@Lauquiceno
La vida en el cine para Sergio Cabrera comenzó a los 9 años cuando una tía enferma de cáncer repartió algunos de sus objetos como herencia y a él le quedó una cámara fotográfica.
O tal vez fue cuando su padre, Fausto Cabrera, y su madre, Elena Cárdenas, lo internaron a los 12 años en un colegio en China junto a su hermana, sin saber nada del idioma o de la cultura de un país socialista.
O sin duda fue en Colombia, como ayudante de su padre en la tras escena de los teatros y las cámaras de televisión, como co-protagonista de la Telenovela Kundry del director Jaime Botero Gómez.
En 1992, mientras trabajaba en México con Álvaro Mutis en el guión de otro proyecto cinematográfico, Ilona llega con la lluvia, conoció a Gabriel García Márquez. El Nobel sería fundamental para que Sergio no abandonara la idea de contar la historia de la Casa Uribe en el centro de Bogotá.
-Álvaro invitó a Gabriel García Márquez a cenar y lo conocí y hablamos de cine y del proyecto de Ilona, pero en medio de eso Gabo me preguntó: ¿Y qué pasó con la película que hiciste sobre una casa? Y yo le dije: esa película la tengo guardada porque se me acabó el dinero, entonces Gabo me dijo: ¿Cómo vas a abandonar una película?, porque yo ya estaba aburrido trabajando dos años en la película, sólo, sin dinero y él me dijo: Me la muestras cuando vaya a Bogotá.
Cuando llegó a Bogotá me llamó la secretaria de Gabo para cuadrar la proyección y fue muy gracioso, porque la proyección era a las 6 de la tarde en Moviola. Cuando Gabo llegó y vio doce rollos dijo: ¿Pero qué es todo esto? Y él dijo, no yo pensé que era un cortometraje. Entonces le dije: No es un largometraje. Y me dijo: Qué vaina porque yo tengo invitados a cenar a las 8 pm, y yo le dije veamos el primer rollo para que te hagas una idea.
Entonces empezamos a ver el primer rollo. Terminó el primer rollo y dijo: Veamos el segundo. Y cuando terminó el segundo llamó a Mercedes a la casa y le dijo: Cancela que me voy a quedar a ver la película. Terminamos a las 11 de la noche mientras cambiábamos los rollos y al final me dijo: Esto no se puede quedar guardado.
Elogió mucho la película, me puso en contacto con un productor mexicano y le escribió una carta a Gillo Pontecorvo, quien era el director del Festival de cine de Venecia, diciéndole que había una película colombiana llamada La Estrategia del Caracol que tenía que ver. Días después la película hacía parte de la selección del festival y todavía recuerdo la ovación el día que se presentó-.
O sin duda fue en Colombia, como ayudante de su padre en la tras escena de los teatros y las cámaras de televisión, como co-protagonista de la Telenovela Kundry del director Jaime Botero Gómez.
"Amparo Grisales es muy buena compañera, años después la dirigí en Los Tres Jinetes del Apocalispsis, seguimos siendo muy buenos amigos"
En los setenta, a los 23 años, el hijo de dos artistas viaja a Londres a estudiar cine y en 1977 regresa a Colombia. Antes de “lanzarse” a hacer un primer largometraje recorre las películas de Gustavo Nieto Roa, Francisco Nordem, Camila Loboguerrero y Luís Ospina como director de fotografía. La iluminación, el manejo de los planos y la parte técnica del cine vinieron primero que los guiones o la dirección de actores. Cabrera es hoy uno de los directores emblemáticos del país por su película La Estrategia del Caracol, con el guión de Humberto Dorado, y que nació por un recorte de periódico sobre un desalojo y terminó como una de las películas colombianas más taquilleras. Hoy después de 10 años de dirigir proyectos televisivos: La Pola y Adolfo Suárez, El Presidente en España y Cuéntame como pasó, vuelve al cine a filmar la adaptación cinematográfica de Todos se van, de la escritora cubana Wendy Guerra. Una película que explora la infancia de Nieve, una niña cubana que vive en su cotidianidad el poder del régimen y que cautivó a Sergio por la cercanía con algunos momentos de su vida: -Cuando leí el libro, una cosa que me sorprendió es que he sido todos los personajes del libro, he sido Nieve, he sido el papa de Nieve, he sido Manuel. Por ejemplo el padre de Nieve en la novela termina yéndose para Miami, abandonando la revolución, me recuerda mi paso por la guerrilla o la relación de la madre de Nieve con el poder, se parecía a la que tuve después al salir de la guerrilla, y mi infancia, una época en que los padres revolucionarios pensaban que el estado era mucho más eficaz para educar a los hijos.
