, no logró dominar su mente”. Lo llevaron al hospital y tras una larga estadía logró salir.
“Ahora está mejor. En el monasterio está mejor gracias a los mantras y otros rituales budistas”, dice Dorje.
Con el paso del tiempo, dice, “hay que estar cada vez más lejos de los objetos, y más cerca a la espiritualidad. En algún momento uno se queda hasta sin ropa, entonces el maestro entrega una manta para usar y solo se puede usar eso”.
Lama Dorje hace énfasis en el tiempo, con este se logran “encontrar métodos o técnicas de meditación”, con los cuales se logra el objetivo.
El monje reconoce que antes de iniciar el retiro tuvo miedo. “A la muerte y a volverse loco. Pero al final el resultado es maravilloso. Se siente más paz, tranquilidad, menos ansiedad, menos miedos y más confianza”.
“Al finalizar el cuarto año, mi maestro me dijo que tenía que salir, había que compartir los conocimientos, no ser egoísta. Mi maestro me mandó de misión a Chile para compartir el conocimiento con una comunidad”. De ahí el acento chileno que de repente tiene Lama Dorje.
En 2003 recibió el título de profesor de filosofía budista, especializándose posteriormente en Meditación. Empezó entonces a viajar para expandir el Dharma. En 2009 fue invitado a Chile como discípulo de Garchen Rinpoche. Actualmente viaja por el mundo expandiendo las enseñanzas budistas tibetanas y apoyando a las personas a meditar y encontrar la paz interior.
Más de mil personas han pasado por los seminarios, ceremonias y conferencias que el dicta en más de diez países en el mundo.
Quienes lo conocen, lo describen como un ser “ser de gran nobleza y generosidad”.
-¿Qué debe hacer una persona desmotivada?
Es un mal muy común. Mucha gente que me consulta dice que la vida no es útil y que prefiere morir. Pero no es así, la vida es maravillosa, hay que darle valor. A esas personas hay que hablarles del valor de la vida, del auto respeto, hacerles entender que deben disfrutar la vida. Lo más importante para lograr eso es la meditación, esa es la clave.
-Consejos para vivir en ciudades como Bogotá
Vivimos en un mundo muy desequilibrado. Hoy en día se le da más importancia a la tecnología y otros aspectos externos pero nos olvidamos de lo interno; entonces por eso es muy importante equilibrar los dos mundos: la espiritualidad, y externo: como el trabajo o las cosas materiales.
Es importante adquirir una disciplina diaria y meditar al menos cinco minutos en la casa. Hay que tomarse el tiempo para respirar correctamente, este es un momento con uno mismo. Dedicar cinco minutos para nosotros mismos, sin celular, sin computador, sin televisión. El budismo recomienda que sea en la mañana, porque la mañana la mente es más clara.
Otra recomendación es afianzar la espiritualidad, la filosofía de la vida. Entregar amor, desarrollar la paciencia y ponerlo en práctica con todos los que nos rodean.
Lama Dorje en Bogotá
El miércoles 10 de Junio – Conferencia: El Poder del mantra. (Invitado especial: Santiago Rojas)
Lugar: Richmond Suites Cll 93 N 18 -81
Hora:7:00 pm
Jueves 11 de Junio- CEREMONIA Chod
Richmond Suites Cll 93 N 18 -81
Hora: 7:00 pm
13 y 14 de Junio – RETIRO DE MEDITACIÓN SHAMATA
Hacienda los Árboles, Madrid Cundinamarca
Lama Dorje en Medellín
18 de Junio - Ceremonia Chöd
Hotel Four Points Sheraton
Hora: 7:00 pm
20 y 21 de Junio - RETIRO DE MEDITACIÓN SHAMATA
Centro Holistico Abraham
