La vida se encarga de ponernos retos día a día con el fin de alcanzar un propósito y de alguna manera este se convierte en un elemento para dignificar nuestra existencia. Algunos lo logran, otros se quedan en el camino esperando una oportunidad o simplemente dejar que todo pase sin el más mínimo esfuerzo.
Existe una delgada línea entre el éxito y el fracaso, de acuerdo a la determinación que cada persona, dirige su camino de vida. Esto lo ha tenido muy claro Jhovany Ramírez, más conocido como ‘Jhovanoty’, uno de los máximos exponentes del humor en Colombia en la actualidad, un hombre que no conoce de conformismos y que lucha a diario por ser mejor.
Jhovanoty conversó con KienyKe.com sobre su historia, desde aquellos orígenes en el Departamento del Huila, hasta su actualidad como uno de los rostros y voz más reconocidos de la comedia en Colombia.
El municipio de Suaza, Huila, lo vio nacer, pero en la ciudad de Neiva fue desarrollando su vocación y descubriendo aquel talento que ha determinado su camino. Es un hombre que prefiere no hablar de sí mismo, pero que en esta oportunidad abrió las páginas del libro de su vida.
“Soy una persona normal como la mayoría de los colombianos, emprendedora, con ganas de salir adelante, siempre muy agradecido con lo que la vida me pone frente, pero además inconforme, constante y por eso precisamente es. Yo creo que las cosas que he alcanzado hasta el momento es precisamente por eso, por esa inconformidad, en el buen sentido de la palabra, de lo que me lleva a estar donde estoy y a lo que falta todavía”, dijo Jhovanoty a KienyKe.com.
Llegó casi por accidente a involucrarse con los medios de comunicación, ya que no tenía relación alguna con ello, trabajaba en el negocio familiar que se dedicaba a los bingos, sin embargo, por cosas del destino ingresó a trabajar en una emisora de radio en la ciudad de Neiva, exactamente el 16 de enero de 2006, fecha en la que define como su ingreso al humor.
Tiempo después, y pese a dirigir algunos programas, creyó que no aportaba mucho a la programación de la emisora y luego pasó a una de mayor audiencia en la ciudad, y a partir de ahí sintió una mayor profesionalización en el medio.
Algo muy curioso es que Jhovanoty nunca ha sentido afinidad por la educación tradicional, cree que lo que se invierte y el esfuerzo que se le imprime, no se retribuye en el mercado laboral y en especial en Colombia, además, considera que uno se atiborra de información innecesaria.
“Nunca me ha llamado la atención, lastimosamente el tema del estudio, sobre todo en Colombia, está muy desvalorizado, porque el tema laboral para un estudiante haciéndolo en temas de cuentas no da. Terminas por lo menos la primera fase y sales al mercado laboral, lo que sea que recojas en el mercado laboral nunca va a compensar todo el esfuerzo que hiciste en una universidad. Y esto estoy hablando de solamente los cinco años de carrera. A eso súmale maestrías, posgrados, especializaciones. Entonces nunca estuvo dentro de mi radar continuar con estudios profesionales”, resalta.
Luego de algunos ires y venires, se fue involucrando en la producción de eventos, e iba desarrollando su proyecto de vida, sin embargo y de forma natural guardaba aquel talento que más adelante terminaría labrando su camino. En presentaciones familiares hacía imitaciones de personajes que eran famosos en ese tiempo, se dio cuenta que tenía afinidad con ello y su público se divertía, así que aprovechó eso para proponerlo en la emisora que trabajaba y desarrolló aquella habilidad para implementar una franja humorística. Jamás imaginó que el humor le abriría las puertas a grandes cosas, lugares y satisfacciones.
“En un momento como que me agoté, me cansé y dejé de lado la animaciones en discotecas, era o la recreación o payasito, y me enfoqué solamente en eso, en hacer humor. Y ahí cuando me enfoqué pues esto me empezó a ir realmente bien, ya no tanto el tema presupuestal, pero yo ya estaba más feliz así, o sea, mis ingresos disminuyeron por un tiempo, pero me sentía más tranquilo”, dijo.
Bogotá se convirtió en su nueva escala, llegó a la capital gracias a un traslado que recibió de la emisora en la que laboraba. Nunca pensó que aquella fría y a veces cruda ciudad, le abría las puertas para lograr el éxito, ese mismo que con trabajo, lucha y perseverancia ha alcanzado.
Se desempeñaba como libretista de rutinas humorísticas para otros comediantes, una actividad que desarrollaba con éxito, se dio cuenta de que esta faceta le permitía descubrir otras habilidades y poder desarrollar una rutina propia. Gracias a un ‘accidente’ tuvo la oportunidad de emprender este nuevo rol, que al principio fue duro para él, porque paradójicamente en ese debut como comediante, nadie soltó una carcajada, pero que al final pudo abrir una puerta muy importante.
“Pasé de libretista de otra persona que se iba a ir a concursar, yo le hice el libreto porque que se iba a presentar con otro más como dupla, pero el otro que le quedo mal. Y entonces él me dijo: “bueno, pues preséntese conmigo”, y ahí fue que mi primera vez en Sábados Felices”, recordó.