“Gabo me preguntó: ¿Y qué paso con la película que hiciste sobre una casa?".
En su apartamento, un piso seis en el norte de Bogotá, hay una mesa de madera con libros de fotografía de Leo Matiz y de Juan Rulfo, imágenes del Bogotazo y de los Beatles. - A los 14 años lo único que tenía claro en mi vida era que quería dirigir cine. Aquí en Colombia alcancé a hacer seis largometrajes como director de fotografía y todo eso me servía mucho en mi curiosidad sobre cómo atacar los otros frentes del cine, sobre los cuales ya había estudiado en la escuela de Londres, pero que me resultaban difíciles. Antes, lanzarse a hacer la primera película exigía valentía, ahora es menos porque los equipos son más manejables y el lenguaje del cine también ha cambiado. El cine hoy en día es menos académico-. En 1985 hace su primera película, Técnicas de duelo, una obra que contó con 18.000 espectadores y que fue olvidada en las salas de cine. En esa época Sergio tenía el guión de La Estrategia del Caracol pero filmó primero Técnicas de duelo por la dificultad de rodar su proyecto más ambicioso. -Yo sentí que La Estrategia del Caracol era una película muy difícil de hacer, muy compleja. Por un lado porque era coral, muy grande y por otro lado la arquitectura, es muy difícil trabajar cuando el protagonista de la película es un edificio que hay que tumbar. Le pedí a Humberto Dorado que había sido el escritor de Técnicas de duelo que nos hiciera una nueva versión para reforzar lo más posible el guión. Yo creo mucho en la importancia de los guiones, la esencia de una película es un buen guión, y La Estrategia del Caracol tuvo muchísimo éxito en taquilla y Técnicas de duelo no.
En 1992, mientras trabajaba en México con Álvaro Mutis en el guión de otro proyecto cinematográfico, Ilona llega con la lluvia, conoció a Gabriel García Márquez. El Nobel sería fundamental para que Sergio no abandonara la idea de contar la historia de la Casa Uribe en el centro de Bogotá.
-Álvaro invitó a Gabriel García Márquez a cenar y lo conocí y hablamos de cine y del proyecto de Ilona, pero en medio de eso Gabo me preguntó: ¿Y qué pasó con la película que hiciste sobre una casa? Y yo le dije: esa película la tengo guardada porque se me acabó el dinero, entonces Gabo me dijo: ¿Cómo vas a abandonar una película?, porque yo ya estaba aburrido trabajando dos años en la película, sólo, sin dinero y él me dijo: Me la muestras cuando vaya a Bogotá.
Cuando llegó a Bogotá me llamó la secretaria de Gabo para cuadrar la proyección y fue muy gracioso, porque la proyección era a las 6 de la tarde en Moviola. Cuando Gabo llegó y vio doce rollos dijo: ¿Pero qué es todo esto? Y él dijo, no yo pensé que era un cortometraje. Entonces le dije: No es un largometraje. Y me dijo: Qué vaina porque yo tengo invitados a cenar a las 8 pm, y yo le dije veamos el primer rollo para que te hagas una idea.
Entonces empezamos a ver el primer rollo. Terminó el primer rollo y dijo: Veamos el segundo. Y cuando terminó el segundo llamó a Mercedes a la casa y le dijo: Cancela que me voy a quedar a ver la película. Terminamos a las 11 de la noche mientras cambiábamos los rollos y al final me dijo: Esto no se puede quedar guardado.
Elogió mucho la película, me puso en contacto con un productor mexicano y le escribió una carta a Gillo Pontecorvo, quien era el director del Festival de cine de Venecia, diciéndole que había una película colombiana llamada La Estrategia del Caracol que tenía que ver. Días después la película hacía parte de la selección del festival y todavía recuerdo la ovación el día que se presentó-.
