¿Quién es la mejor modelo de Colombia?

Mar, 15/02/2011 - 23:54
Toya Montoya no soporta a las personas que pitan sin necesidad. Tampoco le gusta ir al gimnasio y muchos menos alzar pesas. Pero sí disfruta la tranquilidad y los ruidos de la naturaleza, comer sushi
Toya Montoya no soporta a las personas que pitan sin necesidad. Tampoco le gusta ir al gimnasio y muchos menos alzar pesas. Pero sí disfruta la tranquilidad y los ruidos de la naturaleza, comer sushi o patacón con queso, y ayudar a causas benéficas. Por eso, sale a caminar tres veces a la semana por los cerros orientales de Bogotá; afirma que lo único que hacen las dietas es dañar el metabolismo, y el año pasado se unió con las modelos Viña Machado, Taliana Vargas y Yeimy Paola Vargas, entre otras, para lanzar un calendario de 2011 con el fin de  recaudar fondos para Sonrisas con futuro, la fundación que creó con Viña para ayudar a los niños necesitados de Santa Marta. Son pocos los que saben que la reconocida samaria se llama María Victoria Montoya Maya y nació en Bogotá. Su papá, ingeniero civil, trabajaba en la capital por esa época y sus tres hijas nacieron bogotanas, pero eso sólo duró unos años. Antes de que La Toya ‒como desde chiquita le decía su mamá‒ aprendiera hablar de corrido la familia Montoya Maya regresó al nivel del mar, donde la pequeña creció entre juegos y deportes playeros. De hecho, el esquí acuatico es uno de sus pasatiempos favoritos, lo practica desde que tiene ocho años, y fue una de las razones por las que en 2006 fue coronada como la reina de las Fiestas del Mar en su ciudad. Pasarela de vestidos de baño y ropa interior Onda de Mar. A pesar de haber sido reina, la primera vez que la mayoría de los colombianos se percataron de su existencia fue un año después de recibir la corona. Ella era una de las participantes del reality La Isla de los Famosos. Siempre fue una de las competidoras más fuertes y fueron varias las pruebas en la que se ganó la inmunidad. A ella parecía no importarle el calor, ni los mosquitos, ni la incomodidad del cambuche en el que dormían. Ya lo había hecho antes y en varias oportunidades, porque uno de sus planes favoritos es ir a acampar al Parque Tayrona. Uno de sus fuertes en la competencia fue ser una niña “guerrera”, criada en la playa y que disfruta de los retos que le brinda la naturaleza. Fue esa una de las razones de peso por las que aceptó posar desnuda para la revista SoHo hace dos años. La otra fue conocer las Islas Galápagos, donde se hizo la sesión fotográfica. En el texto que acompaña las fotos tomadas por Raul Higuera, María Victoria narró los pormenores del detrás de cámaras. Una de las cosas más complicadas, contó, fue lograr poses que se vieran naturales al estar sometida a los elementos impredecibles como lo son la flora y la fauna. Recuerda, por ejemplo, que en la mitad de una foto entre el mar, de la nada salió un león marino. A pesar del susto mantuvó la pose y salió la foto como si nada hubiera pasado. Imagen de Cali ExpoShow 10 años. Para ese entonces, la Toya ya era la modelo consagrada que es hoy. Algo que ella nunca imaginó de niña, porque entre sus planes de vida nunca estuvo el modelaje. Es más, en varios medios de comunicación ha afirmado que de chiquita era muy fea y que no se explica qué pasó. Cuentan quienes la conocen que en la adolesencia todo empezó a cambiar. Comenzó a crecer hasta su actual 1.77 m de estatura y participaba con regularidad en los desfiles del Colegio Bilingüe, donde estudió en Santa Marta. A los 16 años apareció por primera vez en un catálogo de moda. Lo hizo en uno del diseñador Hernán Zajar, con quien todavía la une una entrañable amistad. Su plan de vida no eran las pasarelas, por eso, cuando se graduó de bachiller, se matriculó en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, de donde se graduó de publicista con muy buenas calificaciones. Para ese momento ya hacía parte de la agencia Stock Models y hacía campañas y desfiles para ganarse un dinero extra. De repente, y sin proponérselo, su nombre empezó a figurar. Todos querían a la exótica samaria con pinta de Pocahontas en sus campañas publicitarias. Quienes han trabajado con ella dicen que es una mujer alegre como buena costeña, educada, ajena a los escándalos y responsable a la hora de cumplir los llamados. La Toya con vestidos en origami hechos por la diseñadora Diana Gamboa. Las personas que la conocen dicen que le gusta mantener el bajo perfil y no se come el cuento de la súper modelo. Tampoco es una mujer a la que se lo conozcan muchos novios. De hecho, en los últimos cinco años ha tenido dos: el actor argentino Michel Brown, con quien tuvo un noviazgo de varios años, y su actual pareja, Juan del Mar. No le gusta hablar de su vida privada y tuvo que pasar mucho tiempo antes de que admitiera su romance con el cartagenero. Tiene un increíble sentido del humor, del que son testigos sus 25.644 seguidores en Twitter. Le gusta trinar chistes e incentivar a todo el mundo a sonreir y estar contento. El mejor plan que le pueden proponer es jugar con sus tres sobrinos –hijos de su hermana mayor‒, con los que se pone a la par y se vuelve una niña más. También le gusta salir con su novio y con su combo costeño, de los que hacen parte Maurizio Mancini, Valerie Domínguez y Julieta Piñeres. No es raro verla de fiesta en Bardot, donde cada vez que puede se reune con el resto de sus amigos. Hace unos años comenzó a ser normal verla en portadas de revistas, en vallas publicitarias y en los desfiles de moda más importantes del país. En 2009 el diseñador panameño Óscar de la Renta la eligió como una de sus modelos para la pasarela que presentó en el Cali Exposhow de ese año. Eso, dice La Toya, ha sido uno de sus mayores logros. También lo son haber participado en campañas de prestigiosas marcas como Onda de Mar y Studio F, y haber presentado el reality Desafío 2010, del canal Caracol. La Toya como conductora del Desafío 2010. La Toya no se detiene. Había prometido retirarse del modelaje a los 25 y ya tiene 26. Al hacerlo, hace alrededor de cinco años, hasta ahora comenzaba su vertiginosa carrera, y no se le pasaba por la cabeza que se fuera a convertir en el fenómeno que es hoy. En la Semana Internacional de la Moda que se lleva acabo por estos días en Bogotá, La Toya tuvo que decir “no gracias” a cinco diseñadores que la eligieron para lucir sus prendas. La razón es sencilla: será otra vez la presentadora de El Desafío, y las grabaciones comienzan esta semana. Ella sabe que a veces hay que dejar pasar unas por otras y, en este caso, prefirió más presentar. Entonces este año también promete ser de éxitos para La Toya, quien se perfila como una de las mejores modelos de Latinoamérica.
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