Sábados Felices, programa que lleva 50 años al aire, ha significado mucho en la vida de Jhovanoty, en la que aunado a su talento, le imprimió un sello importante a sus participaciones y se convirtió en una de sus caras más visibles, llegando a ser parte del elenco, gracias a ser campeón en varias ocasiones de la competencia de los ‘Cuentachistes’, sin duda, momentos que dieron un giro de 180 grados en su vida.
“En el 2013 le cogí el hilo al programa, vi como era el tema de construcción de rutinas, porque una cosa es escribir las rutinas a otro, otra cosa son las rutinas para uno y otra muy distinta escribir rutinas para uno y para televisión, porque yo escribía rutinas para radio cuando me tocó adaptarme, condensar todo en dos minutos, dos minutos y medio fue muy complicado para mí. Ahí comprendí un poco más en ese año y fue cuando empecé a ganar ocho programas seguidos consecutivos”, afirma.
Esta exposición le generó un gran impacto mediático, junto a sus participaciones radiales, se iba destacando como una figura humorística en el país. Actualmente presta su talento en la emisora Tropicana, en la que realiza unas impresionantes imitaciones de personajes reconocidos, además de la versatilidad con la que imprime sus rutinas.
En aquella emisora, reluce sus imitaciones a personajes como Gustavo Petro, Rodolfo Hernández, Claudia López, Juan Diego Alvira, entre otros, que se han viralizado y han dado reconocimiento, además de los altos niveles de audiencia que alcanza.
“La clave del éxito que tengo actualmente es un equipo que me respalda y que me ayuda y me apoya. Yo hago parte de Tropicana, desde los directores, hasta los locutores y todo han permitido que yo me muestre como soy, me han dejado ser, me han dejado mostrar lo que yo sé hacer sin ningún tipo de envidias con mis compañeros, con Luchito, con con Adriana, ‘R y R’, ‘El Chancho’ y Jairo Pulgarín, hacemos un muy buen equipo; pero mi éxito actual es el resultado de un muy buen trabajo en equipo en la emisora, es el resultado de querer hacer cosas distintas, de querer ir en contravía de lo que normalmente dice la industria”, resalta.
Este año ha representado un gran momento para su carrera artística, en la que ha presentado su ‘Show viral’, recorriendo con éxito varias ciudades por todo el país y que ha trascendido fronteras, llegando a España, Suiza y Suecia, dejando claro que su humor también es de exportación.
Esto se debe a la versatilidad de su comedia, en la que cuenta con un estilo único de reflejar historias y que conecten de manera clara y divertida con su público.
“Esto depende mucho del estilo que quieras adoptar. En el caso mío, yo tengo un estilo muy familiar. Yo tengo un estilo en el que en un teatro en primera fila puedo mirar a un niño de ocho años, a un adolescente de 17, a una señora de 40 y a una abuelita de 35. El humor mío unir a la familia por dos horas en un teatro me parece grandioso, o que hay gente que me dice: “bueno, nosotros nos sentamos a almorzar, metemos unos videos ahí en los que sube a Facebook y nos parece que es un momento para unirnos”, eso me parece muy gratificante”, afirma.
Jhovanoty vive un gran momento, trabaja duro por sus metas y porque cada rutina sea mejor día a día. Vela por su familia, ese motor que lo inspira a esforzarse y es esa semilla de la cual emergen sus mejores ideas y de la que siempre protegerá y caminará a su lado para que juntos alcancen los sueños.
“Así como yo estoy cumpliendo mis metas, mis propósitos desde mi trabajo y desde ese cumplimiento de propósitos míos. Quiero lograr que mi familia, no solamente mi esposa, mis hijos, sino también mi papá, mi mamá, mis hermanos, lograr ese pedacito de sueños que ellos tengan, lograr que ellos los alcancen en algún momento de la vida cuando yo falte”, recalcó.
Así es Jhovanoty, un hombre talentoso que se ha convertido en una cara visible de la comedia en Colombia, seguirá desde su show y su espacio en Tropicana, sacando risas a toda su audiencia, y divirtiendo a todo un país que a veces necesita sonreír. Un camino nada fácil, pero que nos deja una lección importante de que con ganas, voluntad y disciplina, todo se puede lograr.
“Hay que tomar las cosas con paciencia, que todo llega justo cuando uno está preparado para afrontarlas. Si uno empieza a forzar las cosas, a ganarse las cosas por palanca, por chaquetas, porque usted es el amigo del amigo de yo no sé quién sito usted, le pueden llegar las cosas ahí, pero no va a poder rendir de la misma manera. Entonces es tener calma que saber esperar también es de gente exitosa. Hay gente que lee sobre los saltos cuánticos y eso y no necesariamente tiene que vivir el proceso. Lo que pasa es que su decisión está si ese proceso es lento o ese proceso es rápido y si se aprende a esperar cuando se le presente esa oportunidad, usted va a mezclar esa oportunidad con su disciplina, con su talento inmediatamente tiene el éxito asegurado”, dijo.