“A esta altura dirigir es lo único que sé hacer, no podría trabajar en otra cosa”
Después de 10 años sin dirigir vuelve con la adaptación cinematográfica de Todos se van. La producción no recibió autorización para filmar en Cuba y decidieron rodarla en Colombia, en Santa Marta, Ciénaga y Cachipay con actores cubanos. La cinta, a diferencia del libro, que narra la infancia y la adolescencia, se centrará en la infancia de Nieve y es protagonizada por Rachel Mojena, una niña de ocho años. -Yo había decidido no hacer más cine, en realidad, es tan difícil y cuesta tanto. Casi siempre pierdo dinero en las películas y la televisión es muy cómoda. Yo hacía televisión de mucha calidad en España y en medio de eso leí Todos se van de Wendy Guerra y me gustó mucho: compré varios ejemplares y se los regalé a amigos. Después de haber leído el libro estaba en un festival de cine y me encontré con el actor cubano Jorge Perugorria y estábamos hablando de cine, y se me ocurrió decirle: Y esta novela Todos se van ¿por qué nadie la adapta al cine? Y él me dijo: Ningún cubano va a hacer nunca esa película, esa película la tiene que hacer un extranjero y ese extranjero puedes ser tú. Esa misma noche él llamo a Wendy y ella me dijo: ¡Hazla! Finalmente hicimos la película pero fue complicado, porque el libro es la infancia y la adolescencia de Nieve, pero a medida que se acercaba el rodaje me puse a ver que era imposible contar una historia tan larga y tomamos la decisión de hacer solamente la infancia. El primer corte estará listo en marzo del 2014 y los productores están definiendo fecha de estreno.
“No se puede hacer cine pensando en todo el mundo”
Sergio ¿qué tanta importancia le da al público o a la taquilla? En ese sentido creo que todavía no he aprendido nada, cada vez estoy peor. Yo no pienso mucho en el público, yo sólo hago en cine cosas que me enamoran mucho; historias que por alguna razón siento que las quiero contar, que corresponden a mi pensamiento, a mí filosofía y a mis principios. Jamás en cine he hecho algo por encargo, en televisión sí. De todas mis películas estoy muy orgulloso. No me da vergüenza mostrar ninguna, y pensar en el público propiamente no creo que sea adecuado porque el público no existe. Uno no puede hacer películas que le van a gustar a todo el mundo. Me gusta la idea que el cine sea cine y no televisión filmada. ¿Su mayor éxito en el cine? La Estrategia del Caracol. ¿Y un fracaso? No, no he tenido fracaso. ¿Y después de La Estrategia del Caracol en qué película se superó como director? En Ilona llega con la lluvia el trabajo del director es mucho más perfecto que el de La Estrategia del Caracol. ¿Cómo ve al cine hoy en Colombia? Me entusiasma mucho la nueva generación de cineastas. En general son cineastas que no han caído en la tentación de copiar a Hollywood, sigue habiendo mucha gente que explora, que busca, que se arriesga pudiendo caer en la fórmula del cine comercial. ¿Y qué piensa de una saga como El Paseo? Pues a mí me parece que hay que defender todo en cine, porque el cine es una industria que necesita muchas cosas, necesita técnicos, necesita guionistas, directores, actores y en la medida en que se haga cine se potencia la industria. Yo no he visto ninguna de las del Paseo, he visto algunas dirigidas por Dago García, pero me parece bien que se haga. Pero prefiero hacer cine de autor. ¿Cuál fue la última película que vió? Blue Jasmine, de Woody Allen. ¿Con que gran director le hubiera gustado hablar? Con Orson Welles, y de los actuales, con los hermanos Coen. ¿Y le gusta ir al cine o prefiere ver películas en casa? Me gusta mucho más ir a cine, hay una cosa mágica cuando te encierras voluntariamente en una sala oscura donde nadie puede hablar. En la casa por más de que uno cierre la puerta es difícil concentrarse en la historia. El cine es un espectáculo maravilloso en el teatro. Lea también "Veo a la gente haciendo falsos positivos en la actuación" Gustavo Angarita Jorge Ali Triana: El hombre que sobrevivió a 6 matrimonios
