Esta semana aprobaron en primer debate en el Congreso la castración química para violadores, una polémica propuesta que ha recibido el apoyo de amplias mayorías pero que no deja de ser discutida en el fondo, ya que algunos consideran que no sería totalmente efectiva para prevenir ese atroz crimen que es la violencia sexual contra menores.
Dos casos han conmocionado al país por este tipo de actos, el primero en 2016 contra la menor Yuliana Samboní y el segundo este año 2018 por la violación, asfixia e incineración de una menor en Fundación Magdalena.
Sin embargo, no todos los casos son tan visibles, este año se han cometido más de 9.000 en lo que va corrido del año, una cifra alarmante y aún más frente al 92% de impunidad que se presenta en la judicialización de los perpetradores.
[single-related post_id="969085"]
Adolfo Enrique Arrieta García, de 47 años de edad, un vecino corriente de Fundación en el departamento de Magdalena, secuestró el pasado 28 de septiembre a Génesis Rúa de 9 años. Horas después la familia fue a denunciar el hecho y la comunidad emprendió la búsqueda de la menor.
Fue sobre el final de la tarde que las llamaradas en el patio de Arrieta y un olor desagradable instó a la comunidad y a la Policía a tumbar la puerta de esa casa. Lo que provocaba las llamas era un fogón de leña en el que ardía el cuerpo de Génesis. El hecho, como el crimen de Yuliana Samboní, despertó la indignación nacional.
En un principio se pensó que solo había ocurrido el asesinato, pero en realidad la perversidad de Arrieta había sido bestial. En la autopsia de la menor se encontró un espermatozoide, de este se sacó la molécula de ADN y se comparó con una muestra del capturado en la escena del crimen Adolfo Arrieta. El examen arrojó que era de la misma persona.
Un hecho similar sucedió luego del atroz asesinato de Yuliana. Aunque el cuerpo se había hallado en el apartamento del arquitecto Rafael Uribe Noguera y este aceptó en un primer momento el crimen, luego, en la audiencia negó todos los hechos.
[single-related post_id="969003"]
Fue el dictamen de medicina legal el que permitió cruzar el ADN de Noguera con el hallado cuerpo de la menor, y hacerle irrefutable al arquitecto que había violado y asesinado a una niña de siete años, que horas antes había raptado en el barrio Bosque Calderón en Bogotá.
Esta es solo una muestra de los casos que los cruces de ADN permiten esclarecer, sin embargo no es todo el potencial que este recurso científico le permite a los investigadores judiciales. "Si hubiésemos tenido una base de datos podríamos buscar en otros casos si él habría cometido el mismo abuso en otras niñas, pero si hubiésemos tenido el banco de pronto se habría encontrado que el señor Uribe Noguera había participado en otra situación", aseguró el director de Medicina Legal Carlos Valdés en diálogo con KienyKe.com.
Valdés cree que la creación de un banco de ADN para la investigación criminal sería una medida 100% más efectiva para disminuir la impunidad en casos de violencia sexual, además que permitiría esclarecer los autores de otros tipos de crímenes.
"Promover cadenas perpetuas y castración química es un absurdo, porque pensar que el testículo es el culpable de eso (violencia sexual) es una ridiculez", afirmó Valdés.El director de Medicina Legal explica que el ADN es casi imposible de eliminarlo y por eso Arrieta no pudo esconder su crimen ni con fuego. "Por estar en todas las células del organismo al estar en un lugar o entrar en contacto con alguien vamos dejando partículas, células que se van desprendiendo del organismo principalmente de la piel. Esas células se ubican en los sitios donde estamos, si se trata de una actividad delincuencial, el delincuente que perpetra la actividad criminal va dejando esas huellas", explica Valdés. Para él, lo único que haría falta para explotar correctamente esta herramienta en el país, sería la voluntad política para crear el banco de ADN que propuso la Fiscalía y educar a la Policía Criminal para que aprenda a recolectar esas 'huellas' en las escenas de crimen, porque la tecnología ya la tiene este organismo investigador.
"Uno solamente busca lo que sabe que tiene que buscar y solamente encuentra lo que sabe buscar", dice Valdés.